Las acusaciones entre las exreinas han desatado un escándalo cibernético, que ha dado paso a críticas entre algunas de ellas por sus cercanías con dirigentes de la llamada ‘revolución bolivariana’.
Acusaciones de prostitución, revelaciones de algunas exparticipantes y denuncias de corrupción, son el eje de un escándalo de grandes proporciones que se destapó en Miss Venezuela.
Las redes sociales han sido en la última semana el escenario de discusión de varias exparticipantes del concurso de belleza, que se acusan de haber obtenido beneficios económicos por supuestos vínculos con dirigentes del Gobierno y del chavismo.Varias de las involucradas son cuestionadas por haber trabajado para una fundación que afirma dedicarse “al apoyo de la infancia” y que era dirigida por Diego Salazar, actualmente preso en Venezuela por lavado de dinero en la Banca Privada de Andorra (BPA).
Los señalamientos los inició la presentadora de televisión y exconcursante, Anarella Bono, que la semana pasada aseguró que son varias las reinas de belleza vinculadas con Salazar y con otros empresarios en la Fundación.
Insistió en que algunas ganadoras del Miss Venezuela y otras que obtuvieron la corona del Miss Universo son “enchufadas”, como llaman en el país a quienes se lucran por vínculos con el Gobierno. Esta aseveración fue secundada por Hannelly Quintero, que obtuvo el segundo lugar en el Miss Venezuela en 2007.
“Repartían a los más necesitados y a ellas les llenaban la cuenta en dólares sacados del desangre de PDVSA”, escribió Quintero al pie de una foto que muestra en un supuesto acto de la “Fundación Diego Salazar” a Stefanía Fernández y Vanessa Goncalves, ganadoras del certamen de belleza en los años 2008 y 2010, respectivamente.
Las acusaciones entre las exreinas han desatado un escándalo cibernético, que ha dado paso a críticas entre algunas de ellas por sus cercanías con dirigentes de la llamada ‘revolución bolivariana’.
Acusaciones de prostitución, revelaciones de algunas exparticipantes y denuncias de corrupción, son el eje de un escándalo de grandes proporciones que se destapó en Miss Venezuela.
Las redes sociales han sido en la última semana el escenario de discusión de varias exparticipantes del concurso de belleza, que se acusan de haber obtenido beneficios económicos por supuestos vínculos con dirigentes del Gobierno y del chavismo.Varias de las involucradas son cuestionadas por haber trabajado para una fundación que afirma dedicarse “al apoyo de la infancia” y que era dirigida por Diego Salazar, actualmente preso en Venezuela por lavado de dinero en la Banca Privada de Andorra (BPA).
Los señalamientos los inició la presentadora de televisión y exconcursante, Anarella Bono, que la semana pasada aseguró que son varias las reinas de belleza vinculadas con Salazar y con otros empresarios en la Fundación.
Insistió en que algunas ganadoras del Miss Venezuela y otras que obtuvieron la corona del Miss Universo son “enchufadas”, como llaman en el país a quienes se lucran por vínculos con el Gobierno. Esta aseveración fue secundada por Hannelly Quintero, que obtuvo el segundo lugar en el Miss Venezuela en 2007.
“Repartían a los más necesitados y a ellas les llenaban la cuenta en dólares sacados del desangre de PDVSA”, escribió Quintero al pie de una foto que muestra en un supuesto acto de la “Fundación Diego Salazar” a Stefanía Fernández y Vanessa Goncalves, ganadoras del certamen de belleza en los años 2008 y 2010, respectivamente.