Ad portas de culminar este también un próspero año 2016, es mucho lo que debemos analizar sobre todo si de política vamos a hablar.

La tan criticada imagen presidencial y el agitado eslogan de la paz, el cual ya parecía conquistar a una oposición muy difícil de treguar, con un Nobel de la Paz que Noruega a bien nos quisieron otorgar. Resulta pertinente revisar que tan efectivo ha sido el tema de la paz ya que parece muy fácil, las redes sociales agitar cuando ni la espalda nos toca aportar en un rin de batalla que solo nuestros soldados tienen el honor Constitucional de dar.

Si para el 2011 se atendieron en promedio 400 heridos por combates con los grupos alzados en armas, es grato observar que al cierre de este año 2016 han sido casi nulos los activos que por estos hechos atención médica se les debe brindar; cabe entonces mencionar dicha efectividad si se pudo dar, o al menos en la tal mencionada humanidad que al conflicto desde un principio de le quiso dar.

A este tema ya querían aprovechar y discursear con miras al próximo proceso electoral, dificultad que se supo manejar. Sin embargo, sabemos que más complejo puede ser la etapa de construcción de paz, sino logramos acabar con la corrupción siendo este el cáncer que se parece prolongar, convirtiéndose en un combustible para un desorden social y que parece no haber voluntad para este problema solucionar.

Los reportes en materia de inversión económica extranjera posicionan a Colombia, como uno de los países más atractivos para negocios iniciar. Debe ser por las políticas neoliberales que protegen esta actividad, además de ello otorgan seguridad. Todo esto gracias a las políticas de fortalecimiento de la imagen de Colombia en el Mundo que el Gobierno en esta metería se propuso conquistar, esperemos que el aumento del IVA no repercuta en el comportamiento del mercado local. Es que consolidar procesos de transición hacia la Paz, no se pueden dar cuando no existe una adecuada implementación de los recursos del Estado llevado a las comunidades de especial protección constitucional, con el fin de disminuir una brecha histórica que ha sido generada por el conflicto armado y la prolongación del Estado para solucionarla, en especial si los campesinos la Tierra quieren trabajar.

Con estas reflexiones me despido, deseando los mejores deseos para este nuevo año 2017, que seguramente será de bendiciones, mucha prosperidad y justicia social.