Me he tomado mi tiempo para escuchar el más reciente trabajo de Peter Manjarrés y Juan Mario de la Espriella, titulado ‘Lo que tú querías, un vallenato’, y me parece ingenioso emplear el nombre de dos canciones que vienen en el CD para ensamblar el título del trabajo musical; la verdad, suena bastante sugestivo y […]
Me he tomado mi tiempo para escuchar el más reciente trabajo de Peter Manjarrés y Juan Mario de la Espriella, titulado ‘Lo que tú querías, un vallenato’, y me parece ingenioso emplear el nombre de dos canciones que vienen en el CD para ensamblar el título del trabajo musical; la verdad, suena bastante sugestivo y a los que propugnamos por la defensa del vallenato clásico nos gusta y nos halaga que este par de artistas de altísimo nivel se tomen en serio la apuesta por aquella música que se ha atrevido a romper todos los paradigmas en el ámbito nacional; sin embargo, tampoco podemos caer en el error de algunos periodistas que han salido a decir que ahora sí Peter grabó un trabajo auténticamente vallenato.
En este trabajo vale la pena destacar que hay una amalgama interesantísima de compositores del vallenato clásico y autentico, con jóvenes de la nueva ola, que como es natural tienen otro estilo y otro público a quien llegar; no es común por estas épocas encontrar un CD vallenato que tenga composiciones de Iván Ovalle, Aurelio Núñez, Luis Egurrola, Hernando Marín, Felipe Peláez y Omar Geles y que en el mismo trabajo tengamos a Richard Daza, Neil Pertuz, Carlos Mario Parra, Franco Arguelles, Diego Daza, Julio de la Ossa, Sergio Luis Rodríguez, Daimer Sierra.
Me atrevo a afirmar que esto no es fruto del azar ni de la casualidad, sino de una planeación juiciosa y meticulosa de Peter, Juan Mario y su equipo, que le apuntaron a dos bloques de público objetivo, sin desconocer la tarea en que andamos, de hacer honor y rescatar los verdaderos aires que a ratos tratan de perderse en el confín de la modernidad y los gustos de las nuevas generaciones.
Ya se están viendo los excelentes resultados que ha tenido la propuesta de abarcar a todos los públicos que amamos al vallenato; yo sé que a las generaciones mayores nos gustaría escuchar más canciones como ‘El tiempo’, de Marín; ‘Que me perdone el amor’, de Egurrola, o ‘Incompatibles’, de Ovalle, y a su vez a los jóvenes saltar y gozar con temas como ‘La pelaíta chicle’, de Carlos Parra; ‘Mi mampana’, de Franco Arguelles, o ‘El repechaje’, de Julio de la Ossa.
A propósito de Julio de la Ossa, cuando vi su nombre en el repertorio del trabajo musical de Peter y Juan Mario, pensé que se trataba de canciones clásicas del sucreño que se coronó Rey Vallenato en 1975 y me dio gran alegría, entre otras cosas, porque tiene dos canciones en el CD, pero de inmediato llamé a uno de sus hijos, quien me informó que se trata de un nieto, lo cual es también muy relevante, porque corrobora que esta es otra de las grandes dinastías de nuestro folclor.
En resumen, felicitaciones a Peter y Juan Mario: sin duda se apuntaron un éxito rotundo, sin alejarse de lo que queremos proteger.
Por Jorge Nain Ruiz
Me he tomado mi tiempo para escuchar el más reciente trabajo de Peter Manjarrés y Juan Mario de la Espriella, titulado ‘Lo que tú querías, un vallenato’, y me parece ingenioso emplear el nombre de dos canciones que vienen en el CD para ensamblar el título del trabajo musical; la verdad, suena bastante sugestivo y […]
Me he tomado mi tiempo para escuchar el más reciente trabajo de Peter Manjarrés y Juan Mario de la Espriella, titulado ‘Lo que tú querías, un vallenato’, y me parece ingenioso emplear el nombre de dos canciones que vienen en el CD para ensamblar el título del trabajo musical; la verdad, suena bastante sugestivo y a los que propugnamos por la defensa del vallenato clásico nos gusta y nos halaga que este par de artistas de altísimo nivel se tomen en serio la apuesta por aquella música que se ha atrevido a romper todos los paradigmas en el ámbito nacional; sin embargo, tampoco podemos caer en el error de algunos periodistas que han salido a decir que ahora sí Peter grabó un trabajo auténticamente vallenato.
En este trabajo vale la pena destacar que hay una amalgama interesantísima de compositores del vallenato clásico y autentico, con jóvenes de la nueva ola, que como es natural tienen otro estilo y otro público a quien llegar; no es común por estas épocas encontrar un CD vallenato que tenga composiciones de Iván Ovalle, Aurelio Núñez, Luis Egurrola, Hernando Marín, Felipe Peláez y Omar Geles y que en el mismo trabajo tengamos a Richard Daza, Neil Pertuz, Carlos Mario Parra, Franco Arguelles, Diego Daza, Julio de la Ossa, Sergio Luis Rodríguez, Daimer Sierra.
Me atrevo a afirmar que esto no es fruto del azar ni de la casualidad, sino de una planeación juiciosa y meticulosa de Peter, Juan Mario y su equipo, que le apuntaron a dos bloques de público objetivo, sin desconocer la tarea en que andamos, de hacer honor y rescatar los verdaderos aires que a ratos tratan de perderse en el confín de la modernidad y los gustos de las nuevas generaciones.
Ya se están viendo los excelentes resultados que ha tenido la propuesta de abarcar a todos los públicos que amamos al vallenato; yo sé que a las generaciones mayores nos gustaría escuchar más canciones como ‘El tiempo’, de Marín; ‘Que me perdone el amor’, de Egurrola, o ‘Incompatibles’, de Ovalle, y a su vez a los jóvenes saltar y gozar con temas como ‘La pelaíta chicle’, de Carlos Parra; ‘Mi mampana’, de Franco Arguelles, o ‘El repechaje’, de Julio de la Ossa.
A propósito de Julio de la Ossa, cuando vi su nombre en el repertorio del trabajo musical de Peter y Juan Mario, pensé que se trataba de canciones clásicas del sucreño que se coronó Rey Vallenato en 1975 y me dio gran alegría, entre otras cosas, porque tiene dos canciones en el CD, pero de inmediato llamé a uno de sus hijos, quien me informó que se trata de un nieto, lo cual es también muy relevante, porque corrobora que esta es otra de las grandes dinastías de nuestro folclor.
En resumen, felicitaciones a Peter y Juan Mario: sin duda se apuntaron un éxito rotundo, sin alejarse de lo que queremos proteger.
Por Jorge Nain Ruiz