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Columnista - 2 marzo, 2018

Gracias Carlos Vives

El día que al artista Carlos Vives se le ocurrió la acertada idea de ir al balneario Hurtado del rio Guatapurí y llamar la atención de propios y visitantes sobre las pésimas condiciones ambientales, sanitarias y de manejo del espacio público que allí se presentaba, muchos vallenatos y vallenatas pusieron el grito en el cielo […]

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El día que al artista Carlos Vives se le ocurrió la acertada idea de ir al balneario Hurtado del rio Guatapurí y llamar la atención de propios y visitantes sobre las pésimas condiciones ambientales, sanitarias y de manejo del espacio público que allí se presentaba, muchos vallenatos y vallenatas pusieron el grito en el cielo y le dijeron a Vives hasta de que se iba a morir.

Recuerdo que las redes sociales se llenaron de improperios contra el artista samario, algunos le enrostraban el por qué no hacía eso en la ciudad donde nació, otros lo tildaron de oportunista y demagogo; lo que si no pensaron estos fulanos fue que de no haber sido por la alarma que prendió Vives sobre la situación del lugar más emblemático que tiene Valledupar y el Cesar, hoy seguiríamos campantes y muy orondos con ese bebedero al aire libre, desordenado y lleno de todo tipo de basuras en el que se había convertido nuestro hermoso balneario Hurtado.

Cuantas autoridades locales venían desde hace años omitiendo el cumplimiento de sus deberes en relación con el manejo inadecuado del espacio público y demás situaciones anómalas con las que ya tanto vallenatos como turistas nos estábamos familiarizando, pero que no por ello dejaban de ser irregulares, como la contaminación auditiva de múltiples bares y cantinas que proliferaban allí sin ningún tipo de control.

En hora buena se ha puesto el problema en la agenda de las autoridades policivas, y que bien que eso haya ocurrido en vísperas del Festival de la Leyenda Vallenata, cuando Valledupar es el centro de atención del país y recibiremos a miles de visitantes nacionales y extranjeros que llegan a apreciar nuestra riqueza folclórica, cultural y turística.

Ahora resulta que quienes han venido hace muchos años haciendo mal uso de ese patrimonio turístico de los vallenatos como son los vendedores informales, estacionarios y ambulantes, han decidido protestar porque las autoridades quieren ahora si cumplir con su deber y aplicar la Ley y al parecer lograron que el alcalde titubeara, inclusive, la medida inicial que se había tomado de prohibición absoluta de venta de bebidas alcohólicas en Hurtado fue cambiada por una menos drástica, con la que las autoridades, me imagino, intentan quedar bien con Dios y con el diablo, a riesgo de seguir incurriendo en omisión de su deber.

Todos los que visitaremos la hermosa ciudad de Valledupar en la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata queremos ver los resultados de ese gesto de responsabilidad social, ambiental y cultural que tuvo Carlos Vives, al poner el dedo en la llaga desnudando el problema del más importante sitio turístico del Cesar. Por favor No descuidemos esta belleza natural.

Lo que ahora se hace necesario es que tanto la Alcaldía como la Gobernación y demás autoridades competentes trabajen de la mano, para que en poco tiempo podamos volver a invitar con orgullo a los visitantes al más hermoso y emblemático balneario de mi Valle querido.

Que viva Hurtado.

Columnista
2 marzo, 2018

Gracias Carlos Vives

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

El día que al artista Carlos Vives se le ocurrió la acertada idea de ir al balneario Hurtado del rio Guatapurí y llamar la atención de propios y visitantes sobre las pésimas condiciones ambientales, sanitarias y de manejo del espacio público que allí se presentaba, muchos vallenatos y vallenatas pusieron el grito en el cielo […]


El día que al artista Carlos Vives se le ocurrió la acertada idea de ir al balneario Hurtado del rio Guatapurí y llamar la atención de propios y visitantes sobre las pésimas condiciones ambientales, sanitarias y de manejo del espacio público que allí se presentaba, muchos vallenatos y vallenatas pusieron el grito en el cielo y le dijeron a Vives hasta de que se iba a morir.

Recuerdo que las redes sociales se llenaron de improperios contra el artista samario, algunos le enrostraban el por qué no hacía eso en la ciudad donde nació, otros lo tildaron de oportunista y demagogo; lo que si no pensaron estos fulanos fue que de no haber sido por la alarma que prendió Vives sobre la situación del lugar más emblemático que tiene Valledupar y el Cesar, hoy seguiríamos campantes y muy orondos con ese bebedero al aire libre, desordenado y lleno de todo tipo de basuras en el que se había convertido nuestro hermoso balneario Hurtado.

Cuantas autoridades locales venían desde hace años omitiendo el cumplimiento de sus deberes en relación con el manejo inadecuado del espacio público y demás situaciones anómalas con las que ya tanto vallenatos como turistas nos estábamos familiarizando, pero que no por ello dejaban de ser irregulares, como la contaminación auditiva de múltiples bares y cantinas que proliferaban allí sin ningún tipo de control.

En hora buena se ha puesto el problema en la agenda de las autoridades policivas, y que bien que eso haya ocurrido en vísperas del Festival de la Leyenda Vallenata, cuando Valledupar es el centro de atención del país y recibiremos a miles de visitantes nacionales y extranjeros que llegan a apreciar nuestra riqueza folclórica, cultural y turística.

Ahora resulta que quienes han venido hace muchos años haciendo mal uso de ese patrimonio turístico de los vallenatos como son los vendedores informales, estacionarios y ambulantes, han decidido protestar porque las autoridades quieren ahora si cumplir con su deber y aplicar la Ley y al parecer lograron que el alcalde titubeara, inclusive, la medida inicial que se había tomado de prohibición absoluta de venta de bebidas alcohólicas en Hurtado fue cambiada por una menos drástica, con la que las autoridades, me imagino, intentan quedar bien con Dios y con el diablo, a riesgo de seguir incurriendo en omisión de su deber.

Todos los que visitaremos la hermosa ciudad de Valledupar en la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata queremos ver los resultados de ese gesto de responsabilidad social, ambiental y cultural que tuvo Carlos Vives, al poner el dedo en la llaga desnudando el problema del más importante sitio turístico del Cesar. Por favor No descuidemos esta belleza natural.

Lo que ahora se hace necesario es que tanto la Alcaldía como la Gobernación y demás autoridades competentes trabajen de la mano, para que en poco tiempo podamos volver a invitar con orgullo a los visitantes al más hermoso y emblemático balneario de mi Valle querido.

Que viva Hurtado.