Por iniciativa de la senadora Claudia López, del partido Alianza Verde, se aprobó en el Congreso, previa recolección de firmas ciudadanas, la consulta que tiene por finalidad preguntar a los colombianos si están de acuerdo o no, por ejemplo, con la reducción de los salarios devengados por los señores congresistas, que contrasta con los paupérrimos […]
Por iniciativa de la senadora Claudia López, del partido Alianza Verde, se aprobó en el Congreso, previa recolección de firmas ciudadanas, la consulta que tiene por finalidad preguntar a los colombianos si están de acuerdo o no, por ejemplo, con la reducción de los salarios devengados por los señores congresistas, que contrasta con los paupérrimos ingresos de la inmensa mayoría de los trabajadores colombianos y, que a todas luces resulta un premio a la holgazanería parlamentaria, salvo muy contadas y honrosas excepciones. Este punto, (son siete en total), encabeza la consulta anticorrupción; considero que es la columna vertebral, y el tema que menos discusión tiene.
Asimismo, está el punto cuarto que expresa: “Presupuestos públicos con participación ciudadana”. Pretende esta iniciativa que los elegidos para cargos de elección popular de los diferentes entes territoriales, hagan partícipe a la ciudadanía sobre la manera en cómo se ejecuta el presupuesto en lo que hace al rubro de obras públicas. Considero que lo que se busca es que se realicen las obras que realmente se necesiten, y no se inviertan los dineros del erario, en obras suntuosas de “muy dudoso beneficio común”, por decirlo de alguna manera. Para hacer un poco de pedagogía, tomemos por ejemplo: Las ciclo rutas de la calle 17 y la carrera novena de Valledupar. Nadie discute los beneficios que para cualquier ciudad representa el uso de la bicicleta, entre otros, la protección del medio ambiente, y ciertamente la accidentabilidad en nuestra ciudad es bastante alta, luego, había que apostarle al futuro y fomentar al máximo el uso de la bicicleta. Pregunto: ¿Era una obra prioritaria? ¿Se socializó suficientemente el tema? ¿Se hicieron los estudios de factibilidad? ¿Se midió el impacto que esto tendría en la actividad comercial?
El triste final de la historia, es de todos conocido. No obstante hay quienes consideran que darle participación a la ciudadanía en estos temas es atentar contra el voto programático.
Respetuosamente discrepo de los que así piensan, pues el principal programa de gobierno de un mandatario, es procurar el bienestar de sus conciudadanos, y en ese orden de ideas, no hay que ponerse a improvisar, pues las necesidades insatisfechas están a la orden del día, lo que hay es que priorizarlas.
El domingo 26 de agosto de este año, será la consulta, y desde ya invito a mis lectores (as) para que se tomen el trabajo de estudiar todos y cada uno de los puntos que la contiene, y analizar sobre su conveniencia.
Por iniciativa de la senadora Claudia López, del partido Alianza Verde, se aprobó en el Congreso, previa recolección de firmas ciudadanas, la consulta que tiene por finalidad preguntar a los colombianos si están de acuerdo o no, por ejemplo, con la reducción de los salarios devengados por los señores congresistas, que contrasta con los paupérrimos […]
Por iniciativa de la senadora Claudia López, del partido Alianza Verde, se aprobó en el Congreso, previa recolección de firmas ciudadanas, la consulta que tiene por finalidad preguntar a los colombianos si están de acuerdo o no, por ejemplo, con la reducción de los salarios devengados por los señores congresistas, que contrasta con los paupérrimos ingresos de la inmensa mayoría de los trabajadores colombianos y, que a todas luces resulta un premio a la holgazanería parlamentaria, salvo muy contadas y honrosas excepciones. Este punto, (son siete en total), encabeza la consulta anticorrupción; considero que es la columna vertebral, y el tema que menos discusión tiene.
Asimismo, está el punto cuarto que expresa: “Presupuestos públicos con participación ciudadana”. Pretende esta iniciativa que los elegidos para cargos de elección popular de los diferentes entes territoriales, hagan partícipe a la ciudadanía sobre la manera en cómo se ejecuta el presupuesto en lo que hace al rubro de obras públicas. Considero que lo que se busca es que se realicen las obras que realmente se necesiten, y no se inviertan los dineros del erario, en obras suntuosas de “muy dudoso beneficio común”, por decirlo de alguna manera. Para hacer un poco de pedagogía, tomemos por ejemplo: Las ciclo rutas de la calle 17 y la carrera novena de Valledupar. Nadie discute los beneficios que para cualquier ciudad representa el uso de la bicicleta, entre otros, la protección del medio ambiente, y ciertamente la accidentabilidad en nuestra ciudad es bastante alta, luego, había que apostarle al futuro y fomentar al máximo el uso de la bicicleta. Pregunto: ¿Era una obra prioritaria? ¿Se socializó suficientemente el tema? ¿Se hicieron los estudios de factibilidad? ¿Se midió el impacto que esto tendría en la actividad comercial?
El triste final de la historia, es de todos conocido. No obstante hay quienes consideran que darle participación a la ciudadanía en estos temas es atentar contra el voto programático.
Respetuosamente discrepo de los que así piensan, pues el principal programa de gobierno de un mandatario, es procurar el bienestar de sus conciudadanos, y en ese orden de ideas, no hay que ponerse a improvisar, pues las necesidades insatisfechas están a la orden del día, lo que hay es que priorizarlas.
El domingo 26 de agosto de este año, será la consulta, y desde ya invito a mis lectores (as) para que se tomen el trabajo de estudiar todos y cada uno de los puntos que la contiene, y analizar sobre su conveniencia.