Empresas Públicas de Medellín informó que la situación sigue siendo crítica en la central hidroeléctrica y su zona de influencia
El grupo Empresas Públicas de Medellín (EPM) reconoció hoy que el riesgo en la represa en construcción de Ituango, sigue siendo alto por el peligro de movimientos de tierra, por los caudales del río Cauca y la estabilidad en la presa.
Según detalló en un comunicado la EPM, propietaria de la central hidroeléctrica, el flujo de agua por la casa de máquinas, que fue inundada, es constante con un promedio que fluctúa entre 1.100 y 1.200 metros cúbicos por segundo.
De acuerdo con el comportamiento climático en la zona del proyecto y la alta cantidad de lluvias, el caudal de agua que llega al embalse oscila entre los 1.500 y 1.600 metros cúbicos por segundo.
La situación obligó a las autoridades a evacuar de sus hogares a unas 113.000 personas de las localidades de Puerto Valdivia y Puerto Antioquia, así como de los municipios de Cáceres y Tarazá, situadas a orillas del Cauca, aguas abajo de la presa, y que podrían ser arrasadas por un eventual rompimiento de la obra.
En este sentido, EPM detalló que actualmente la cota del embalse está en 393,34 metros sobre el nivel de mar, de continuar con la tasa de crecimiento actual del embalse, se calcula que este llegará a la cota 401 metros a mediados de junio, donde pasaría de manera natural el agua por el vertedero.
La empresa cumplió con la meta de elevar a 410 metros el muro de contención de la presa, un “paso importante” para mitigar el riesgo de avalancha.
La próxima meta es llegar a 415 metros y prepararse para las lluvias de octubre y noviembre, además asegurarse también de que el muro de la presa pueda resistir crecientes aún mayores.
Acerca del riesgo de los movimientos de tierra, la compañía afirmó que se concentra en los túneles de desviación del río y en la parte alta del pozo de compuertas.
Para controlar el riesgo, un grupo de Geólogos monitorean de manera permanente los movimientos que se presentan en la montaña y sus desprendimientos.
Sobre ese peligro, detallan que en la última semana han observado como en las partas altas de los dos derrumbes hay tendencia a desprendimientos de tierra y hoy sigue cayendo tierra en una cantidad no significativa.
“El monitoreo geológico es constante y precisa que el macizo se encuentra en proceso de reacomodación”, agrega EPM, y subraya que por el llenado del embalse, la evacuación de agua por la casa de máquinas y las fuertes lluvias aumenta la presión sobre la montaña.
Con respecto a las filtraciones, aseguran que la presión del embalse sobre la presa está “en los rangos esperados” y el control que han hecho “no revela que se muevan por fuera de lo previsto para la situación actual del proyecto”.
Explican que hasta el momento hay dos tipos de filtraciones, por un lado las naturales “que tiene y que iba a tener aun cuando el proyecto hubiera operado en condiciones normales, a través de las galerías de filtración derecha e izquierda para evacuar agua”.
Por el otro, el lleno prioritario para subir la presa hasta la cota de 410 metros, como era previsible tiene filtraciones que se controlan hora a hora.
“Estas filtraciones se tratan de controlar con el depósito de material fino para ayudar a impermeabilizar y taponarlas”, explica EPM.
Finalmente, la empresa añadió que actualmente se realizan 30 perforaciones en las que colocarán bentonita, una arcilla que se expande y mejora la impermeabilidad de la presa.
Empresas Públicas de Medellín informó que la situación sigue siendo crítica en la central hidroeléctrica y su zona de influencia
El grupo Empresas Públicas de Medellín (EPM) reconoció hoy que el riesgo en la represa en construcción de Ituango, sigue siendo alto por el peligro de movimientos de tierra, por los caudales del río Cauca y la estabilidad en la presa.
Según detalló en un comunicado la EPM, propietaria de la central hidroeléctrica, el flujo de agua por la casa de máquinas, que fue inundada, es constante con un promedio que fluctúa entre 1.100 y 1.200 metros cúbicos por segundo.
De acuerdo con el comportamiento climático en la zona del proyecto y la alta cantidad de lluvias, el caudal de agua que llega al embalse oscila entre los 1.500 y 1.600 metros cúbicos por segundo.
La situación obligó a las autoridades a evacuar de sus hogares a unas 113.000 personas de las localidades de Puerto Valdivia y Puerto Antioquia, así como de los municipios de Cáceres y Tarazá, situadas a orillas del Cauca, aguas abajo de la presa, y que podrían ser arrasadas por un eventual rompimiento de la obra.
En este sentido, EPM detalló que actualmente la cota del embalse está en 393,34 metros sobre el nivel de mar, de continuar con la tasa de crecimiento actual del embalse, se calcula que este llegará a la cota 401 metros a mediados de junio, donde pasaría de manera natural el agua por el vertedero.
La empresa cumplió con la meta de elevar a 410 metros el muro de contención de la presa, un “paso importante” para mitigar el riesgo de avalancha.
La próxima meta es llegar a 415 metros y prepararse para las lluvias de octubre y noviembre, además asegurarse también de que el muro de la presa pueda resistir crecientes aún mayores.
Acerca del riesgo de los movimientos de tierra, la compañía afirmó que se concentra en los túneles de desviación del río y en la parte alta del pozo de compuertas.
Para controlar el riesgo, un grupo de Geólogos monitorean de manera permanente los movimientos que se presentan en la montaña y sus desprendimientos.
Sobre ese peligro, detallan que en la última semana han observado como en las partas altas de los dos derrumbes hay tendencia a desprendimientos de tierra y hoy sigue cayendo tierra en una cantidad no significativa.
“El monitoreo geológico es constante y precisa que el macizo se encuentra en proceso de reacomodación”, agrega EPM, y subraya que por el llenado del embalse, la evacuación de agua por la casa de máquinas y las fuertes lluvias aumenta la presión sobre la montaña.
Con respecto a las filtraciones, aseguran que la presión del embalse sobre la presa está “en los rangos esperados” y el control que han hecho “no revela que se muevan por fuera de lo previsto para la situación actual del proyecto”.
Explican que hasta el momento hay dos tipos de filtraciones, por un lado las naturales “que tiene y que iba a tener aun cuando el proyecto hubiera operado en condiciones normales, a través de las galerías de filtración derecha e izquierda para evacuar agua”.
Por el otro, el lleno prioritario para subir la presa hasta la cota de 410 metros, como era previsible tiene filtraciones que se controlan hora a hora.
“Estas filtraciones se tratan de controlar con el depósito de material fino para ayudar a impermeabilizar y taponarlas”, explica EPM.
Finalmente, la empresa añadió que actualmente se realizan 30 perforaciones en las que colocarán bentonita, una arcilla que se expande y mejora la impermeabilidad de la presa.