El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que ha creado un plan nacional de ahorro con el que los ciudadanos podrán comprar lingotes de oro. Las medidas tomadas por el mandatario nacional son intentos, que algunos expertos califican de “desesperados”, por intentar recuperar la confianza en su moneda y frenar la hiperinflación

Durante el IV Congreso anual del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Maduro bautizó su nueva hazaña como “lingotico”, dando a conocer que estará certificada por el Banco Central. Sin dar más detalles de su comercialización, el presidente explicó que los trozos de oro serán adheridos a una tarjeta plástica y posteriormente se venderán en dos presentaciones.

El lingote de 2.5 gramos tendrá un costo de 5,837 bolívares soberanos, unos $95.86 a la tasa oficial del mecanismo de subasta, conocido como DICOM y que ahora es la única tasa de cambio oficial. En tanto, la pieza de 1.5 gramos se venderá en 3,502 bolívares soberanos, unos $57.51.

Maduro certifica que se trata de un “plan de ahorro serio y sólido”. Aunque su gobierno asegura que dicho plan es uno de los controversiales mecanismos gubernamentales para detener el desplome de la economía expertos manifiestan que no vaticina una recuperación. Para nadie es un secreto que pocos creen en el devaluado bolívar y que muchos comerciantes venezolanos compran divisas en el mercado negro para no perder sus ingresos y además para adquirir mercancía en el exterior.

Maduro intenta atraer a nuevos inversionistas pero  la confianza en su Gobierno es ínfima. El país alcanza los niveles de corrupción más altos de América y  según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, inflación del país podría cerrar el año en un millón por ciento.

El líder chavista defiende las medidas que define como “humanistas” y opuestas al modelo capitalista. “Hemos elaborado, a contrapelo del Fondo Monetario Internacional, un programa de recuperación económica perfecto, de pensamiento venezolano”, apuntó luego de calificar de “estúpidos” a los críticos que tildan de “paquetazo” sus ajustes.

La confusión está a la orden del día en Venezuela, sin embargo Maduro y su gobierno se enorgullece al decir que “ha llegado la hora del plan de ahorro en oro”, asegurando además que “los dólares que ingresan al país están bien resguardados” prometiendo que los usará para “hacer inversiones y producir oro”.

A propósito de la publicación de este nuevo plan, el diario El País reseñó que el extravagante programa financiero se aleja de superar la crisis. Durante su primera semana se devaluó el bolívar soberano, apareció el pánico en los comerciantes tras el arresto de 200 personas y la sanción de 500 establecimientos por no acatar los precios fijados por el Gobierno y se agudizó la hiperinflación.

Entre las medidas aplicadas por el oficialismo Maduro también anunció el incremento del salario mínimo a partir del 1 de septiembre en más de 3,000 por ciento, elevó los impuestos a las empresas y anunció que próximamente elevará los precios de la gasolina a niveles internacionales para resolver las distorsiones económicas que provoca.