En esta columna, quiero plantear una respetuosa invitación a los gobiernos y sus equipos para que consideren que diciembre es un mes altamente estratégico en la gerencia pública. En mi experiencia de estudiar gobiernos, he encontrado que muchos toman esta actividad como un formalismo de llenar unos requisitos (Plan operativo anual de inversiones, presupuesto), diligenciar unos formatos (plan de compras) y presentar una rendición de cuentas. Sin embargo, se olvidan de lo estratégico que es hacer balance y proyectar la siguiente vigencia bajo un modelo mejorado que incorpore los errores cometidos y los cuellos de botellas encontrados.

De lo que se trata no es de criticar, si no de aportar para la mejora que cada gobernante quiere para su gestión, vigencia tras vigencia. El 2016 fue una vigencia de aprendizaje y arranque, por tal motivo señor alcalde o gobernador, sí quieren mejorar lo vivido en 2016 y consolidar su liderazgo con cohesión de equipo, lean atentamente lo siguiente:

En primera instancia, dese la oportunidad de reflexionar con su gabinete sobre la vigencia 2016. Para ello realice un conclave de trabajo, aclare que no es una actividad de inquisición, si no de diálogo franco y abierto entre colegas. Fije una fecha, óptimo fin de semana, esta jornada debe realizarse en un sitio distinto a las instalaciones del ente territorial.

En segunda instancia, prepare un protocolo de la actividad y remítalo siete días antes a su equipo de trabajo. Dentro del protocolo, informe como mínimo: modelo de presentación, tiempos y conductas.

En tercera instancia, imparta una instrucción mediante circular interna, para que cada secretario prepare su informe de balance con datos que muestren resultados de la ejecución respecto a: avances en metas del plan de desarrollo, cumplimiento de POAI y plan indicativo, así mismo que incluyan problemas identificados en la gestión, soluciones para la siguiente vigencia y definición de lecciones aprendidas.

En cuarta instancia, durante la actividad cuente con los medios tecnológicos suficientes para levantar memorias del evento y sea implacable con el cumplimiento del protocolo, es usual que miembros del equipo intenten disociar la actividad para encubrir la falta de preparación de su intervención, evite los discursos y focalice en los datos de ejecución.

El paso siguiente es interiorizar los resultados de esa jornada de reflexión, estoy completamente seguro que le permitirá entender que tipo de equipo de trabajo tiene, por que los resultados obtenidos durante la vigencia y lo más revelador es que, el POAI, plan de compras y presupuesto fueron hechos con inercia y no con la realidad de la gestión.