“Valledupar, ciudad verde”, aun cargamos con ese calificativo, pero nuestros árboles, un tesoro ambiental mal cuidado, hoy merecen una mejor atención. En los últimos años hemos visto como los gobiernos locales tratan desesperadamente a través de pequeñas campañas y proyectos, de atender las enfermedades que acosan a las diferentes especies sembradas a lo largo y […]
“Valledupar, ciudad verde”, aun cargamos con ese calificativo, pero nuestros árboles, un tesoro ambiental mal cuidado, hoy merecen una mejor atención.
En los últimos años hemos visto como los gobiernos locales tratan desesperadamente a través de pequeñas campañas y proyectos, de atender las enfermedades que acosan a las diferentes especies sembradas a lo largo y ancho de Valledupar. Pero son tantas las especies, que no alcanzan los recursos ni los esfuerzos para llegar a cada árbol.
Para los expertos ambientalistas, lo que se ha hecho con el arbolado en Valledupar han sido campañas incipientes, sin orden, sin estrategias porque, por ejemplo, se siembran plantas que no van a resistir el cambio climático.
Algunos afirman que lo que se está haciendo en el tema, no va a dar ningún resultado óptimo y aseguran que es mejor sembrar cien árboles de tres metros de alto que dos mil o veinte mil especies débiles, porque esos árboles no van a sobrevivir y todo ese esfuerzo se pierde y no repercute en el futuro ambiental.
El manejo y mantenimiento del arbolado vallenato se viene atendiendo, incluso ya se conoció que vienen nuevos contratos con organizaciones expertas en el tema, pero en cuanto a la siembra de especies nuevas, se nota que falta disciplina, orden, planeación y responsabilidad.
El 12 de octubre pasado se conmemoró el Día Internacional del Árbol. En Valledupar pasó sin pena ni gloria, una que otra siembra, pero nada de fondo.
La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, presentó una nueva campaña que ha llamado ‘Sembrando Oxígeno’ para plantar árboles en distintas instituciones educativas y sitios estratégicos del municipio de Valledupar.
Buscan minimizar el calentamiento global generado por los impactos del cambio climático, para tener ciudades más sostenibles y competitivas.
Aplaudimos todas esas iniciativas, solo esperamos que las especies que siembren sean las adecuadas para que el impacto ambiental sea el mejor.
“Valledupar, ciudad verde”, aun cargamos con ese calificativo, pero nuestros árboles, un tesoro ambiental mal cuidado, hoy merecen una mejor atención. En los últimos años hemos visto como los gobiernos locales tratan desesperadamente a través de pequeñas campañas y proyectos, de atender las enfermedades que acosan a las diferentes especies sembradas a lo largo y […]
“Valledupar, ciudad verde”, aun cargamos con ese calificativo, pero nuestros árboles, un tesoro ambiental mal cuidado, hoy merecen una mejor atención.
En los últimos años hemos visto como los gobiernos locales tratan desesperadamente a través de pequeñas campañas y proyectos, de atender las enfermedades que acosan a las diferentes especies sembradas a lo largo y ancho de Valledupar. Pero son tantas las especies, que no alcanzan los recursos ni los esfuerzos para llegar a cada árbol.
Para los expertos ambientalistas, lo que se ha hecho con el arbolado en Valledupar han sido campañas incipientes, sin orden, sin estrategias porque, por ejemplo, se siembran plantas que no van a resistir el cambio climático.
Algunos afirman que lo que se está haciendo en el tema, no va a dar ningún resultado óptimo y aseguran que es mejor sembrar cien árboles de tres metros de alto que dos mil o veinte mil especies débiles, porque esos árboles no van a sobrevivir y todo ese esfuerzo se pierde y no repercute en el futuro ambiental.
El manejo y mantenimiento del arbolado vallenato se viene atendiendo, incluso ya se conoció que vienen nuevos contratos con organizaciones expertas en el tema, pero en cuanto a la siembra de especies nuevas, se nota que falta disciplina, orden, planeación y responsabilidad.
El 12 de octubre pasado se conmemoró el Día Internacional del Árbol. En Valledupar pasó sin pena ni gloria, una que otra siembra, pero nada de fondo.
La Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, presentó una nueva campaña que ha llamado ‘Sembrando Oxígeno’ para plantar árboles en distintas instituciones educativas y sitios estratégicos del municipio de Valledupar.
Buscan minimizar el calentamiento global generado por los impactos del cambio climático, para tener ciudades más sostenibles y competitivas.
Aplaudimos todas esas iniciativas, solo esperamos que las especies que siembren sean las adecuadas para que el impacto ambiental sea el mejor.