Fedegán ha convocado al 35º Congreso Nacional de Ganaderos el 1 y 2 de diciembre en Barranquilla. Hace 53 años, en 1963, el noveno Congreso, con el apoyo del Banco Ganadero y de importantes personalidades, decidió la creación de Fedegán como una entidad gremial del orden nacional con mayor representatividad en la defensa de los intereses ganaderos.

El derecho a la propiedad de la tierra estaba amenazado por la reforma agraria impulsada por Lleras Restrepo, quien durante su gobierno creó, además, la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, más no como una política de asociatividad productiva del campesino, sino como un instrumento para presionar la expropiación o legalizar la invasión. “No habrá reforma agraria si el campesinado, sus organizaciones y asociaciones de usuarios no la imponen”, fueron sus palabras. La ANUC fue cooptada por la izquierda, y a quien lo dude lo invito a leer en su página el manifiesto de 1971 y la mención a una de sus “más relevantes acciones”, el 21 de febrero de 1971, cuando, “ante la pasividad del gobierno (…), se realizó una movilización nacional que permitió a los campesinos recuperar ¡1.250! haciendas  y latifundios improductivos”.
¿Por qué este recuento? Porque medio siglo después enfrentamos una coyuntura similar, y el Congreso Nacional de Ganaderos vuelve a ser el escenario para discutir posiciones frente a la situación ganadera en el posacuerdo.

Creemos en la voluntad del Gobierno de respetar la legítima propiedad, pero, de un momento a otro, después de años de lucha contra la corrupción y el testaferrato, no va a superar las dificultades para extinguir el dominio a los mafiosos y para recuperar sus baldíos. De un momento a otro –eso sí–, las Farc presionarán por el Fondo Gratuito de tres millones de hectáreas, y entonces la expropiación administrativa y la extinción de dominio por “uso inadecuado” serán los instrumentos para cumplir.

El empoderamiento de las “comunidades” persiste en la Reforma Rural, a pesar de la precisión sobre la autonomía de las autoridades locales. Es el postulado de Lleras Restrepo: La reforma negociada con las Farc no será posible si las comunidades no la imponen. Resucitarán las invasiones y las movilizaciones para presionar al Gobierno.

También a pesar de las garantías del Gobierno, la Jurisdicción Especial hecha con las Farc es una amenaza para quienes han sufrido, como los ganaderos, la estigmatización de las mismas Farc, de la izquierda y hasta del Gobierno, como terratenientes, paramilitares y enemigos de la paz.

Difícil coyuntura la del 35º Congreso Nacional de Ganaderos, en medio de la persecución a Fedegán que terminó en la liquidación del Fondo Nacional del Ganado y de Friogán, otro de los temas obligados. Pero es en los momentos difíciles cuando se muestra el talante de las organizaciones.