En el mapa presentado en marzo de 2014, cuando se lleva acabo el primer inventario de los conflictos por el medioambiente, compilado por el Instituto Cinara de la Universidad del Valle, en alianza con el Atlas Global de Justicia Ambiental, un mapa que busca ubicar los casos de conflictos en el mundo, Colombia aparece como […]
En el mapa presentado en marzo de 2014, cuando se lleva acabo el primer inventario de los conflictos por el medioambiente, compilado por el Instituto Cinara de la Universidad del Valle, en alianza con el Atlas Global de Justicia Ambiental, un mapa que busca ubicar los casos de conflictos en el mundo, Colombia aparece como el segundo país con más conflictos ambientales, con más de 72 casos reseñados, solo por debajo de la India, que registra 112 y en América Latina ocupa la primera posición por encima de Brasil con 58, Ecuador 48, Argentina 32, Perú 31 y Chile 30.
Entre otros conflictos se enlistaba la posible desviación del rio Ranchería en La Guajira, la construcción de la hidroeléctrica del Quimbo y las minas de Marmato en Caldas, aunque la lista de conflictos no es completa, se considera que más que un inventario es una muestra ya que promociona una visión general tanto de actividades generadoras, como el alcance geográficos de los conflictos para estos últimos años.
Es de resaltar que entre los hallazgos más relevantes hechos por los investigadores colombianos, está el caso de que el mayor número de conflictos se encuentran en las zonas más pobladas del área Andina y Caribe, así como en las áreas de conservación. También concluyeron que la producción de petróleo, la creación de hidroeléctricas y la agroindustria de la biomasa son las actividades que más generan tensiones y que han afectado o podrían hacerlo aproximadamente a ocho millones de personas, siendo los campesinos, la población urbana y los indígenas los más impactados. Hay que decir que se encontró que el 47% de los conflictos son provocados por la extracción de oro. También debemos precisar que los conflictos por actividad económica en su orden son oro, carbón, infraestructura, hidroeléctricas, palma y caña, otra minería, material de construcción, petróleo, madera, relleno sanitario y aguas servidas.
Finalmente manifestar que deben agilizarse los fondos de compensaciones y minerías para las comunidades y procurar que el modelo económico sea sostenible, es decir, que salvaguarde los recursos hídricos.
En el mapa presentado en marzo de 2014, cuando se lleva acabo el primer inventario de los conflictos por el medioambiente, compilado por el Instituto Cinara de la Universidad del Valle, en alianza con el Atlas Global de Justicia Ambiental, un mapa que busca ubicar los casos de conflictos en el mundo, Colombia aparece como […]
En el mapa presentado en marzo de 2014, cuando se lleva acabo el primer inventario de los conflictos por el medioambiente, compilado por el Instituto Cinara de la Universidad del Valle, en alianza con el Atlas Global de Justicia Ambiental, un mapa que busca ubicar los casos de conflictos en el mundo, Colombia aparece como el segundo país con más conflictos ambientales, con más de 72 casos reseñados, solo por debajo de la India, que registra 112 y en América Latina ocupa la primera posición por encima de Brasil con 58, Ecuador 48, Argentina 32, Perú 31 y Chile 30.
Entre otros conflictos se enlistaba la posible desviación del rio Ranchería en La Guajira, la construcción de la hidroeléctrica del Quimbo y las minas de Marmato en Caldas, aunque la lista de conflictos no es completa, se considera que más que un inventario es una muestra ya que promociona una visión general tanto de actividades generadoras, como el alcance geográficos de los conflictos para estos últimos años.
Es de resaltar que entre los hallazgos más relevantes hechos por los investigadores colombianos, está el caso de que el mayor número de conflictos se encuentran en las zonas más pobladas del área Andina y Caribe, así como en las áreas de conservación. También concluyeron que la producción de petróleo, la creación de hidroeléctricas y la agroindustria de la biomasa son las actividades que más generan tensiones y que han afectado o podrían hacerlo aproximadamente a ocho millones de personas, siendo los campesinos, la población urbana y los indígenas los más impactados. Hay que decir que se encontró que el 47% de los conflictos son provocados por la extracción de oro. También debemos precisar que los conflictos por actividad económica en su orden son oro, carbón, infraestructura, hidroeléctricas, palma y caña, otra minería, material de construcción, petróleo, madera, relleno sanitario y aguas servidas.
Finalmente manifestar que deben agilizarse los fondos de compensaciones y minerías para las comunidades y procurar que el modelo económico sea sostenible, es decir, que salvaguarde los recursos hídricos.