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Columnista - 25 septiembre, 2018

Maestro Joaco Pertuz y las décimas de su alma

Un viernes en la mañana, en medio de la cabina de cristal de Maravilla Estéreo, en el programa La Tertulia, cuando se prestaba a declamar sus décimas, las mismas que le han dado un reconocimiento en el escenario artístico de la región, por esa forma especial como canta la décima espinela, “es una estrofa de […]

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Un viernes en la mañana, en medio de la cabina de cristal de Maravilla Estéreo, en el programa La Tertulia, cuando se prestaba a declamar sus décimas, las mismas que le han dado un reconocimiento en el escenario artístico de la región, por esa forma especial como canta la décima espinela, “es una estrofa de diez versos octosílabos creada por el músico y poeta murciano Vicente Espinel en el año 1591. Sus rimas son consonantes y se organizan de la siguiente manera: abba accddc”. Esta forma de producir poesía la maneja a la perfección el maestro José Atuesta Mindiola, igual el ilustre periodista William Rosado Rincones; de ella me enamoré desde que comencé a degustarla de cerca. Ese mañana, el maestro Joaco Pertuz me dijo: – Oiga Eduardo, necesito hablar con usted, quiero que me ayude a promocionar algo especial, imagínese que sé más de cien títulos y letras de canciones del maestro Calixto Ochoa y necesito que la gente sepa de eso. “Soy un seguidor del maestro Calixto y eso es grande”. Y si, es grande como grande es él mismo.

El maestro Joaquín Vicente Pertuz Barrios, es todo un artista, su origen campesino le da su condición humilde y gran corazón; nacido un 8 de julio de 1939 en un pueblito llamado Caraballo, Magdalena. Las condiciones económicas de la época y los avatares de la vida le hicieron llegar a Valencia de Jesús en el año 1961; allí se asentó y organizó su familia, contrae matrimonio con una agraciada joven de esa época, Elvira Montero, en el año 1964; ella, el amor de su vida y madre de sus seis hijos; cuatro de ellos nacidos en Valencia y dos más nacidos en Valledupar, a donde llega a vivir desde el año 1980. Músico por excelencia, interpreta de manera diestra el tambor alegre en ritmo de pajarito; cantador de décimas por enseñanza y herencia de su hermano mayor José Vicente. En el año 2003 graba un disco compacto “Décimas al decimero” del maestro José Atuesta, con quien lo une una gran amistad; a partir de allí recorren todo el escenario de arte regional, declamando las décimas de este gran poeta mariangolero. Merecedor de un homenaje que le brindan en su adoptiva tierra, Valencia de Jesús. En el año 2017 el 21 Festival Vallenato Cantares de Calixto Ochoa le hace ese reconocimiento.

Joaco Pertuz es una gran figura representativa de la región, su amor por la música de Calixto Ochoa es digna de resaltar, pero resulta igual de importante reconocerle su aporte al folclor y desde luego al arte en su dimensión poética y narrativa. Usted maestro merece todos los homenajes, ésta nota es una pequeña muestra del gran cariño que le profesamos, gracias por brindar su gran corazón y profesionalismo al servicio del arte. Sólo Eso.

Por Eduardo Santos Ortega Vergara.

Columnista
25 septiembre, 2018

Maestro Joaco Pertuz y las décimas de su alma

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

Un viernes en la mañana, en medio de la cabina de cristal de Maravilla Estéreo, en el programa La Tertulia, cuando se prestaba a declamar sus décimas, las mismas que le han dado un reconocimiento en el escenario artístico de la región, por esa forma especial como canta la décima espinela, “es una estrofa de […]


Un viernes en la mañana, en medio de la cabina de cristal de Maravilla Estéreo, en el programa La Tertulia, cuando se prestaba a declamar sus décimas, las mismas que le han dado un reconocimiento en el escenario artístico de la región, por esa forma especial como canta la décima espinela, “es una estrofa de diez versos octosílabos creada por el músico y poeta murciano Vicente Espinel en el año 1591. Sus rimas son consonantes y se organizan de la siguiente manera: abba accddc”. Esta forma de producir poesía la maneja a la perfección el maestro José Atuesta Mindiola, igual el ilustre periodista William Rosado Rincones; de ella me enamoré desde que comencé a degustarla de cerca. Ese mañana, el maestro Joaco Pertuz me dijo: – Oiga Eduardo, necesito hablar con usted, quiero que me ayude a promocionar algo especial, imagínese que sé más de cien títulos y letras de canciones del maestro Calixto Ochoa y necesito que la gente sepa de eso. “Soy un seguidor del maestro Calixto y eso es grande”. Y si, es grande como grande es él mismo.

El maestro Joaquín Vicente Pertuz Barrios, es todo un artista, su origen campesino le da su condición humilde y gran corazón; nacido un 8 de julio de 1939 en un pueblito llamado Caraballo, Magdalena. Las condiciones económicas de la época y los avatares de la vida le hicieron llegar a Valencia de Jesús en el año 1961; allí se asentó y organizó su familia, contrae matrimonio con una agraciada joven de esa época, Elvira Montero, en el año 1964; ella, el amor de su vida y madre de sus seis hijos; cuatro de ellos nacidos en Valencia y dos más nacidos en Valledupar, a donde llega a vivir desde el año 1980. Músico por excelencia, interpreta de manera diestra el tambor alegre en ritmo de pajarito; cantador de décimas por enseñanza y herencia de su hermano mayor José Vicente. En el año 2003 graba un disco compacto “Décimas al decimero” del maestro José Atuesta, con quien lo une una gran amistad; a partir de allí recorren todo el escenario de arte regional, declamando las décimas de este gran poeta mariangolero. Merecedor de un homenaje que le brindan en su adoptiva tierra, Valencia de Jesús. En el año 2017 el 21 Festival Vallenato Cantares de Calixto Ochoa le hace ese reconocimiento.

Joaco Pertuz es una gran figura representativa de la región, su amor por la música de Calixto Ochoa es digna de resaltar, pero resulta igual de importante reconocerle su aporte al folclor y desde luego al arte en su dimensión poética y narrativa. Usted maestro merece todos los homenajes, ésta nota es una pequeña muestra del gran cariño que le profesamos, gracias por brindar su gran corazón y profesionalismo al servicio del arte. Sólo Eso.

Por Eduardo Santos Ortega Vergara.