Arquímedes Barajas es pintor oriundo de Bucaramanga, adoptado hace 25 años por Valledupar, donde al son de los acordeones comenzó a desarrollar su vida artística. “Mi vida desde muy niño siempre fue artística, mi madre pintora y mi padre músico, desde muy niño me incliné por la poesía, por el teatro, por los títeres”, recordó.

Ha recorrido más de 20 países, entre los que se destacan Estados Unidos y Japón, llevando su arte a interactuar con diferentes culturas. “La gente sigue teniendo la necesidad de estar vinculada con el arte, es una necesidad colectiva como comer, es un hambre que tiene la gente por las cosas que han sido creadas mediante el arte”, indicó.

La abstracción, comenta Arquímedes, no sólo deber ser una situación o estado pasajero para el pintor o los artistas, “es algo a lo que un artista llega, no es sólo un propósito porque a medida que tu trabajas y empiezas con la simulación, estás queriendo renovar y hacer terapias para ti y las personas”.

Recientemente, en el centro comercial Unicentro, Arquímedes realizó un mural de 20 metros, donde los vallenatos pueden apreciar su talento. “Es una obra abstracta, es ver como agarro la música y juego con los colores como si fueran notas musicales y compongo una melodía”, explicó el artista que tiene otra de sus obras en el club campestre de Valledupar, en un mural de 15 metros.

Por: Eduardo Moscote
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