Con motivo de la rendición de cuentas del señor Gobernador, Cristian Moreno Panezo, realizada la semana pasada en Aguachica, pese a que algunas personas habrían preferido que fuera en Valledupar, han quedado nuevamente en evidencia algunos roces entre las administraciones municipal y departamental.
El primer mensaje llegó por parte del Alcalde de Valledupar, Luis Fabián Fernández Maestre, quien se quejó públicamente de lo que él considera una falta de apoyo por parte del Gobernador, en términos financieros, a pesar de ser esta la capital y contar con el cincuenta por ciento de los habitantes del departamento.
En concepto de Fernández, ante las necesidades de Valledupar su administración no cuenta con los recursos financieros suficientes para atender tantos frentes y se requiere del apoyo de la Gobernación del Cesar, que pasa por un buen momento en sus finanzas públicas, gracias a las regalía del carbón, al punto que ha registrado un superávit en los últimos años y ha cerrado su ejercicio fiscal con una gran cantidad de recursos en los bancos.
El llamado que hace el Alcalde Fernández Maestre al Gobernador Moreno Panezo es a que, en el tiempo que falta de gestión de ambos mandatarios, se puedan adelantar más proyectos conjuntos en materia de infraestructura, transporte y tantas otras necesidades de los habitantes de la ciudad de los Santos Reyes, además de la inversión en cuatro megaparques y los compromisos en cuanto al Sistema Integrado de Transporte para Valledupar.
La respuesta a los planteamientos del Alcalde, la ha dado el Secretario de Gobierno departamental, Rubén Darío Carrillo, y no directamente el mandatario seccional. En esa respuesta reitera la administración departamental que la inversión en los cuatro denominados Megaparques supera los 5.600 millones, y toda corresponde a recursos del departamento; además se mencionan recursos para apoyar proyectos de vivienda de Fonvisocial, pero no se precisa su cuantía.
Adicionalmente, menciona en su respuesta la gobernación el apoyo al programa de los micromedidores de Emdupar, con una inversión superior a los cinco mil ciento veintinueve millones de pesos. Además, seis mil millones invertidos en la troncal Patillal- troncal- Los Corazones,  y cuatro mil millones para la vía La Mina-Atánquez, y otras inversiones en vías terciarias en jurisdicción de Valledupar.
En opinión de Carrillo García, el Alcalde Fernández debe revisar con calma todas estas inversiones, ya que considera que el mandatario local puede estar mal informado, ya que omite u olvida parte de esa información.
Más allá de los aspectos cuantitativos, como también de los anecdóticos, lo grave es el deterioro de las relaciones entre los dos mandatarios locales. Es válida la decisión del Gobernador de hacer su rendición de cuentas en Aguachica, la segunda ciudad del departamento, en lugar de hacerlo en Valledupar. Esto último no se puede considerar un desprecio a la ciudad, como han insinuado por algunos diputados del Cesar y concejales de Valledupar.
Igualmente, nos parece legítima la aspiración del Alcalde Fernández de pedir más apoyo para Valledupar, teniendo en cuenta no sólo su condición de capital sino la gran cantidad de población pobre, marginada y desplazada que tienen, en comparación con el resto de los municipios del departamento. Pero, en estos temas es difícil precisar que se considera mucho o poco.
Lo importante, en nuestra opinión, es que la discusión baje de volumen y se restablezca el diálogo constructivo y armónico entre los dos mandatarios para trabajar por la ciudad, en la medida de las posibilidades fiscales del departamento, sin desplazar el gasto de otros municipios, también necesitados, sino, insistimos, teniendo en cuenta la mayor población necesitada que hoy tiene Valledupar. Si se quiere se puede, el tema es de voluntad política.
Ahora bien, esperamos que detrás de estas escaramuzas no existan motivaciones distintas a las expresadas explícitamente. Nos negamos a creer, por ejemplo, que sea un enfrentamiento de origen político motivado en alguna o ambas partes, ya que de lo que se  trata es de buscar unas buenas relaciones institucionales entre el Municipio y el Departamento, cuyos altos intereses consideramos que están por encima de los mandatarios de turno.
Confiamos en la experiencia, capacidad, talante y buena fe de ambos mandatarios para superar estas diferencias, en beneficio de Valledupar y también del Cesar.