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Judicial - 17 septiembre, 2017

Murió prestamista baleado en Aguas Blancas

Familiares de la víctima rechazaron la decisión de un juez que envió a los presuntos homicidas a sus casas.

2.- En medio de la indignación, los familiares del prestamista esperaban la entrega del cadáver en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar. Foto AMP.
2.- En medio de la indignación, los familiares del prestamista esperaban la entrega del cadáver en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar. Foto AMP.
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“Estamos indignados, porque a los presuntos asesinos de mi hermano no los enviaron a la cárcel, sino que gozan del beneficio de prisión domiciliaria. Aquí en Valledupar, no hay leyes que sirvan, pero lo que sí queremos es que se haga justicia y esos delincuentes vayan a parar a una cárcel”. Así lo reveló la mañana de ayer Walberto Vivanco Castro, hermano de Humberto Alejandro, quien murió a las 11:00 de la noche del pasado viernes en la clínica Santa Isabel de Valledupar, después de desafiar la muerte desde el martes pasado, tras sobrevenirle un paro respiratorio, a raíz de una herida de bala, cuyo proyectil le afectó signos vitales.

Humberto Alejandro Vivanco Castro se encontraba en su residencia localizada en el barrio San Martín del corregimiento de Aguas Blancas, jurisdicción del municipio de Valledupar, el pasado martes, cuando llegaron cuatro hombres a bordo de una motocicleta y un automóvil con el pretexto de aprovisionar de gasolina a uno de los vehículos. El conductor de la motocicleta adquirió 10 mil pesos de combustible y le pagó con un billete de 50 mil pesos. Vivanco Castro tenía solo 30 mil pesos en uno de los bolsillos, por lo que caminar para ingresar a su vivienda, para buscar el resto del dinero para dar los vueltos, le dispararon a corta distancia.

“Estoy extrañado por la forma cómo mataron a mi hermano, porque no fue para robarle, debido a que no le quitaron nada: tenía una cadena de oro gruesa, un arma de fuego, un reloj y otras pertenencias y se las dejaron intactas. Él era una persona de bien en el pueblo, muy reconocido, solidario, juguetón y le gustaba molestar a lo bien a sus amigos. Nunca no dijo que había sido objeto de amenazas y a los clientes que le prestaba plata, son personas prestantes, con quienes él tampoco tuvo problemas cuando les cobraba”, relató uno de sus familiares.

Los dos sospechosos capturados en el puesto de control policial en Valencia de Jesús, responden a los nombres de Jamer Manuel Figueroa Meriño y Carlos Andrés Escobar Torres, quienes luego de la audiencia de legalización de captura e imputación de cargos, les profirieron medida de aseguramiento con beneficio domiciliario, mientras avanzan las investigaciones.

Quién era la víctima

Humberto Alejandro Vivanco nació hace 63 años en Arenal, Bolívar. Sus padres, Manuel Vicente Vivanco Ruiz e Iluminada Castro Muñoz se radicaron en Aguas Blancas, por cuanto ellos trabajaron cerca de 20 años con un prestante ganadero oriundo de Valledupar, que tiene fincas en esa misma región. Últimamente se dedicaba a prestar dinero y vender gasolina, dejó tres hijas de su primer hogar y vivía con Elodia Torres, con quien no tuvo hijo.

Era el penúltimo de doce hermanos, cinco de ellos ya fallecidos. El sepelio se cumplirá este domingo en el cementerio de Aguas Blancas.

Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN

 

Humberto Alejandro Vibanco Castro.

 

 

Judicial
17 septiembre, 2017

Murió prestamista baleado en Aguas Blancas

Familiares de la víctima rechazaron la decisión de un juez que envió a los presuntos homicidas a sus casas.


2.- En medio de la indignación, los familiares del prestamista esperaban la entrega del cadáver en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar. Foto AMP.
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“Estamos indignados, porque a los presuntos asesinos de mi hermano no los enviaron a la cárcel, sino que gozan del beneficio de prisión domiciliaria. Aquí en Valledupar, no hay leyes que sirvan, pero lo que sí queremos es que se haga justicia y esos delincuentes vayan a parar a una cárcel”. Así lo reveló la mañana de ayer Walberto Vivanco Castro, hermano de Humberto Alejandro, quien murió a las 11:00 de la noche del pasado viernes en la clínica Santa Isabel de Valledupar, después de desafiar la muerte desde el martes pasado, tras sobrevenirle un paro respiratorio, a raíz de una herida de bala, cuyo proyectil le afectó signos vitales.

Humberto Alejandro Vivanco Castro se encontraba en su residencia localizada en el barrio San Martín del corregimiento de Aguas Blancas, jurisdicción del municipio de Valledupar, el pasado martes, cuando llegaron cuatro hombres a bordo de una motocicleta y un automóvil con el pretexto de aprovisionar de gasolina a uno de los vehículos. El conductor de la motocicleta adquirió 10 mil pesos de combustible y le pagó con un billete de 50 mil pesos. Vivanco Castro tenía solo 30 mil pesos en uno de los bolsillos, por lo que caminar para ingresar a su vivienda, para buscar el resto del dinero para dar los vueltos, le dispararon a corta distancia.

“Estoy extrañado por la forma cómo mataron a mi hermano, porque no fue para robarle, debido a que no le quitaron nada: tenía una cadena de oro gruesa, un arma de fuego, un reloj y otras pertenencias y se las dejaron intactas. Él era una persona de bien en el pueblo, muy reconocido, solidario, juguetón y le gustaba molestar a lo bien a sus amigos. Nunca no dijo que había sido objeto de amenazas y a los clientes que le prestaba plata, son personas prestantes, con quienes él tampoco tuvo problemas cuando les cobraba”, relató uno de sus familiares.

Los dos sospechosos capturados en el puesto de control policial en Valencia de Jesús, responden a los nombres de Jamer Manuel Figueroa Meriño y Carlos Andrés Escobar Torres, quienes luego de la audiencia de legalización de captura e imputación de cargos, les profirieron medida de aseguramiento con beneficio domiciliario, mientras avanzan las investigaciones.

Quién era la víctima

Humberto Alejandro Vivanco nació hace 63 años en Arenal, Bolívar. Sus padres, Manuel Vicente Vivanco Ruiz e Iluminada Castro Muñoz se radicaron en Aguas Blancas, por cuanto ellos trabajaron cerca de 20 años con un prestante ganadero oriundo de Valledupar, que tiene fincas en esa misma región. Últimamente se dedicaba a prestar dinero y vender gasolina, dejó tres hijas de su primer hogar y vivía con Elodia Torres, con quien no tuvo hijo.

Era el penúltimo de doce hermanos, cinco de ellos ya fallecidos. El sepelio se cumplirá este domingo en el cementerio de Aguas Blancas.

Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN

 

Humberto Alejandro Vibanco Castro.