Los artistas que lideran el vallenato desde el público adulto y joven compartieron escenario en la clausura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en el Estadio Metropolitano de Barranquilla.
Desde dos distintos ámbitos generacionales, con una similitud de interpretar el folclor, Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta y Silvestre Dangond consolidan una relación como padre e hijo en la música vallenata, y en los camerinos del Estadio Metropolitano Roberto Melendez de Barranquilla quedó certificado.
Zuleta, el de la experiencia, fue invitado junto al rey de reyes Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina, por Silvestre y su mánager Carlos Bloom, para la clausura de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, desarrollada la noche del viernes 3 de agosto.
El hijo de Emiliano Zuleta Baquero no fue el histórico y refinado artista que generalmente se escucha en reuniones o una rueda de prensa. Se dedicó simplemente a escuchar conceptos sobre las nuevas tendencias en la industria, entre ellas el número de reproducciones en internet alcanzadas por una canción como ‘Mañanitas de invierno’ o ‘Materialista’; la forma de cómo vender música a nivel digital; y cuál es el camino para adquirir ganancias. Sin presiones ni ataduras comerciales, ‘Poncho’ aceptó detalladamente los consejos de Silvestre, el mismo a quien una noche del 1 de mayo en Valledupar, en pleno cierre del Festival Vallenato, besó en la tarima Colacho Mendoza.
“Hoy la música está casi igual o quizás más superior en ventas que cuando Diomedes, ‘Poncho’, el Binomio, porque las plataformas digitales te permiten vender, expandirte como artista y a eso hay que apuntarle”, le insinuaba el intérprete de ‘Cásate conmigo’ a su “tío”, como también lo llama.
Ese fue uno de los detalles argumentados que ‘Poncho’ guardó en su mente. Otro cuando ‘El Cocha’ Molina narró la época en que su compadre Diomedes Díaz viajaba con su agrupación en el bus y él simplemente lamentó la forma de morir del más grande artista del vallenato.
Faltando algunos minutos para subir a la tarima en el Metropolitano apareció la sorpresa.
Silvestre fue al baño del salón y se colgó una elegante camiseta de color beis combinada con accesorios blancos. Zuleta se paró del sofá donde reposaba su cuerpo y se acercó a preguntarle si era la hora de partir. Un “no” le calmó las ansias. “Voy a recibir a un grupo de la Policía”, comentó el hijo de Urumita, La Guajira. La sorpresa estuvo a cargo de Steven Urazán Chacón, artista plástico y docente internacional de Arte Forense, integrante de la Policía Nacional, quien pintó el rostro de Silvestre y allí lo obsequió en un cuadro.
El cantautor de 38 años volvió a cambiar de vestuario y Zuleta volvió a inquietarse. Llegó así la pregunta de cómo debían subir al escenario. Silvestre le mostró su atuendo y ‘Poncho’ exclamó: “¡Subo con un saco!”, a lo que Dangond dijo: “Claro. Elegante”. Y así lo hizo el colega.
El traje azul, camisa blanca por debajo y los zapatos negros, adornaron al máximo exponente de la dinastía Zuleta en la tarima: “Para mí es muy placentero cada vez que el sobrino Silvestre me llama para cosas como esta. Es honroso para mí, porque regresa a este vallenato de tradición como él sabe hacerlo”, dijo.
Silvestre simplemente advirtió: “Está claro cuáles son los grandes del vallenato, que son los íconos: ‘Poncho’, mi padrino Jorge Oñate, Villazón (Iván) y ‘Beto’ (Zabaleta). Lo único es que los años de trabajo pesan, ya son 16”.
Y más allá de un concierto especial, brindado por dos líderes actualmente del género, acompañados de un rey de reyes del Festival Vallenato, ‘Poncho’ y Silvestre disfrutaron como familia el momento. Como padre e hijo.
Al final, Silvestre bromeó con una fotografía adaptando un meme especial, haciendo alusión a los besos de ‘Poncho’ Zuleta.
Los artistas que lideran el vallenato desde el público adulto y joven compartieron escenario en la clausura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en el Estadio Metropolitano de Barranquilla.
Desde dos distintos ámbitos generacionales, con una similitud de interpretar el folclor, Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta y Silvestre Dangond consolidan una relación como padre e hijo en la música vallenata, y en los camerinos del Estadio Metropolitano Roberto Melendez de Barranquilla quedó certificado.
Zuleta, el de la experiencia, fue invitado junto al rey de reyes Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina, por Silvestre y su mánager Carlos Bloom, para la clausura de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, desarrollada la noche del viernes 3 de agosto.
El hijo de Emiliano Zuleta Baquero no fue el histórico y refinado artista que generalmente se escucha en reuniones o una rueda de prensa. Se dedicó simplemente a escuchar conceptos sobre las nuevas tendencias en la industria, entre ellas el número de reproducciones en internet alcanzadas por una canción como ‘Mañanitas de invierno’ o ‘Materialista’; la forma de cómo vender música a nivel digital; y cuál es el camino para adquirir ganancias. Sin presiones ni ataduras comerciales, ‘Poncho’ aceptó detalladamente los consejos de Silvestre, el mismo a quien una noche del 1 de mayo en Valledupar, en pleno cierre del Festival Vallenato, besó en la tarima Colacho Mendoza.
“Hoy la música está casi igual o quizás más superior en ventas que cuando Diomedes, ‘Poncho’, el Binomio, porque las plataformas digitales te permiten vender, expandirte como artista y a eso hay que apuntarle”, le insinuaba el intérprete de ‘Cásate conmigo’ a su “tío”, como también lo llama.
Ese fue uno de los detalles argumentados que ‘Poncho’ guardó en su mente. Otro cuando ‘El Cocha’ Molina narró la época en que su compadre Diomedes Díaz viajaba con su agrupación en el bus y él simplemente lamentó la forma de morir del más grande artista del vallenato.
Faltando algunos minutos para subir a la tarima en el Metropolitano apareció la sorpresa.
Silvestre fue al baño del salón y se colgó una elegante camiseta de color beis combinada con accesorios blancos. Zuleta se paró del sofá donde reposaba su cuerpo y se acercó a preguntarle si era la hora de partir. Un “no” le calmó las ansias. “Voy a recibir a un grupo de la Policía”, comentó el hijo de Urumita, La Guajira. La sorpresa estuvo a cargo de Steven Urazán Chacón, artista plástico y docente internacional de Arte Forense, integrante de la Policía Nacional, quien pintó el rostro de Silvestre y allí lo obsequió en un cuadro.
El cantautor de 38 años volvió a cambiar de vestuario y Zuleta volvió a inquietarse. Llegó así la pregunta de cómo debían subir al escenario. Silvestre le mostró su atuendo y ‘Poncho’ exclamó: “¡Subo con un saco!”, a lo que Dangond dijo: “Claro. Elegante”. Y así lo hizo el colega.
El traje azul, camisa blanca por debajo y los zapatos negros, adornaron al máximo exponente de la dinastía Zuleta en la tarima: “Para mí es muy placentero cada vez que el sobrino Silvestre me llama para cosas como esta. Es honroso para mí, porque regresa a este vallenato de tradición como él sabe hacerlo”, dijo.
Silvestre simplemente advirtió: “Está claro cuáles son los grandes del vallenato, que son los íconos: ‘Poncho’, mi padrino Jorge Oñate, Villazón (Iván) y ‘Beto’ (Zabaleta). Lo único es que los años de trabajo pesan, ya son 16”.
Y más allá de un concierto especial, brindado por dos líderes actualmente del género, acompañados de un rey de reyes del Festival Vallenato, ‘Poncho’ y Silvestre disfrutaron como familia el momento. Como padre e hijo.
Al final, Silvestre bromeó con una fotografía adaptando un meme especial, haciendo alusión a los besos de ‘Poncho’ Zuleta.