Esta semana el periodista Felipe Zuleta Lleras, publicó una columna en El Espectador que causó mucho revuelo por el alto contenido discriminatorio “Y es que Twitter les hace creer que pueden hablar con uno por el solo hecho de ponerle el @ y el nombre, y que eso los deja en igualdad con uno para […]
Esta semana el periodista Felipe Zuleta Lleras, publicó una columna en El Espectador que causó mucho revuelo por el alto contenido discriminatorio “Y es que Twitter les hace creer que pueden hablar con uno por el solo hecho de ponerle el @ y el nombre, y que eso los deja en igualdad con uno para hablar de tú a tú (…) Twitter no les da lo que natura les negó”. Para justificarse, Sir Felipe III, dice que Twitter es como la casa de uno, entra quien quiere. Pero no es así, la comparación no es válida, es totalmente lo contrario, es un estadio virtual donde hay de todo, hasta barras bravas y si las provocas te atacan, pero también te encuentras gente inteligente que va a ver un espectáculo maravilloso de comunicación, si vas es a pelear, te vuelves loco; hay que entenderla como una red que permite crecer, transmitir y recibir información de diversos temas. Las personas que no toleran Twitter por su horizontalidad, son las mismas que no comen fritanga en El Campín, tampoco van a un concierto si no están en zona VIP, ni a la ciclovía porque es popular.
Lo más absurdo es que Sir Felipe III, discrimina, siendo homosexual, cuando por su condición debería ser más abierto y tolerante al racismo, no tanto al clasismo porque ahí nació, de la estirpe Lleras, la misma que ha vivido del Estado y se beneficia de corruptos, aunque después que caen no los conocen; la misma que le quitó en el 70, la presidencia al General Rojas; de esa que le da coscorrones a los escoltas; Sir Felipe III, es de la misma cuerda del plebeyo Vladdo que opinan, critican pero son débiles para recibir de lo mismo, no les gusta que se metan con ellos, ni con insultos, ni con critica perspicaz, ni con nada. No entienden que el columnista debe estar blindado, incluso si le dicen “violador de niños” y llego a Samper Ospina, que botó el chupo con Uribe, a sabiendas de que él provoca a diario, se dejó provocar; nadie daña la honra de otro y menos con una calumnia, ni si viene de Uribe y sus millones de fanáticos.
Sir Felipe III exige respeto, pero desde de su cuenta trataba de pichurria y otra clase de epítetos, muestra de que hasta los Lores y Sires de El Chicó, tienen sangre plebeya; casi a diario, en Blu Radio se le sale una que otra vulgaridad que da pena ajena. El periodismo tiene una única razón de ser: la gente. Los periodistas que se sienten superiores, no han entendido nada del oficio, algunos no están leyendo el momento comunicativo del mundo y se están aislando de una herramienta actual, masiva, gratis, dinámica. Trump es Presidente, entre otras, por las redes y también Obama las aprovechó muchísimo, el único que no pudo fue Mockus por que se escachó en los debates. Los medios siempre serán más confiables que las redes, pero no se puede entrar en la descalificación como hace en cuanto foro va, Alejandro Santos, Director de Revista Semana, pareciera que sienten celos de la herramienta que masifica la información que antes ellos concentraban, así es la tecnología cambia formas, pasó en la música, en la televisión, etc.
No sé cómo pretende Sir Felipe III irse a vivir a Barranquilla, donde la gente es totalmente opuesta a lo que es él, alegre, festiva y espontanea; nunca sabrá lo que es bailar o enmaicenarse en Rebolo, menos tomarse un jugo en la frutera de la 76. En fin, creo que la salida de Zuleta no alcanzó para ocasionar el desplome de las acciones de Twitter en Wall Street, ni acabará la red como pronosticó en su calidad de vidente, pero sí dejó una importante lección, sobre como a un columnista pueden traicionarlo su propias letras, hasta llegar a convertirse en sus perores enemigas.
@JACOBOSOLANOC
Esta semana el periodista Felipe Zuleta Lleras, publicó una columna en El Espectador que causó mucho revuelo por el alto contenido discriminatorio “Y es que Twitter les hace creer que pueden hablar con uno por el solo hecho de ponerle el @ y el nombre, y que eso los deja en igualdad con uno para […]
Esta semana el periodista Felipe Zuleta Lleras, publicó una columna en El Espectador que causó mucho revuelo por el alto contenido discriminatorio “Y es que Twitter les hace creer que pueden hablar con uno por el solo hecho de ponerle el @ y el nombre, y que eso los deja en igualdad con uno para hablar de tú a tú (…) Twitter no les da lo que natura les negó”. Para justificarse, Sir Felipe III, dice que Twitter es como la casa de uno, entra quien quiere. Pero no es así, la comparación no es válida, es totalmente lo contrario, es un estadio virtual donde hay de todo, hasta barras bravas y si las provocas te atacan, pero también te encuentras gente inteligente que va a ver un espectáculo maravilloso de comunicación, si vas es a pelear, te vuelves loco; hay que entenderla como una red que permite crecer, transmitir y recibir información de diversos temas. Las personas que no toleran Twitter por su horizontalidad, son las mismas que no comen fritanga en El Campín, tampoco van a un concierto si no están en zona VIP, ni a la ciclovía porque es popular.
Lo más absurdo es que Sir Felipe III, discrimina, siendo homosexual, cuando por su condición debería ser más abierto y tolerante al racismo, no tanto al clasismo porque ahí nació, de la estirpe Lleras, la misma que ha vivido del Estado y se beneficia de corruptos, aunque después que caen no los conocen; la misma que le quitó en el 70, la presidencia al General Rojas; de esa que le da coscorrones a los escoltas; Sir Felipe III, es de la misma cuerda del plebeyo Vladdo que opinan, critican pero son débiles para recibir de lo mismo, no les gusta que se metan con ellos, ni con insultos, ni con critica perspicaz, ni con nada. No entienden que el columnista debe estar blindado, incluso si le dicen “violador de niños” y llego a Samper Ospina, que botó el chupo con Uribe, a sabiendas de que él provoca a diario, se dejó provocar; nadie daña la honra de otro y menos con una calumnia, ni si viene de Uribe y sus millones de fanáticos.
Sir Felipe III exige respeto, pero desde de su cuenta trataba de pichurria y otra clase de epítetos, muestra de que hasta los Lores y Sires de El Chicó, tienen sangre plebeya; casi a diario, en Blu Radio se le sale una que otra vulgaridad que da pena ajena. El periodismo tiene una única razón de ser: la gente. Los periodistas que se sienten superiores, no han entendido nada del oficio, algunos no están leyendo el momento comunicativo del mundo y se están aislando de una herramienta actual, masiva, gratis, dinámica. Trump es Presidente, entre otras, por las redes y también Obama las aprovechó muchísimo, el único que no pudo fue Mockus por que se escachó en los debates. Los medios siempre serán más confiables que las redes, pero no se puede entrar en la descalificación como hace en cuanto foro va, Alejandro Santos, Director de Revista Semana, pareciera que sienten celos de la herramienta que masifica la información que antes ellos concentraban, así es la tecnología cambia formas, pasó en la música, en la televisión, etc.
No sé cómo pretende Sir Felipe III irse a vivir a Barranquilla, donde la gente es totalmente opuesta a lo que es él, alegre, festiva y espontanea; nunca sabrá lo que es bailar o enmaicenarse en Rebolo, menos tomarse un jugo en la frutera de la 76. En fin, creo que la salida de Zuleta no alcanzó para ocasionar el desplome de las acciones de Twitter en Wall Street, ni acabará la red como pronosticó en su calidad de vidente, pero sí dejó una importante lección, sobre como a un columnista pueden traicionarlo su propias letras, hasta llegar a convertirse en sus perores enemigas.
@JACOBOSOLANOC