Nadie ignora que Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos Calderón, Alejandro Ordóñez Maldonado y todos sus allegados son corruptos y cínicos a ultranza; sin embargo, estos tres personajes tan impúdicos, por múltiples circunstancias tienen seguidores en todos los ámbitos del país. Además, también se sabe que el idealismo de los tres en mención es la […]
Nadie ignora que Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos Calderón, Alejandro Ordóñez Maldonado y todos sus allegados son corruptos y cínicos a ultranza; sin embargo, estos tres personajes tan impúdicos, por múltiples circunstancias tienen seguidores en todos los ámbitos del país.
Además, también se sabe que el idealismo de los tres en mención es la ambición de poder y por ende no desperdician las oportunidades con tal de conservar el caciquismo que han logrado conseguir con todo tipo de artimañas.
Tanto Álvaro Uribe Vélez como Alejandro Ordóñez Maldonado, aprovechando el alto inconformismo que ha provocado el gobierno del presidente Juan Manuel Santos Calderón, convocaron al pueblo colombiano a una marcha de protesta contra la corrupción del Presidente y no hacia la de ellos.
Afanados han querido enmendar tremendo exabrupto, pero ni siquiera sus áulicos más recalcitrantes han podido apaciguar la ira del pueblo causada por tal propuesta. Es tanta la furia, que el tiro contra el presidente JM Santos les salió por la culata, ya que la convocatoria de la marcha para el próximo primero de abril se les ha convertido en un peligroso bumerang, porque intentando menoscabar al Presidente igual o peor han quedado ellos. No en vano está el refrán popular que dice: quienes tengan rabo de paja que no se acerquen a la candela.
El populismo de Álvaro Uribe Vélez y Alejandro Ordóñez Maldonado es peligroso para el país, sin duda alguna favorece las aspiraciones de la izquierda que ellos con mucho empeño combaten. Gustavo Petro, Jorge Enrique Robledo, ‘Timochenko’, ‘Iván Márquez’ y hasta Claudia López Hernández deben estar alegres, pues este populismo insulso los acerca al poder de nuestro país.
Germán Vargas Lleras tampoco sale bien librado de la Vicepresidencia como candidato presidencial para el cuatrienio 2018-2022, porque si bien hasta ahora no está implicado en el escándalo de Odebrecht, todos los colombianos estamos convencidos de que ha salido con los bolsillos llenos de las coimas por la construcción de las viviendas gratis, lo cual le alcanza para financiar su campaña presidencial.
La gente trabajadora de Colombia que es su población decente, no es comunista ni quiere este régimen. Anhela vivir en paz ganándose el sustento con trabajo digno, sin maltratos ni injusticias, con diversiones sanas, educación de calidad para sus hijos, oportuna atención de la salud, buenos servicios domiciliarios y saneamiento básico adecuado con protección del medio ambiente.
La gente decente está cansada de los avivatos que se roban el erario, dejando a los más pobres en peores condiciones, con menos oportunidades laborales, educativas y alimenticias. Si nuestros dirigentes siguen siendo vivarachos, más temprano que tarde serán repudiados y cambiados por las nuevas generaciones, de la cual en verdad, no se sabe que pensamientos o ideologías tendrán, lo cierto es que dependen mucho del legado que les dejamos nosotros.
[email protected]
Nadie ignora que Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos Calderón, Alejandro Ordóñez Maldonado y todos sus allegados son corruptos y cínicos a ultranza; sin embargo, estos tres personajes tan impúdicos, por múltiples circunstancias tienen seguidores en todos los ámbitos del país. Además, también se sabe que el idealismo de los tres en mención es la […]
Nadie ignora que Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos Calderón, Alejandro Ordóñez Maldonado y todos sus allegados son corruptos y cínicos a ultranza; sin embargo, estos tres personajes tan impúdicos, por múltiples circunstancias tienen seguidores en todos los ámbitos del país.
Además, también se sabe que el idealismo de los tres en mención es la ambición de poder y por ende no desperdician las oportunidades con tal de conservar el caciquismo que han logrado conseguir con todo tipo de artimañas.
Tanto Álvaro Uribe Vélez como Alejandro Ordóñez Maldonado, aprovechando el alto inconformismo que ha provocado el gobierno del presidente Juan Manuel Santos Calderón, convocaron al pueblo colombiano a una marcha de protesta contra la corrupción del Presidente y no hacia la de ellos.
Afanados han querido enmendar tremendo exabrupto, pero ni siquiera sus áulicos más recalcitrantes han podido apaciguar la ira del pueblo causada por tal propuesta. Es tanta la furia, que el tiro contra el presidente JM Santos les salió por la culata, ya que la convocatoria de la marcha para el próximo primero de abril se les ha convertido en un peligroso bumerang, porque intentando menoscabar al Presidente igual o peor han quedado ellos. No en vano está el refrán popular que dice: quienes tengan rabo de paja que no se acerquen a la candela.
El populismo de Álvaro Uribe Vélez y Alejandro Ordóñez Maldonado es peligroso para el país, sin duda alguna favorece las aspiraciones de la izquierda que ellos con mucho empeño combaten. Gustavo Petro, Jorge Enrique Robledo, ‘Timochenko’, ‘Iván Márquez’ y hasta Claudia López Hernández deben estar alegres, pues este populismo insulso los acerca al poder de nuestro país.
Germán Vargas Lleras tampoco sale bien librado de la Vicepresidencia como candidato presidencial para el cuatrienio 2018-2022, porque si bien hasta ahora no está implicado en el escándalo de Odebrecht, todos los colombianos estamos convencidos de que ha salido con los bolsillos llenos de las coimas por la construcción de las viviendas gratis, lo cual le alcanza para financiar su campaña presidencial.
La gente trabajadora de Colombia que es su población decente, no es comunista ni quiere este régimen. Anhela vivir en paz ganándose el sustento con trabajo digno, sin maltratos ni injusticias, con diversiones sanas, educación de calidad para sus hijos, oportuna atención de la salud, buenos servicios domiciliarios y saneamiento básico adecuado con protección del medio ambiente.
La gente decente está cansada de los avivatos que se roban el erario, dejando a los más pobres en peores condiciones, con menos oportunidades laborales, educativas y alimenticias. Si nuestros dirigentes siguen siendo vivarachos, más temprano que tarde serán repudiados y cambiados por las nuevas generaciones, de la cual en verdad, no se sabe que pensamientos o ideologías tendrán, lo cierto es que dependen mucho del legado que les dejamos nosotros.
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