Durante 2017, la Secretaría de Educación Departamental reportó el la cifra de nuevos estudiantes procedentes del vecino país, algo que dificulta las labores en cobertura docente e infraestructura física.
No existe restricción para que niños y jóvenes procedentes de Venezuela puedan ingresar a las instituciones educativas de Colombia. El Ministerio de Educación autorizó en marzo del año pasado la admisión de estudiantes procedentes del vecino país y las aulas del Cesar recibirán algo más de 2.000.
El gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita, reveló que durante 2017 el sector educativo departamental tuvo en las instituciones 2.500 de educandos con procedencia venezolana. Este año, con la masiva emigración a causa de la crisis político administrativa, se espera un número más alto.
“Estamos esperando el cierre de inscritos en todas las instituciones educativas del departamento para saber cuál es la población final, que es oriunda de Venezuela. El año pasado fueron 2.500 estudiantes que se matricularon, entre primer y segundo semestre”, indicó Ovalle Angarita.
El mandatario declaró además que de la mano con la Secretaría de Gobierno Departamental y Migración Colombia, se realizará un censo y la caracterización de la población venezolana que hoy hace presencia en el Departamento del Cesar; que han ingresado de manera ilegal, con permiso de trabajo o autorizaciones para laborar en este territorio.
Para brindar la garantía en servicios educativos, Francisco Ovalle firmó un acuerdo con la Fiducia de Inversión Colombia (Fiduprevisora) que permitirá hacer la solicitud ante el Ministerio de Educación, entidad que debe aprobar la ampliación de la planta docente del Cesar.
“Estamos solicitando ampliación de planta, ampliación de cupos y con eso estamos garantizando la inversión mayúscula que es poder garantizar con nuevos establecimientos educativos, como es el nuevo colegio San José de La Paz y siete instituciones ampliando su estructura física, la educación a 8.500 estudiantes nuevos. A mitad de año se estarán entregando esas obras, para que en el segundo semestre podamos generar esa ampliación en la infraestructura y así ampliar la cobertura estudiantil”, recalcó el gobernador Francisco Ovalle.
En marzo de 2017, el gobierno de Juan Manuel Santos, por medio del Ministerio de Educación, abrió las puertas de las instituciones educativas públicas a niños venezolanos que se encuentren con sus familias en territorio colombiano.
La solicitud del Estado es que los colegios reporten al Sistema de Información el reporte de Extranjeros de Migración Colombia, con la finalidad de garantizar el derecho a la educación a los niños y adolescentes venezolanos, así facilitarles el proceso de matrículas en colegios de preescolar, básica primaria y media en Colombia, independientemente de su nacionalidad o condición migratoria.
Existe un proceso sancionatorio a las instituciones por el no reporte oportuno de estudiantes extranjeros, más no porque los estudiantes estén matriculados indocumentados o sin la visa correspondiente.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
Durante 2017, la Secretaría de Educación Departamental reportó el la cifra de nuevos estudiantes procedentes del vecino país, algo que dificulta las labores en cobertura docente e infraestructura física.
No existe restricción para que niños y jóvenes procedentes de Venezuela puedan ingresar a las instituciones educativas de Colombia. El Ministerio de Educación autorizó en marzo del año pasado la admisión de estudiantes procedentes del vecino país y las aulas del Cesar recibirán algo más de 2.000.
El gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita, reveló que durante 2017 el sector educativo departamental tuvo en las instituciones 2.500 de educandos con procedencia venezolana. Este año, con la masiva emigración a causa de la crisis político administrativa, se espera un número más alto.
“Estamos esperando el cierre de inscritos en todas las instituciones educativas del departamento para saber cuál es la población final, que es oriunda de Venezuela. El año pasado fueron 2.500 estudiantes que se matricularon, entre primer y segundo semestre”, indicó Ovalle Angarita.
El mandatario declaró además que de la mano con la Secretaría de Gobierno Departamental y Migración Colombia, se realizará un censo y la caracterización de la población venezolana que hoy hace presencia en el Departamento del Cesar; que han ingresado de manera ilegal, con permiso de trabajo o autorizaciones para laborar en este territorio.
Para brindar la garantía en servicios educativos, Francisco Ovalle firmó un acuerdo con la Fiducia de Inversión Colombia (Fiduprevisora) que permitirá hacer la solicitud ante el Ministerio de Educación, entidad que debe aprobar la ampliación de la planta docente del Cesar.
“Estamos solicitando ampliación de planta, ampliación de cupos y con eso estamos garantizando la inversión mayúscula que es poder garantizar con nuevos establecimientos educativos, como es el nuevo colegio San José de La Paz y siete instituciones ampliando su estructura física, la educación a 8.500 estudiantes nuevos. A mitad de año se estarán entregando esas obras, para que en el segundo semestre podamos generar esa ampliación en la infraestructura y así ampliar la cobertura estudiantil”, recalcó el gobernador Francisco Ovalle.
En marzo de 2017, el gobierno de Juan Manuel Santos, por medio del Ministerio de Educación, abrió las puertas de las instituciones educativas públicas a niños venezolanos que se encuentren con sus familias en territorio colombiano.
La solicitud del Estado es que los colegios reporten al Sistema de Información el reporte de Extranjeros de Migración Colombia, con la finalidad de garantizar el derecho a la educación a los niños y adolescentes venezolanos, así facilitarles el proceso de matrículas en colegios de preescolar, básica primaria y media en Colombia, independientemente de su nacionalidad o condición migratoria.
Existe un proceso sancionatorio a las instituciones por el no reporte oportuno de estudiantes extranjeros, más no porque los estudiantes estén matriculados indocumentados o sin la visa correspondiente.
Por Carlos Mario Jiménez
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