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Columnista - 4 abril, 2018

En la recta final

Pasaron las elecciones del 11 de marzo, terminó la reflexión de la Semana Mayor, el ascensor de las encuestas aniquiló el ego de candidatos venidos a menos y el pueblo expectante ve como inicia la recta final de una campaña por la Presidencia de la República, la cual promete ser la más interesante de los […]

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Pasaron las elecciones del 11 de marzo, terminó la reflexión de la Semana Mayor, el ascensor de las encuestas aniquiló el ego de candidatos venidos a menos y el pueblo expectante ve como inicia la recta final de una campaña por la Presidencia de la República, la cual promete ser la más interesante de los últimos tiempos.

La crisis doctrinal de la desesperanza hace que la anhelada diversidad ideológica se deforme en el sancocho politiquero de los apetitos y resentimientos personales. No es raro que como en los matrimonios por conveniencias, las alianzas se den totalmente antagónicas al ‘feeling’ político que por antonomasia facilita la unión.

Hoy no es difícil ver a líderes de la izquierda radical enfrentados a Gustavo Petro, candidato opcionado según las encuestas, cuando debieran estar luchando juntos para capitalizar la oportunidad histórica de llegar al poder; prefirieron acomodarse con Sergio Fajardo, cuya carencia de adrenalina política dio al traste con su favoritismo inicial. Por su parte, el vecino Humberto De la Calle también desestimó la gran Convergencia por la Paz y ahora, en una carrera contra el tiempo, aspira conjurar la desbandada del Partido Liberal dándole forma a una coalición con cara de capitulación a favor del mismo Fajardo, quien en la tibieza de sus propuestas dejó pasar su momento.

Por los lados de la ultra derecha pasa casi lo mismo, pero con protagonistas diferentes. La alternativa la tiene Iván Duque de acuerdo con las mediciones, el aporte de Martha Lucía Ramírez su fórmula vicepresidencial es indiscutible; mientras que Germán Vargas, luego de siete años al frente de la ‘chequera’ oficial y tenedor de famélicos registros estadísticos, tiene fincadas sus esperanzas en la clientela gubernamental y en la inyección popular que endose el ejército de cuestionados caporales. Ellos también deberían ir juntos, pero por tema de egos y ajuste de cuentas de viejas traiciones, solo se unirían para conjurar cualquier riesgo en la segunda vuelta.

En estas condiciones, Petro, Duque y Vargas encarnan los extremos, al mismo tiempo que son los grandes favoritos para disputar la Presidencia. Esta semana ya comienzan los debates presidenciales y ojalá con ellos lleguen las propuestas, porque hasta ahora solo hemos escuchado hablar de Odebrecht, cocotazos, latifundio, amenazas de Uribe, apartamentos en Washington, zapatos Salvatore Ferragamo, viajes en primera clase, paramilitarismo, castrochavismo, narcoterrorismo y toda la sarta de ofensas que leemos en la cloaca del odio que suplantó a las redes sociales. Reflexionen y no olviden pensar en ustedes. Un abrazo.

[email protected] @antoniomariaA

Columnista
4 abril, 2018

En la recta final

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Antonio María Araujo

Pasaron las elecciones del 11 de marzo, terminó la reflexión de la Semana Mayor, el ascensor de las encuestas aniquiló el ego de candidatos venidos a menos y el pueblo expectante ve como inicia la recta final de una campaña por la Presidencia de la República, la cual promete ser la más interesante de los […]


Pasaron las elecciones del 11 de marzo, terminó la reflexión de la Semana Mayor, el ascensor de las encuestas aniquiló el ego de candidatos venidos a menos y el pueblo expectante ve como inicia la recta final de una campaña por la Presidencia de la República, la cual promete ser la más interesante de los últimos tiempos.

La crisis doctrinal de la desesperanza hace que la anhelada diversidad ideológica se deforme en el sancocho politiquero de los apetitos y resentimientos personales. No es raro que como en los matrimonios por conveniencias, las alianzas se den totalmente antagónicas al ‘feeling’ político que por antonomasia facilita la unión.

Hoy no es difícil ver a líderes de la izquierda radical enfrentados a Gustavo Petro, candidato opcionado según las encuestas, cuando debieran estar luchando juntos para capitalizar la oportunidad histórica de llegar al poder; prefirieron acomodarse con Sergio Fajardo, cuya carencia de adrenalina política dio al traste con su favoritismo inicial. Por su parte, el vecino Humberto De la Calle también desestimó la gran Convergencia por la Paz y ahora, en una carrera contra el tiempo, aspira conjurar la desbandada del Partido Liberal dándole forma a una coalición con cara de capitulación a favor del mismo Fajardo, quien en la tibieza de sus propuestas dejó pasar su momento.

Por los lados de la ultra derecha pasa casi lo mismo, pero con protagonistas diferentes. La alternativa la tiene Iván Duque de acuerdo con las mediciones, el aporte de Martha Lucía Ramírez su fórmula vicepresidencial es indiscutible; mientras que Germán Vargas, luego de siete años al frente de la ‘chequera’ oficial y tenedor de famélicos registros estadísticos, tiene fincadas sus esperanzas en la clientela gubernamental y en la inyección popular que endose el ejército de cuestionados caporales. Ellos también deberían ir juntos, pero por tema de egos y ajuste de cuentas de viejas traiciones, solo se unirían para conjurar cualquier riesgo en la segunda vuelta.

En estas condiciones, Petro, Duque y Vargas encarnan los extremos, al mismo tiempo que son los grandes favoritos para disputar la Presidencia. Esta semana ya comienzan los debates presidenciales y ojalá con ellos lleguen las propuestas, porque hasta ahora solo hemos escuchado hablar de Odebrecht, cocotazos, latifundio, amenazas de Uribe, apartamentos en Washington, zapatos Salvatore Ferragamo, viajes en primera clase, paramilitarismo, castrochavismo, narcoterrorismo y toda la sarta de ofensas que leemos en la cloaca del odio que suplantó a las redes sociales. Reflexionen y no olviden pensar en ustedes. Un abrazo.

[email protected] @antoniomariaA