el joven de 18 años de edad, salió con su hermano menor a celebrar sus 10 años junto a otros amigos.
“Me han arrancado la mitad de mi vida, mi hijo se murió muy temprano, comenzando su proyecto de vida; es algo inexplicable, inesperado y raro que nos deja un gran vacío en casa y en mi familia”, dijo Leonardo Fabio Jiménez González, mientras esperaba en la morgue de Medicina Legal de Valledupar, que le entregaran el cadáver de su hijo, Rafael Andrés Jiménez Arroyo, quien murió en extrañas circunstancias.
Explicó que su hijo, de 18 años de edad, salió con su hermano menor a celebrar sus 10 años junto a otros amigos. Llegaron a uno de los centros comerciales de la ciudad, donde comieron, entraron a cine y a las 12:00 de la noche llegaron a la casa.
“Me dijo papá, estoy mamao, anduvimos demasiado”, y se acostó a dormir de inmediato solo en su habitación.
“Él tenía problemas neurológicos (migraña) y el médico le había formulado unos medicamentos, pero ese día, ni en la noche tomó pastillas, porque solo lo hacía cuando le daba dolor de cabeza y ese día él estaba muy contento porque su hermano estaba de cumpleaños, no le dolió la cabeza y por consiguiente no tomó medicamentos. Se acostó como de costumbre y todos los días se levantaba a las 5:30 de la mañana para llevar a su hermano al colegio y este jueves no lo hizo y eso nos preocupó. Fuimos hasta su habitación y lo encontramos con el cuerpo distendido. Tenía babaza en la boca y por el tiempo ya estaba seca. De inmediato llamamos a la Policía para la diligencia del levantamiento del cadáver, nosotros queremos saber las verdaderas causas de su muerte y por ello ordenamos a que le practicaran la necropsia, tenemos dudas”, señaló el progenitor del joven.
El sepelio se cumplirá en horas de la tarde de este sábado en el cementerio municipal de San Diego, su tierra natal.
Rafael Andrés, tenía 18 años, oriundo de San Diego, Cesar y se había radicado con sus padres en la urbanización La Riviera, localizada en el suroriente de Valledupar.
Había terminado bachillerato en el 2016 en el colegio Loperena Central de Valledupar, había adquirido el PIN para ingresar a estudiar Comercio Internacional en la Universidad Popular del Cesar. Sus familiares lo consideraron como un joven carismático, alegre, cariñoso, creativo, rumbero, divertido, buen hijo, buen amigo. Era hijo de Leonardo Fabio y Keyla Mereth, el mayor de tres hermanos.
Por Abdel Martínez Pérez
el joven de 18 años de edad, salió con su hermano menor a celebrar sus 10 años junto a otros amigos.
“Me han arrancado la mitad de mi vida, mi hijo se murió muy temprano, comenzando su proyecto de vida; es algo inexplicable, inesperado y raro que nos deja un gran vacío en casa y en mi familia”, dijo Leonardo Fabio Jiménez González, mientras esperaba en la morgue de Medicina Legal de Valledupar, que le entregaran el cadáver de su hijo, Rafael Andrés Jiménez Arroyo, quien murió en extrañas circunstancias.
Explicó que su hijo, de 18 años de edad, salió con su hermano menor a celebrar sus 10 años junto a otros amigos. Llegaron a uno de los centros comerciales de la ciudad, donde comieron, entraron a cine y a las 12:00 de la noche llegaron a la casa.
“Me dijo papá, estoy mamao, anduvimos demasiado”, y se acostó a dormir de inmediato solo en su habitación.
“Él tenía problemas neurológicos (migraña) y el médico le había formulado unos medicamentos, pero ese día, ni en la noche tomó pastillas, porque solo lo hacía cuando le daba dolor de cabeza y ese día él estaba muy contento porque su hermano estaba de cumpleaños, no le dolió la cabeza y por consiguiente no tomó medicamentos. Se acostó como de costumbre y todos los días se levantaba a las 5:30 de la mañana para llevar a su hermano al colegio y este jueves no lo hizo y eso nos preocupó. Fuimos hasta su habitación y lo encontramos con el cuerpo distendido. Tenía babaza en la boca y por el tiempo ya estaba seca. De inmediato llamamos a la Policía para la diligencia del levantamiento del cadáver, nosotros queremos saber las verdaderas causas de su muerte y por ello ordenamos a que le practicaran la necropsia, tenemos dudas”, señaló el progenitor del joven.
El sepelio se cumplirá en horas de la tarde de este sábado en el cementerio municipal de San Diego, su tierra natal.
Rafael Andrés, tenía 18 años, oriundo de San Diego, Cesar y se había radicado con sus padres en la urbanización La Riviera, localizada en el suroriente de Valledupar.
Había terminado bachillerato en el 2016 en el colegio Loperena Central de Valledupar, había adquirido el PIN para ingresar a estudiar Comercio Internacional en la Universidad Popular del Cesar. Sus familiares lo consideraron como un joven carismático, alegre, cariñoso, creativo, rumbero, divertido, buen hijo, buen amigo. Era hijo de Leonardo Fabio y Keyla Mereth, el mayor de tres hermanos.
Por Abdel Martínez Pérez