Mucho ruido ha causado el nuevo disco de Silvestre Dangond, ‘Gente valiente’; como columnista me he manifestado reiteradamente sobre su carrera, sus aciertos y equivocaciones, he sido uno de los críticos más enérgicos de sus salidas en falso, imposible olvidar los insultos de los silvestristas. Ahora que veo un cambio positivo en su personalidad, hay […]
Mucho ruido ha causado el nuevo disco de Silvestre Dangond, ‘Gente valiente’; como columnista me he manifestado reiteradamente sobre su carrera, sus aciertos y equivocaciones, he sido uno de los críticos más enérgicos de sus salidas en falso, imposible olvidar los insultos de los silvestristas. Ahora que veo un cambio positivo en su personalidad, hay que reconocerlo, se nota más centrado y maduro, era evidente que no estaba preparado para el éxito, pero la vida misma lo ha hecho enfocarse y salirse de los cánones de una sociedad provinciana, estereotipada, que se rige por lo banal y la envidia; el reencuentro con su familia, abandonar el tema de la droga y el acercamiento a Dios, lo muestran como una persona más limpia y concentrada en sus metas, hay que valorar su esfuerzo, no es fácil salir de un pueblo como Urumita, con todos los problemas familiares que ha superado y conquistar un público fiel, que a pesar del cambio sigue apoyándolo; 50.000 personas en esa explanada en Nando Marín, evidencian que es un artista que mueve masas.
Sobre el CD, tengo varias comentarios: Una mezcla de sonidos que ya exploró Carlos Vives, pero con una diferencia, Vives fusiona gaitas y tamboras con guitarras eléctricas y sintetizadores, ritmos como la cumbia y el rock con base vallenata; Silvestre está tirando más hacia el pop, con un estilo romántico que no es propiamente lo que él representa, él es más pasión, fuerza, explosión y para eso, necesita más contundencia en los ritmos, pienso que al disco le faltó un poco más de su sello, está muy marcado por el productor Andrés Castro, también un tema que incitara al público al delirio, con un ritmo que representara ese ímpetu que genera el silvestrismo; antes que a Vives lo veo más por el camino de la fusión con influencia vallenata que hace Fonseca, que no es vallenato, eso hay que dejarlo claro, y los amantes del folclor tenemos que entenderlo, lo que sí entendió por fin es que saludos a ‘La Chapola’, Emilio Tapia y ‘Marquitos’ Figueroa no representan nada en una producción musical.
Este es el inicio de un camino en el que el artista irá descubriendo su propio estilo y reencontrándose con lo que quiere expresar para estar a gusto con su música, eso se llama madurez y se da cuando incorporas nuevas temáticas a tu expresión artística, te internacionalizas y las aceptas. Silvestre se atrevió y es válido que quiera explorar otras esferas, seguro para el próximo, tendrá más concepto para seguir buscando eso que tanto quiere, crecer, traspasar fronteras, obtener premios e ingresar al club de artistas reconocidos y comerciales que fusionan sus estilos, hacen dúos, se muestran en escenarios más internacionales y recogen los titulares de los grandes medios del mundo. Aunque al folclor vallenato le duela que una de las máximas figuras del género abandone el barco, no se le pueden cortar las alas.
Algo importante es que deja el camino abierto para que otros salven un folclor que hace agua y que cada día tiene menos expectativas en el mediano futuro por la escasez de artistas, de talento y una superficialidad en los temas que han puesto en peligro la continuidad de la historia iniciada por los juglares. Bien por Julio Oñate Martínez, se sobró con sus ‘Alucinaciones’.
El consejo para Silvestre es que piense menos en la crítica y se concentre en moldear su propio estilo a partir de este trabajo, porque ya hizo lo más difícil que es desmarcarse de ataduras, ahora viene la libertad, pero hay que encontrarla en la diversidad.
@JACOBOSOLANOC
Mucho ruido ha causado el nuevo disco de Silvestre Dangond, ‘Gente valiente’; como columnista me he manifestado reiteradamente sobre su carrera, sus aciertos y equivocaciones, he sido uno de los críticos más enérgicos de sus salidas en falso, imposible olvidar los insultos de los silvestristas. Ahora que veo un cambio positivo en su personalidad, hay […]
Mucho ruido ha causado el nuevo disco de Silvestre Dangond, ‘Gente valiente’; como columnista me he manifestado reiteradamente sobre su carrera, sus aciertos y equivocaciones, he sido uno de los críticos más enérgicos de sus salidas en falso, imposible olvidar los insultos de los silvestristas. Ahora que veo un cambio positivo en su personalidad, hay que reconocerlo, se nota más centrado y maduro, era evidente que no estaba preparado para el éxito, pero la vida misma lo ha hecho enfocarse y salirse de los cánones de una sociedad provinciana, estereotipada, que se rige por lo banal y la envidia; el reencuentro con su familia, abandonar el tema de la droga y el acercamiento a Dios, lo muestran como una persona más limpia y concentrada en sus metas, hay que valorar su esfuerzo, no es fácil salir de un pueblo como Urumita, con todos los problemas familiares que ha superado y conquistar un público fiel, que a pesar del cambio sigue apoyándolo; 50.000 personas en esa explanada en Nando Marín, evidencian que es un artista que mueve masas.
Sobre el CD, tengo varias comentarios: Una mezcla de sonidos que ya exploró Carlos Vives, pero con una diferencia, Vives fusiona gaitas y tamboras con guitarras eléctricas y sintetizadores, ritmos como la cumbia y el rock con base vallenata; Silvestre está tirando más hacia el pop, con un estilo romántico que no es propiamente lo que él representa, él es más pasión, fuerza, explosión y para eso, necesita más contundencia en los ritmos, pienso que al disco le faltó un poco más de su sello, está muy marcado por el productor Andrés Castro, también un tema que incitara al público al delirio, con un ritmo que representara ese ímpetu que genera el silvestrismo; antes que a Vives lo veo más por el camino de la fusión con influencia vallenata que hace Fonseca, que no es vallenato, eso hay que dejarlo claro, y los amantes del folclor tenemos que entenderlo, lo que sí entendió por fin es que saludos a ‘La Chapola’, Emilio Tapia y ‘Marquitos’ Figueroa no representan nada en una producción musical.
Este es el inicio de un camino en el que el artista irá descubriendo su propio estilo y reencontrándose con lo que quiere expresar para estar a gusto con su música, eso se llama madurez y se da cuando incorporas nuevas temáticas a tu expresión artística, te internacionalizas y las aceptas. Silvestre se atrevió y es válido que quiera explorar otras esferas, seguro para el próximo, tendrá más concepto para seguir buscando eso que tanto quiere, crecer, traspasar fronteras, obtener premios e ingresar al club de artistas reconocidos y comerciales que fusionan sus estilos, hacen dúos, se muestran en escenarios más internacionales y recogen los titulares de los grandes medios del mundo. Aunque al folclor vallenato le duela que una de las máximas figuras del género abandone el barco, no se le pueden cortar las alas.
Algo importante es que deja el camino abierto para que otros salven un folclor que hace agua y que cada día tiene menos expectativas en el mediano futuro por la escasez de artistas, de talento y una superficialidad en los temas que han puesto en peligro la continuidad de la historia iniciada por los juglares. Bien por Julio Oñate Martínez, se sobró con sus ‘Alucinaciones’.
El consejo para Silvestre es que piense menos en la crítica y se concentre en moldear su propio estilo a partir de este trabajo, porque ya hizo lo más difícil que es desmarcarse de ataduras, ahora viene la libertad, pero hay que encontrarla en la diversidad.
@JACOBOSOLANOC