El Hospital Rosario Pumarejo de López es la primera opción del claustro universitario para implementar la facultad de Medicina.
Como nunca antes se había dado, los directivos académicos de la Universidad Nacional de Colombia llegaron a Valledupar; inspeccionaron las obras del campus La Paz, sirvieron de garantes en la instalación de una veeduría ciudadana y superaron la desconfianza existente hacia l administración departamental, liderada por Francisco Ovalle Angarita.
Ese mensaje fue del rector Ignacio Mantilla Prada, evidenciando un claro distanciamiento con las fuerzas políticas que planificaron la construcción de la Universidad Nacional en el Cesar, para la cual inyectaron en primera ocasión cerca de $33.000 millones, sin lograr el objetivo de ponerla en servicio.
Mantilla Prada estuvo en la capital del Cesar en compañía del vicerrector académico, Juan Manuel Tejeiro; Carlos Garzón Gaitán, vicerrector general; José Ismael Peña Reyes, decano de la Facultad de Ingeniería, sede Bogotá; Julio Esteban Colmenares, director de la interventoría en la obra; Rafael Ángel Cruz, director técnico de la interventoría, y Diana Rodríguez, abogada.
Y fue claro el rector de la Nacional al decir: “la universidad no solamente se encargará de formación de pregrado y posgrado; la universidad no viene al Cesar a competir, ni mucho menos a buscar posicionarse porque realmente es la primera del país, lo acaba de decir el ranking QS, somos la primera universidad de Colombia y la séptima de Latinoamérica”.
Anualmente, cerca de 120.000 estudiantes buscan un cupo en esta alma máter y únicamente reciben 10.000. Eso significa que la Universidad Nacional tiene sobredemanda de ofertas, por eso su rector indicó que desde este departamento tienen previsto ofertar unos programas que son presenciales, “pero no todo el tiempo en el Cesar”, haciendo referencia a admisión y movilidad académica, en los que unos educandos compiten entre ellos, permanecen dos años en la sede y reciben los cursos básicos del ciclo común de las carreras en ciencias, ciencias humanas e idiomas. En la sede La Paz aspiran albergar unos 2.300 estudiantes, y en una segunda podrán completar la cifra de 5.500.
Una de las noticias más interesantes para el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle, hecha por Ignacio Mantilla Prada, fue la puesta en marcha del Hospital Rosario Pumarejo como un hospital universitario.
“Sería una puesta muy importante, no solamente para la formación académica que necesita la región, sino adicionalmente estaría haciéndose un aporte a la salud porque tendrían ese laboratorio, un hospital de nivel tres, que la universidad podría empezar a utilizar para la formación de sus estudiantes como médicos y algunas especializaciones, pero sirve también de movilidad académica y de profesores entre las facultades que tenemos en Bogotá y la del Cesar”, resaltó Mantilla Prada.
Y no sería una improvisación, la Universidad Nacional ya envió hace unos meses la comisión de la Facultad de Medicina a Valledupar a los hospitales y clínicas de la capital del Cesar, con el fin de analizar las opciones que necesitan para iniciar en el área de salud los primeros programas.
Puertas abiertas
Armando Almeira Quiroz, gerente del Hospital Rosario Pumarejo de López, en diálogo con EL PILÓN explicó que existen acercamientos con la Universidad Nacional para convertir la entidad en un centro al servicio de los estudiantes.
“Que mejor convertirnos es un hospital universitario de la Universidad Nacional, eso no solamente traería para con nosotros la buena formación a que está acostumbrada la universidad a entregar a sus estudiantes, sino que también nos traería el adelanto tecnológico y científico que necesitamos”, sostuvo Almeira Quiroz.
Explicó que hubo una reunión con el decano de la Facultad de Medicina y otros funcionarios, pero hasta el momento no han llegado a un acuerdo.
“Durante la visita comprobaron que el hospital cumplía con todas las características y tenía las condiciones para ser un hospital universitario, naturalmente con unos ajustes desde el punto de vista tecnológico y académico. Es una conversación general y no se ha concretado. Aquí estamos de puertas abiertas a la Universidad Nacional”, confirmó.
La primera fase de esta importante obra educativa comprende la construcción de 26 aulas, una cafetería y una biblioteca; además de zonas verdes, parqueaderos y área administrativa. El contrato está a cargo de la Unión Temporal Uninal Cesar, que tiene como representante legal a Javier Bernardo Varela De Ávila. La inversión supera los $50.000 millones.
Ayer, miércoles, la Asamblea del Cesar realizó un debate en base a los retrasos de la Universidad Nacional. El contratista Unión Temporal Uninal Cesar no hizo presencia en el recinto.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
El Hospital Rosario Pumarejo de López es la primera opción del claustro universitario para implementar la facultad de Medicina.
Como nunca antes se había dado, los directivos académicos de la Universidad Nacional de Colombia llegaron a Valledupar; inspeccionaron las obras del campus La Paz, sirvieron de garantes en la instalación de una veeduría ciudadana y superaron la desconfianza existente hacia l administración departamental, liderada por Francisco Ovalle Angarita.
Ese mensaje fue del rector Ignacio Mantilla Prada, evidenciando un claro distanciamiento con las fuerzas políticas que planificaron la construcción de la Universidad Nacional en el Cesar, para la cual inyectaron en primera ocasión cerca de $33.000 millones, sin lograr el objetivo de ponerla en servicio.
Mantilla Prada estuvo en la capital del Cesar en compañía del vicerrector académico, Juan Manuel Tejeiro; Carlos Garzón Gaitán, vicerrector general; José Ismael Peña Reyes, decano de la Facultad de Ingeniería, sede Bogotá; Julio Esteban Colmenares, director de la interventoría en la obra; Rafael Ángel Cruz, director técnico de la interventoría, y Diana Rodríguez, abogada.
Y fue claro el rector de la Nacional al decir: “la universidad no solamente se encargará de formación de pregrado y posgrado; la universidad no viene al Cesar a competir, ni mucho menos a buscar posicionarse porque realmente es la primera del país, lo acaba de decir el ranking QS, somos la primera universidad de Colombia y la séptima de Latinoamérica”.
Anualmente, cerca de 120.000 estudiantes buscan un cupo en esta alma máter y únicamente reciben 10.000. Eso significa que la Universidad Nacional tiene sobredemanda de ofertas, por eso su rector indicó que desde este departamento tienen previsto ofertar unos programas que son presenciales, “pero no todo el tiempo en el Cesar”, haciendo referencia a admisión y movilidad académica, en los que unos educandos compiten entre ellos, permanecen dos años en la sede y reciben los cursos básicos del ciclo común de las carreras en ciencias, ciencias humanas e idiomas. En la sede La Paz aspiran albergar unos 2.300 estudiantes, y en una segunda podrán completar la cifra de 5.500.
Una de las noticias más interesantes para el gobernador del Cesar, Francisco Ovalle, hecha por Ignacio Mantilla Prada, fue la puesta en marcha del Hospital Rosario Pumarejo como un hospital universitario.
“Sería una puesta muy importante, no solamente para la formación académica que necesita la región, sino adicionalmente estaría haciéndose un aporte a la salud porque tendrían ese laboratorio, un hospital de nivel tres, que la universidad podría empezar a utilizar para la formación de sus estudiantes como médicos y algunas especializaciones, pero sirve también de movilidad académica y de profesores entre las facultades que tenemos en Bogotá y la del Cesar”, resaltó Mantilla Prada.
Y no sería una improvisación, la Universidad Nacional ya envió hace unos meses la comisión de la Facultad de Medicina a Valledupar a los hospitales y clínicas de la capital del Cesar, con el fin de analizar las opciones que necesitan para iniciar en el área de salud los primeros programas.
Puertas abiertas
Armando Almeira Quiroz, gerente del Hospital Rosario Pumarejo de López, en diálogo con EL PILÓN explicó que existen acercamientos con la Universidad Nacional para convertir la entidad en un centro al servicio de los estudiantes.
“Que mejor convertirnos es un hospital universitario de la Universidad Nacional, eso no solamente traería para con nosotros la buena formación a que está acostumbrada la universidad a entregar a sus estudiantes, sino que también nos traería el adelanto tecnológico y científico que necesitamos”, sostuvo Almeira Quiroz.
Explicó que hubo una reunión con el decano de la Facultad de Medicina y otros funcionarios, pero hasta el momento no han llegado a un acuerdo.
“Durante la visita comprobaron que el hospital cumplía con todas las características y tenía las condiciones para ser un hospital universitario, naturalmente con unos ajustes desde el punto de vista tecnológico y académico. Es una conversación general y no se ha concretado. Aquí estamos de puertas abiertas a la Universidad Nacional”, confirmó.
La primera fase de esta importante obra educativa comprende la construcción de 26 aulas, una cafetería y una biblioteca; además de zonas verdes, parqueaderos y área administrativa. El contrato está a cargo de la Unión Temporal Uninal Cesar, que tiene como representante legal a Javier Bernardo Varela De Ávila. La inversión supera los $50.000 millones.
Ayer, miércoles, la Asamblea del Cesar realizó un debate en base a los retrasos de la Universidad Nacional. El contratista Unión Temporal Uninal Cesar no hizo presencia en el recinto.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]