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Judicial - 20 agosto, 2010

Moradores del conjunto ‘Azúcar Buena’ azotados por ola de atracos

Una cadena de hurtos ocurridos los últimos meses al interior de varias casas, mantienen un ambiente de zozobra y nerviosismo en el conjunto residencial ‘Azúcar Buena’, ubicado entre el colegio CASD y la casa de Los Abuelos, por la carrera 19; con la calle 13 b BIS, frente al Colegio Alfonso  López. Una de las […]

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Una cadena de hurtos ocurridos los últimos meses al interior de varias casas, mantienen un ambiente de zozobra y nerviosismo en el conjunto residencial ‘Azúcar Buena’, ubicado entre el colegio CASD y la casa de Los Abuelos, por la carrera 19; con la calle 13 b BIS, frente al Colegio Alfonso  López.
Una de las habitantes de este vecindario, manifestó al diario EL PILÓN que, en lo que va del año, han sucedido una serie de atracos a las residencias, en las cuales coincidencialmente, no se han encontrado rastros de violaciones a cerraduras.
Hasta ahora no han podido detectar que artimaña usan los ladrones; sin embargo, los afectados pusieron a las autoridades en conocimiento de los casos y entregaron detalles, dando inicio a las respectivas labores de investigaciones que ya arrojan los primeros resultados.

De acuerdo a uno de los afectados, los primeros indicios de las autoridades conducen a creer que en los hurtos presentados, existe complicidad por parte de personal de confianza.
“Ya nos dieron algunas recomendaciones sobre ciertas conductas que teníamos con respecto a personal de confianza y de inmediato tomamos los correctivos pertinente, y hacía este tema apunta la investigación”, dijo.
Los dos últimos atracos ocurrieron hace pocos días en la casa del reconocido folclorista y empresario del transporte, Joaquín Guillén, y en la casa de una enfermera, al parecer, el mismo día.
De acuerdo al relato de Guillén, los delincuentes ingresaron en horas de la madrugada a su casa y además de llevarse varios elementos como una bicicleta, ropa y perfumes, tuvieron tiempo hasta de comer ‘algo’ y cargar con la existencia de la nevera. De acuerdo a esta versión, el robo alcanzaría los siete millones pesos.
Según una de las habitantes, que también fue víctima, relató que hace varios meses atrás, se metieron en su casa, colindante con el Centro Auxiliar de Servicio al Docente, CASD y se llevaron hasta unas gallinas y morrocoyos que tenían en el patio.
Ante este hecho, aumentó un metro más a la paredilla, que medía, 2,40, es decir, quedó con una altura de 3,40 y sin embargo, la hazaña de los delincuentes, se repitió. “Tuve que poner vidrios a la paredilla, poner rejas en la parte trasera, cambiar las guardas de seguridad y poner candado por todas partes”, dijo la mujer, que por seguridad no reveló su identidad.
Se conoció además que, en opinión de algunos de los habitantes entrevistados,  no todos los moradores del conjunto residencial cancelan la administración, lo que podría estar afectando, además del mantenimiento como tal del lugar, -(limpieza del parque, podada de árboles e iluminación)-  la prestación del servicio, en el sentido que no se reúnen los recursos suficientes para dotar al personal de vigilancia de mejores equipos de comunicación, como cámaras de seguridad, citófonos, radios de comunicación y armamento, entre otros.
“Aquí se intentó colocar citófono pero no todos cumplieron con la cuota por lo que nunca se puso en funcionamiento el servicio”, dijo una de las vecinas del sector, quien recordó que uno de los múltiples casos de inseguridad, ocurridos los últimos meses en el conjunto, lo experimentó una de sus conocidas, quien al parecer, era seguida por dos motorizados, luego de retirar dinero de una entidad bancaria.
“Ella entró en el carro, y detrás venían dos hombres en motos que le dijeron al portero que venían con ella y los dejó seguir y en la puerta de la casa le pusieron un arma y le quitaron el dinero”, afirmó.

Judicial
20 agosto, 2010

Moradores del conjunto ‘Azúcar Buena’ azotados por ola de atracos

Una cadena de hurtos ocurridos los últimos meses al interior de varias casas, mantienen un ambiente de zozobra y nerviosismo en el conjunto residencial ‘Azúcar Buena’, ubicado entre el colegio CASD y la casa de Los Abuelos, por la carrera 19; con la calle 13 b BIS, frente al Colegio Alfonso  López. Una de las […]


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Una cadena de hurtos ocurridos los últimos meses al interior de varias casas, mantienen un ambiente de zozobra y nerviosismo en el conjunto residencial ‘Azúcar Buena’, ubicado entre el colegio CASD y la casa de Los Abuelos, por la carrera 19; con la calle 13 b BIS, frente al Colegio Alfonso  López.
Una de las habitantes de este vecindario, manifestó al diario EL PILÓN que, en lo que va del año, han sucedido una serie de atracos a las residencias, en las cuales coincidencialmente, no se han encontrado rastros de violaciones a cerraduras.
Hasta ahora no han podido detectar que artimaña usan los ladrones; sin embargo, los afectados pusieron a las autoridades en conocimiento de los casos y entregaron detalles, dando inicio a las respectivas labores de investigaciones que ya arrojan los primeros resultados.

De acuerdo a uno de los afectados, los primeros indicios de las autoridades conducen a creer que en los hurtos presentados, existe complicidad por parte de personal de confianza.
“Ya nos dieron algunas recomendaciones sobre ciertas conductas que teníamos con respecto a personal de confianza y de inmediato tomamos los correctivos pertinente, y hacía este tema apunta la investigación”, dijo.
Los dos últimos atracos ocurrieron hace pocos días en la casa del reconocido folclorista y empresario del transporte, Joaquín Guillén, y en la casa de una enfermera, al parecer, el mismo día.
De acuerdo al relato de Guillén, los delincuentes ingresaron en horas de la madrugada a su casa y además de llevarse varios elementos como una bicicleta, ropa y perfumes, tuvieron tiempo hasta de comer ‘algo’ y cargar con la existencia de la nevera. De acuerdo a esta versión, el robo alcanzaría los siete millones pesos.
Según una de las habitantes, que también fue víctima, relató que hace varios meses atrás, se metieron en su casa, colindante con el Centro Auxiliar de Servicio al Docente, CASD y se llevaron hasta unas gallinas y morrocoyos que tenían en el patio.
Ante este hecho, aumentó un metro más a la paredilla, que medía, 2,40, es decir, quedó con una altura de 3,40 y sin embargo, la hazaña de los delincuentes, se repitió. “Tuve que poner vidrios a la paredilla, poner rejas en la parte trasera, cambiar las guardas de seguridad y poner candado por todas partes”, dijo la mujer, que por seguridad no reveló su identidad.
Se conoció además que, en opinión de algunos de los habitantes entrevistados,  no todos los moradores del conjunto residencial cancelan la administración, lo que podría estar afectando, además del mantenimiento como tal del lugar, -(limpieza del parque, podada de árboles e iluminación)-  la prestación del servicio, en el sentido que no se reúnen los recursos suficientes para dotar al personal de vigilancia de mejores equipos de comunicación, como cámaras de seguridad, citófonos, radios de comunicación y armamento, entre otros.
“Aquí se intentó colocar citófono pero no todos cumplieron con la cuota por lo que nunca se puso en funcionamiento el servicio”, dijo una de las vecinas del sector, quien recordó que uno de los múltiples casos de inseguridad, ocurridos los últimos meses en el conjunto, lo experimentó una de sus conocidas, quien al parecer, era seguida por dos motorizados, luego de retirar dinero de una entidad bancaria.
“Ella entró en el carro, y detrás venían dos hombres en motos que le dijeron al portero que venían con ella y los dejó seguir y en la puerta de la casa le pusieron un arma y le quitaron el dinero”, afirmó.