Mientras en sacerdote del municipio de Pueblo Bello, Luis Eduardo Frías Díaz, degustaba de un almuerzo en un reconocido restaurante del barrio Cañaguate de Valledupar, un delincuente aprovechó para hurtar el vehículo del párroco.

Según el informe policial, a eso de las 12:45 del mediodía de ayer, el sacerdote ingresó al establecimiento comercial, en donde estuvo aproximadamente hora y media, pero al salir, su carro, un Vitara azul 2004, ya no estaba.

“Ese carro se lo dio el municipio a la curia de Pueblo Bello hace más de cuatro años, es un hecho lamentable porque se trata de un vehículo de un servidor de Dios”, dijo Pedro Mestre, habitante de esa población en el departamento del Cesar.

El subcomandante de la Policía Cesar, coronel Mauricio Bonilla, explicó que “el vehículo no tenía bloqueo ni alarma lo que facilitó el accionar de los delincuentes, él sacerdote entró a almorzar, duró hora y media en el restaurante y cuando salió no lo encontró. No se sabe en qué momento se lo robaron, por lo que dificulta las labores de reacción, el señor dejó el carro parqueado en la vía y sin ningún tipo de vigilancia, el 1, 2, 3 está disponible para cualquier situación, nosotros manejamos un grupo que sirve para reaccionar ante estas eventualidades”.

Vale recordar que hace más de un mes se registró una acción similar en el mismo lugar, en donde delincuentes hurtaron un vehículo que se encontraba parqueado.

Según las autoridades, la modalidad más común para robar vehículos la encabeza el ‘halado’ que se realiza cuando estos son dejados en la calle a merced de los delincuentes, que aprovechan el descuido de los propietarios para cumplir su cometido. Se estima que cada semana en Valledupar, son hurtados en promedio entre uno y dos vehículos.

De acuerdo con los investigadores del grupo de automotores de la Policía Nacional, el 75% de los vehículos hurtados en Valledupar son llevados a desgüezaderos de carros en La Guajira.

En la capital del Cesar las autoridades revelaron que para el periodo comprendido entre el primero de enero y el 23 de mayo de 2015, hubo 54 vehículos robados, y para este mismo periodo en 2016 iban 35, es decir, 19 carros menos hurtados en Valledupar, que significa una reducción del 35 % en este delito.

El sacerdote ingresó a un restaurante del barrio Cañahuate, en donde estuvo aproximadamente hora y media, pero al salir, su carro, un Vitara azul 2004, ya no estaba.