Un trabajador de la misma hacienda Villa Hicha, estaría implicado en la intoxicación de seis miembros de una misma familia, en la que tres de ellos fallecieron el pasado martes, por cuanto fue la persona que les regaló una botella de aceite comestible revuelto con desparatisitante o purgante para ganado. Así lo reveló ayer, Daniela Martínez Rodríguez, una de las sobrevivientes de esa tragedia a su suegra Elvira Romero Negrete. Esta misma revelación también fue dada a conocer a investigadores de la Sijín de la Policía Nacional en una de las habitaciones de la Clínica Santa Isabel de Valledupar, tras evolucionar su estado de salud en la unidad de cuidados intensivos UCI de ese centro asistencial.

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Según relató Daniela, hija del ordeñador de la hacienda, Daniel Enrique Martínez, quien falleció junto a su esposa, uno de los trabajadores de la misma finca le habían regalado la botella de aceite, pero aclaró que desconoce de quién se trata, porque el único que sabía era su progenitor y él falleció. “Recuerdo que cuando llegó mi papá a la finca me dijo…mira hija unos compañeros me dieron este aceite, pero que al destapar el frasco olía diferente, tras señalar que no le prestó mucha atención a eso, y con ese aceite prepararon el arroz, la carne y fritaron unas tajadas”, le comentó a la madre de su esposo, quien también se intoxicó y ésta en UCI.

Con esta nueva versión, los investigadores se podrían acercar más a la verdad de lo sucedido, los miembros de la Sijín comenzaron a indagar entre los trabajadores, cuáles de ellos suministró el veneno. Entre los tres fallecidos figura un menor de 18 meses de nacido, de nombre Luis Daniel Vargas Romero, hijo de Daniela, quien además perdió a su progenitor. Solo hasta ayer viernes, fue informada por sus familiares con la ayuda psicológica sobre la muerte de su hijo y de sus padres: Daniel Enrique Martínez y Luz Mary Martínez Rodríguez.

“Hasta el momento no sabemos quién fue el asesino, pero lo que sí estamos seguros, es que fue un trabajador. No se justifica que mate de esa forma a unos seres humanos que no tenían problemas con nadie y que se dedicaban al trabajo”, precisó Elvira Romero.

Sin embargo, el subcomandante de la Policía Cesar, teniente coronel Mauricio Bonilla Méndez, explicó que los investigadores de la Sijín encontraron en la finca elementos que indican que la intoxicación se produjo por la ingesta del desparasitante para ganado, pero aclaró que no hay evidencias suficientes para demostrar que el caso sea un crimen o un accidente.

Por Abdel Martínez Pérez / EL PILÓN
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