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Columnista - 12 octubre, 2017

Pa’ que los sueños no se mojen

Deiler Díaz Arzuaga llegó al teatro cuando estudiaba en el colegio, pero no le gustaba mucho, pues creía que era algo primario. Un día vio una obra que trajeron a la Casa de la Cultura, se trataba de una gente atrapada en el baño del Palacio de Justicia el día de la toma del M-19. […]

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Deiler Díaz Arzuaga llegó al teatro cuando estudiaba en el colegio, pero no le gustaba mucho, pues creía que era algo primario. Un día vio una obra que trajeron a la Casa de la Cultura, se trataba de una gente atrapada en el baño del Palacio de Justicia el día de la toma del M-19. Desde entonces su concepto cambió. Entendió que lo primario era lo que hacían en el colegio y que el teatro era algo más complejo, así que consiguió 100 mil pesos y se fue detrás de un primo que estaba estudiando Artes Plásticas en la Escuela de Bellas Artes de Cartagena.

Dio vueltas por aquí y por allá, estudió algo de teatro, fue actor e intentó entrar a la facultad de derecho de la UPC.

Hasta que un día pasó por la Escuela de Bellas Artes de Valledupar, se encontró con un puñado de amigos que había conocido en Cartagena y comenzó a consolidarse como director de teatro. Hoy lidera el colectivo Maderos y está empeñado en no dejar que sus esperanzas se ahoguen.

—Deiler, hermano, ¿en qué consiste la campaña Pa’ que los sueños no se mojen?

—Fue una idea motivada por algunos espectadores de Maderos que notaron que nuestras funciones resultaban afectadas por la lluvia. Los pocos recursos que genera Maderos no alcanzan para construir un techo con rapidez.

De acuerdo con nuestras cuentas, necesitamos conseguir 25 millones de pesos, con esta campaña podríamos tener el techo en el mes de abril del año entrante. Realmente creemos que si no se siguen realizando las funciones por la lluvia, podemos perder el público que hemos venido ganando con esfuerzo a lo largo de dos años y medio.

—¿Cómo se pueden hacer las donaciones?

—Se pueden realizar a través de una consignación en la cuenta Bancaria N° 523-454372-82 de Bancolombia. También pueden a acercarse a Maderos y llevarse un listado de elementos de construcción que hacen parte de la estructura del techo.

—¿Qué le aporta Maderos Teatro a Valledupar?

—Maderos es la única sala de teatro independiente de la ciudad. Nuestro primer propósito es crecer como colectivo teatral a través de una propuesta estética constante. Generamos en Valledupar la formación de un público para espectáculos de artes escénicas. La llegada de Maderos al centro histórico ha revitalizado la zona, construyendo un espacio de vida, donde un número grande de personas cada fin de semana se reconocen y dialogan con una de las artes más antiguas.

—¿Cuantas obras de teatro se han presentado en Maderos?

—A lo largo de dos años y medio se han realizado aproximadamente más de 250 funciones propias y de compañías nacionales e internacionales. Se han recibido a más de 10 mil espectadores.

—¿Qué tanta acogida ha tenido Maderos en Valledupar?

—Nuestro público ha sido permanente. Eso nos ha permitido sostener los gastos de la sala. Mucha gente que nos visita por primera vez nunca ha visto teatro y cuando lo ven regresan con más gente, como si se les revelará un tesoro que deben compartir. Ahora que nos tocó cerrar las puertas por la falta de un techo, las personas comenzaron a llamar, preguntaban cómo podían colaborar para que no cerráramos definitivamente. Esas cosas nos motivan a continuar.

—¿Desde la alcaldía de Valledupar que tipo de apoyo han recibido?

—Ninguno. Hace unos meses se rodó la premisa de comprar una casa para Maderos a través de los recursos de la ley de espectáculos. Hoy vemos al alcalde bastante motivado con el tema. Nos mandó a cotizar las casas que pueden funcionar como sede. Hasta el día de hoy hemos seguido los pasos. Esperamos con paciencia, sabemos que es una tarea difícil.

Por Carlos César Silva

@ccsilva86

 

Columnista
12 octubre, 2017

Pa’ que los sueños no se mojen

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Cesar Silva

Deiler Díaz Arzuaga llegó al teatro cuando estudiaba en el colegio, pero no le gustaba mucho, pues creía que era algo primario. Un día vio una obra que trajeron a la Casa de la Cultura, se trataba de una gente atrapada en el baño del Palacio de Justicia el día de la toma del M-19. […]


Deiler Díaz Arzuaga llegó al teatro cuando estudiaba en el colegio, pero no le gustaba mucho, pues creía que era algo primario. Un día vio una obra que trajeron a la Casa de la Cultura, se trataba de una gente atrapada en el baño del Palacio de Justicia el día de la toma del M-19. Desde entonces su concepto cambió. Entendió que lo primario era lo que hacían en el colegio y que el teatro era algo más complejo, así que consiguió 100 mil pesos y se fue detrás de un primo que estaba estudiando Artes Plásticas en la Escuela de Bellas Artes de Cartagena.

Dio vueltas por aquí y por allá, estudió algo de teatro, fue actor e intentó entrar a la facultad de derecho de la UPC.

Hasta que un día pasó por la Escuela de Bellas Artes de Valledupar, se encontró con un puñado de amigos que había conocido en Cartagena y comenzó a consolidarse como director de teatro. Hoy lidera el colectivo Maderos y está empeñado en no dejar que sus esperanzas se ahoguen.

—Deiler, hermano, ¿en qué consiste la campaña Pa’ que los sueños no se mojen?

—Fue una idea motivada por algunos espectadores de Maderos que notaron que nuestras funciones resultaban afectadas por la lluvia. Los pocos recursos que genera Maderos no alcanzan para construir un techo con rapidez.

De acuerdo con nuestras cuentas, necesitamos conseguir 25 millones de pesos, con esta campaña podríamos tener el techo en el mes de abril del año entrante. Realmente creemos que si no se siguen realizando las funciones por la lluvia, podemos perder el público que hemos venido ganando con esfuerzo a lo largo de dos años y medio.

—¿Cómo se pueden hacer las donaciones?

—Se pueden realizar a través de una consignación en la cuenta Bancaria N° 523-454372-82 de Bancolombia. También pueden a acercarse a Maderos y llevarse un listado de elementos de construcción que hacen parte de la estructura del techo.

—¿Qué le aporta Maderos Teatro a Valledupar?

—Maderos es la única sala de teatro independiente de la ciudad. Nuestro primer propósito es crecer como colectivo teatral a través de una propuesta estética constante. Generamos en Valledupar la formación de un público para espectáculos de artes escénicas. La llegada de Maderos al centro histórico ha revitalizado la zona, construyendo un espacio de vida, donde un número grande de personas cada fin de semana se reconocen y dialogan con una de las artes más antiguas.

—¿Cuantas obras de teatro se han presentado en Maderos?

—A lo largo de dos años y medio se han realizado aproximadamente más de 250 funciones propias y de compañías nacionales e internacionales. Se han recibido a más de 10 mil espectadores.

—¿Qué tanta acogida ha tenido Maderos en Valledupar?

—Nuestro público ha sido permanente. Eso nos ha permitido sostener los gastos de la sala. Mucha gente que nos visita por primera vez nunca ha visto teatro y cuando lo ven regresan con más gente, como si se les revelará un tesoro que deben compartir. Ahora que nos tocó cerrar las puertas por la falta de un techo, las personas comenzaron a llamar, preguntaban cómo podían colaborar para que no cerráramos definitivamente. Esas cosas nos motivan a continuar.

—¿Desde la alcaldía de Valledupar que tipo de apoyo han recibido?

—Ninguno. Hace unos meses se rodó la premisa de comprar una casa para Maderos a través de los recursos de la ley de espectáculos. Hoy vemos al alcalde bastante motivado con el tema. Nos mandó a cotizar las casas que pueden funcionar como sede. Hasta el día de hoy hemos seguido los pasos. Esperamos con paciencia, sabemos que es una tarea difícil.

Por Carlos César Silva

@ccsilva86