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Columnista - 16 febrero, 2017

¿Qué viene para el fiscal?

Respondí en el silencio de la impotencia la pregunta que le hicieron en una entrevista radial al senador Jorge Robledo, a propósito de sus denuncias ante la Procuraduría General de la Nación y la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes contra Néstor Humberto Martínez Neira, por considerar que violó el régimen de inhabilidades consagrado en la Ley […]

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Respondí en el silencio de la impotencia la pregunta que le hicieron en una entrevista radial al senador Jorge Robledo, a propósito de sus denuncias ante la Procuraduría General de la Nación y la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes contra Néstor Humberto Martínez Neira, por considerar que violó el régimen de inhabilidades consagrado en la Ley 1437 del 2011 al aprobar como ministro de la Presidencia el Conpes 3817 y conocer como fiscal las investigaciones del escándalo Odebrecht.

Considera el congresista Robledo que el fiscal es ‘el ratón que cuida el queso’, por cuanto hoy atiende directamente las investigaciones cuando anteriormente aprobó el Conpes que permitió adicionar un billón de pesos al Proyecto Vial Autopista Ruta del Sol que obtuvo  sin licitación la multinacional brasilera, además de brindar asesoría legal e institucional, por medio de la firma Martínez Neira Abogados, al Grupo Aval del banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo, propietario de Corficolombiana, la cual oficia como banca de inversión al proyecto que busca recuperar la navegabilidad del rio Magdalena, otorgado sospechosamente al Consorcio Navelena, integrado por Valorcom de la familia Gerlein y Odebrecht.

En este contexto son válidas las dudas de que el fiscal “podría estar tomando decisiones de conveniencia para sus actividades económicas y privadas”, sobre todo cuando el proceso se ha ido deformando, inicialmente anunció con bombos y platillos que la cuestionada constructora le habría financiado un asesor a la campaña del doctor Oscar Iván Zuluaga, viaje a Brasil incluido, luego que un millón de dólares pudo haber entrado a la gerencia de la campaña del presidente Santos, matando así al escándalo anterior, de inmediato y caprichosamente remitió esta investigación al Consejo Nacional Electoral cuando debió ser también a la Comisión de Acusaciones, así algunos la llamen de Absoluciones. Resultado, el revuelo mediático de la indagación penal quedó como una ligereza del fiscal.

Mientras tanto el exsenador Otto Bula Bula pasó de ser participante en un multimillonario cohecho a simple comisionista y como por arte de magia, de la mermelada, del temor a ser extraditado a Estados Unidos o de un pre acuerdo con la Fiscalía, aseguró ante el CNE que no le constaba el ingreso del dinero a la campaña reeleccionista del presidente. Por su parte, algunos sectores de la prensa capitalina afirman que el doctor Roberto Prieto revelará en pocos días el verdadero artífice de la reunión entre Bula y Andrés Giraldo, al parecer un personaje con ascendencia en congresistas costeños y que, aunque no lo haya tocado la justicia, ha estado involucrado en otros escándalos. Será esperar.

Entonces ¿qué viene para el fiscal?, pues nada, las denuncias del senador Robledo y este tipo de investigaciones del ente acusador se cubrirán en la impunidad de un simple “a mis espaldas”, porque en nuestro país se hizo axioma el postulado del filósofo criollo que dice, “más vale un centímetro de relación que un kilómetro de jurisprudencia”. Un abrazo.

[email protected]

Columnista
16 febrero, 2017

¿Qué viene para el fiscal?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Antonio María Araujo

Respondí en el silencio de la impotencia la pregunta que le hicieron en una entrevista radial al senador Jorge Robledo, a propósito de sus denuncias ante la Procuraduría General de la Nación y la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes contra Néstor Humberto Martínez Neira, por considerar que violó el régimen de inhabilidades consagrado en la Ley […]


Respondí en el silencio de la impotencia la pregunta que le hicieron en una entrevista radial al senador Jorge Robledo, a propósito de sus denuncias ante la Procuraduría General de la Nación y la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes contra Néstor Humberto Martínez Neira, por considerar que violó el régimen de inhabilidades consagrado en la Ley 1437 del 2011 al aprobar como ministro de la Presidencia el Conpes 3817 y conocer como fiscal las investigaciones del escándalo Odebrecht.

Considera el congresista Robledo que el fiscal es ‘el ratón que cuida el queso’, por cuanto hoy atiende directamente las investigaciones cuando anteriormente aprobó el Conpes que permitió adicionar un billón de pesos al Proyecto Vial Autopista Ruta del Sol que obtuvo  sin licitación la multinacional brasilera, además de brindar asesoría legal e institucional, por medio de la firma Martínez Neira Abogados, al Grupo Aval del banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo, propietario de Corficolombiana, la cual oficia como banca de inversión al proyecto que busca recuperar la navegabilidad del rio Magdalena, otorgado sospechosamente al Consorcio Navelena, integrado por Valorcom de la familia Gerlein y Odebrecht.

En este contexto son válidas las dudas de que el fiscal “podría estar tomando decisiones de conveniencia para sus actividades económicas y privadas”, sobre todo cuando el proceso se ha ido deformando, inicialmente anunció con bombos y platillos que la cuestionada constructora le habría financiado un asesor a la campaña del doctor Oscar Iván Zuluaga, viaje a Brasil incluido, luego que un millón de dólares pudo haber entrado a la gerencia de la campaña del presidente Santos, matando así al escándalo anterior, de inmediato y caprichosamente remitió esta investigación al Consejo Nacional Electoral cuando debió ser también a la Comisión de Acusaciones, así algunos la llamen de Absoluciones. Resultado, el revuelo mediático de la indagación penal quedó como una ligereza del fiscal.

Mientras tanto el exsenador Otto Bula Bula pasó de ser participante en un multimillonario cohecho a simple comisionista y como por arte de magia, de la mermelada, del temor a ser extraditado a Estados Unidos o de un pre acuerdo con la Fiscalía, aseguró ante el CNE que no le constaba el ingreso del dinero a la campaña reeleccionista del presidente. Por su parte, algunos sectores de la prensa capitalina afirman que el doctor Roberto Prieto revelará en pocos días el verdadero artífice de la reunión entre Bula y Andrés Giraldo, al parecer un personaje con ascendencia en congresistas costeños y que, aunque no lo haya tocado la justicia, ha estado involucrado en otros escándalos. Será esperar.

Entonces ¿qué viene para el fiscal?, pues nada, las denuncias del senador Robledo y este tipo de investigaciones del ente acusador se cubrirán en la impunidad de un simple “a mis espaldas”, porque en nuestro país se hizo axioma el postulado del filósofo criollo que dice, “más vale un centímetro de relación que un kilómetro de jurisprudencia”. Un abrazo.

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