El niño empezó a imitar las piruetas en moto que hacían sus vecinos en la calle, cuando tan solo tenía un año.
“Tiene sangre de hierro. Tiene nervios de acero, ese niño es un fenómeno de la motocicleta”, fueron los murmullos llenos de admiración provenientes desde las gradería del patinódromo municipal de Valledupar, donde se realizó el Primer Encuentro Regional de Motociclismo.
Se traba del niño Julio Molano, un cucuteño que a sus cinco años tiene un gran bagaje sobre ruedas, posee una destreza admirable a la hora de montar su pequeño vehículo. La única retribución que espera de quienes ven sus espectáculos son los aplausos.
La función inicia con un movimiento de caballito, sigue con un ‘endo’, inclina la moto hacia adelante, y culmina con un ‘derraper’, posteriormente le da la vuelta en una sola rueda. Acto seguido pide un aplauso al público para seguir con la demostración.
En sus calentamientos previos paralizó a más de uno en el parque de Garupal. El ruido de los motores y un piloto escondido debajo de un casco moderno colmaron la admiración entre los amantes a la adrenalina y la acrobacia de alto cilindraje.
“A nosotros no nos invitaron pero venimos a mostrar el talento de mi hijo, es un niño talento de la velocidad, nosotros tenemos un taller en Cúcuta y ahí nació su inclinación por las acrobacias en moto”, aseguró el padre del menor que cursa primero de primaria.
“Este es un deporte extremo, obviamente debe tener todos los protocolos de protección como casco, rodillera y guantes, en eso soy muy cuidadoso porque esta disciplina es un riesgo”, advirtió.
Sus acrobacias se han paseado por el Canal Telemundo de Miami, inclusos en países como México y España el niño Julio Molano es noticia. Lo llaman ‘Tuerca Stunt’, un talento cuyas destrezas nacieron en una motocicleta de baterías y llantas de plástico.
El niño empezó a imitar las piruetas en moto que hacían sus vecinos en la calle, cuando tan solo tenía un año. Hoy tiene la astucia de un adulto a la hora de maniobrar su pequeño vehículo.
La pasión por las motos la lleva en la sangre, su padre mecánico de motos y aficionado al motocross y madre también practica stunt.
Por Nibaldo Bustamante/EL PILÓN
El niño empezó a imitar las piruetas en moto que hacían sus vecinos en la calle, cuando tan solo tenía un año.
“Tiene sangre de hierro. Tiene nervios de acero, ese niño es un fenómeno de la motocicleta”, fueron los murmullos llenos de admiración provenientes desde las gradería del patinódromo municipal de Valledupar, donde se realizó el Primer Encuentro Regional de Motociclismo.
Se traba del niño Julio Molano, un cucuteño que a sus cinco años tiene un gran bagaje sobre ruedas, posee una destreza admirable a la hora de montar su pequeño vehículo. La única retribución que espera de quienes ven sus espectáculos son los aplausos.
La función inicia con un movimiento de caballito, sigue con un ‘endo’, inclina la moto hacia adelante, y culmina con un ‘derraper’, posteriormente le da la vuelta en una sola rueda. Acto seguido pide un aplauso al público para seguir con la demostración.
En sus calentamientos previos paralizó a más de uno en el parque de Garupal. El ruido de los motores y un piloto escondido debajo de un casco moderno colmaron la admiración entre los amantes a la adrenalina y la acrobacia de alto cilindraje.
“A nosotros no nos invitaron pero venimos a mostrar el talento de mi hijo, es un niño talento de la velocidad, nosotros tenemos un taller en Cúcuta y ahí nació su inclinación por las acrobacias en moto”, aseguró el padre del menor que cursa primero de primaria.
“Este es un deporte extremo, obviamente debe tener todos los protocolos de protección como casco, rodillera y guantes, en eso soy muy cuidadoso porque esta disciplina es un riesgo”, advirtió.
Sus acrobacias se han paseado por el Canal Telemundo de Miami, inclusos en países como México y España el niño Julio Molano es noticia. Lo llaman ‘Tuerca Stunt’, un talento cuyas destrezas nacieron en una motocicleta de baterías y llantas de plástico.
El niño empezó a imitar las piruetas en moto que hacían sus vecinos en la calle, cuando tan solo tenía un año. Hoy tiene la astucia de un adulto a la hora de maniobrar su pequeño vehículo.
La pasión por las motos la lleva en la sangre, su padre mecánico de motos y aficionado al motocross y madre también practica stunt.
Por Nibaldo Bustamante/EL PILÓN