La decisión del alto tribunal se da luego que el exmilitante lograra cumplir con todos los requisitos exigidos para ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Cinco años después de permanecer recluido en prisión, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá ordenó la libertad inmediata para el excomandante del Batallón de Artillería Nº 2, La Popa de Valledupar, coronel Hernán Mejía Gutiérrez, acusado de falsos positivos en el departamento del Cesar.
La decisión del alto tribunal se da luego que el exmilitante lograra cumplir con todos los requisitos exigidos para ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), quedando la investigación en su contra en manos de la justicia transicional.
Asimismo, el estrado judicial dictaminó que, con la revocatoria de la decisión de la jueza sexta especializada de Bogotá, que ordenó su captura y lo envío a la cárcel La Picota de la capital, Mejía está obligado a cumplir con la verdad, justicia y reparación pactada en la Jurisdicción Especial para la Paz.
De acuerdo con la decisión, esto significa que al exmilitar condenado anteriormente a 19 años y seis meses de prisión por asesinatos extrajudiciales y nexos con el exparamilitar alias ‘Jorge 40’, le quedarían suspendidas cualquier orden de captura proferidas por las autoridades sobre procesos llevados en su contra.
El coronel en retiro que se encontraba detenido desde el año 2008, alcanzó en el mes de junio a radicar ante la Secretaría Ejecutiva de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la carta en la que se comprometía a acudir a este sistema transicional, siendo beneficiado con concepto favorable para que le concedieran libertad condicional.
En el año 2013, Hernán Mejía fue el segundo oficial de alto rango que recibió una alta condena por los denominados ‘falsos positivos’ a nivel nacional. Al encontrarlo un Juzgado Sexto Especializado de Bogotá, culpable de la acusación proferida por la Fiscalía que lo responsabilizó de recibir dineros del paramilitarismo y cometer asesinatos extrajudiciales en el Cesar, mediante una operación llamada ‘Tormenta II’, realizada en contra del Eln en el año 2002.
La decisión del alto tribunal se da luego que el exmilitante lograra cumplir con todos los requisitos exigidos para ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Cinco años después de permanecer recluido en prisión, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá ordenó la libertad inmediata para el excomandante del Batallón de Artillería Nº 2, La Popa de Valledupar, coronel Hernán Mejía Gutiérrez, acusado de falsos positivos en el departamento del Cesar.
La decisión del alto tribunal se da luego que el exmilitante lograra cumplir con todos los requisitos exigidos para ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), quedando la investigación en su contra en manos de la justicia transicional.
Asimismo, el estrado judicial dictaminó que, con la revocatoria de la decisión de la jueza sexta especializada de Bogotá, que ordenó su captura y lo envío a la cárcel La Picota de la capital, Mejía está obligado a cumplir con la verdad, justicia y reparación pactada en la Jurisdicción Especial para la Paz.
De acuerdo con la decisión, esto significa que al exmilitar condenado anteriormente a 19 años y seis meses de prisión por asesinatos extrajudiciales y nexos con el exparamilitar alias ‘Jorge 40’, le quedarían suspendidas cualquier orden de captura proferidas por las autoridades sobre procesos llevados en su contra.
El coronel en retiro que se encontraba detenido desde el año 2008, alcanzó en el mes de junio a radicar ante la Secretaría Ejecutiva de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la carta en la que se comprometía a acudir a este sistema transicional, siendo beneficiado con concepto favorable para que le concedieran libertad condicional.
En el año 2013, Hernán Mejía fue el segundo oficial de alto rango que recibió una alta condena por los denominados ‘falsos positivos’ a nivel nacional. Al encontrarlo un Juzgado Sexto Especializado de Bogotá, culpable de la acusación proferida por la Fiscalía que lo responsabilizó de recibir dineros del paramilitarismo y cometer asesinatos extrajudiciales en el Cesar, mediante una operación llamada ‘Tormenta II’, realizada en contra del Eln en el año 2002.