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Editorial - 16 junio, 2010

El desempleo y la agenda económica de Colombia

En la recta final de la campaña presidencial, el próximo domingo será la segunda vuelta, y luego de tantos discursos en plaza pública, conferencias, ruedas de prensa y debates por televisión, distintos analistas y medios de comunicación hemos encontrado muchas coincidencias entre los dos candidatos finalistas: Antanas Mockus, por el Partido Verde, y Juan Manuel […]

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En la recta final de la campaña presidencial, el próximo domingo será la segunda vuelta, y luego de tantos discursos en plaza pública, conferencias, ruedas de prensa y debates por televisión, distintos analistas y medios de comunicación hemos encontrado muchas coincidencias entre los dos candidatos finalistas: Antanas Mockus, por el Partido Verde, y Juan Manuel Santos por el Partido de la U.
En efecto, tanto Mockus como Santos son conscientes de que la agenda económica no depende sólo de la voluntad del gobierno, sino de un conjunto de factores, variables y actuaciones de los actores económicos, tanto externos como internos; en este frente hablamos de los mercados, las empresas y las familias, fundamentalmente. El gobierno fija unas reglas de juego, arbitra la economía, pero no la puede manejar a su antojo.
Y en ese orden de ideas, esa agenda muestra  un panorama bastante gris en materia económica: restricción en materia fiscal, poco espacio para aumentar el gasto público y estimular el crecimiento económico para contribuir a la generación de empleo, un contexto internacional turbulento, entre otros factores.
Una de las coincidencias que tienen Santos y Mockus es la prioridad que le dan al problema del desempleo, que hoy afecta a más de dos millones seiscientos mil colombianos, en términos absolutos. La tasa promedio de desempleo abierto en el país hoy es superior al 12 por ciento, y a la misma contribuyen varias causas, como lo han advertido distintos especialistas.
Sin lugar a dudas, hay un problema estructural, es decir de fondo, en el tema del desempleo en Colombia; mientras el sector educativo está formando y capacitando un tipo de personas (esta es la oferta que llega al mercado laboral), el sector productivo está demandando otro tipo de personas, con una mayor formación en nuevas tecnologías, en sistemas, en inglés, etc, que les permita a nuestras empresas poder participar de manera exitosa en unos mercados internacionales cada vez más difíciles y competitivos.
En este sentido, sería bueno que el próximo gobierno convocara una comisión de alto nivel para estudiar a fondo el problema del desempleo en Colombia, para indagar sobre sus causas profundas, desde el punto de vista económico y de formación del capital humano, entre otros aspectos, con el fin de realizar un diagnóstico adecuado y que mire soluciones al problema a mediano y largo plazo. Este no es un tema fácil y así hay que explicárselo al país.
Hay que reconocer el gran servicio que la ha prestado al país el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), en materia de formación, capacitación y entrenamiento del recurso humano. La entidad que hace algunos años tenía un problema de burocratismo y politiquería, pudo superar a tiempo estos problemas y hoy se puede mostrar como una institución en proceso de modernización y muy valorada por los empresarios y trabajadores.
Hace algunos años, existía el Servicio Nacional de Empleo (Senalde), que era la entidad encargada de realizar el proceso de intermediación del empleo, es decir hacer de canal de comunicación entre las empresas, que requieren el personal, y la gente que está buscando empleo. Hoy esa función, se supone que la tiene el Sena, pero la ha relegado a un segundo plano.
En ese orden de ideas, y ante el grave problema del desempleo consideramos que sería conveniente para el país que se fortaleciera esa función de intermediación del empleo, rescatándola del Sena y devolviéndola al Ministerio de Trabajo que debería volver a crearse, dividiéndolo del Ministerio de Salud, como lo ha propuesto uno de los dos candidatos a la Presidencia de la República.
La creación de una comisión de alto nivel para estudiar el problema del desempleo, con la representación de empresarios, gobierno, trabajadores y expertos en el tema, podría dar luces a la solución de este flagelo que tiene duras consecuencias económicas y sociales. Pero, adicionalmente, consideramos conveniente fortalecer la función de intermediación del empleo, a cargo de una institución del estado que podría ser, reiteramos, el Ministerio del Trabajo.

Editorial
16 junio, 2010

El desempleo y la agenda económica de Colombia

En la recta final de la campaña presidencial, el próximo domingo será la segunda vuelta, y luego de tantos discursos en plaza pública, conferencias, ruedas de prensa y debates por televisión, distintos analistas y medios de comunicación hemos encontrado muchas coincidencias entre los dos candidatos finalistas: Antanas Mockus, por el Partido Verde, y Juan Manuel […]


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En la recta final de la campaña presidencial, el próximo domingo será la segunda vuelta, y luego de tantos discursos en plaza pública, conferencias, ruedas de prensa y debates por televisión, distintos analistas y medios de comunicación hemos encontrado muchas coincidencias entre los dos candidatos finalistas: Antanas Mockus, por el Partido Verde, y Juan Manuel Santos por el Partido de la U.
En efecto, tanto Mockus como Santos son conscientes de que la agenda económica no depende sólo de la voluntad del gobierno, sino de un conjunto de factores, variables y actuaciones de los actores económicos, tanto externos como internos; en este frente hablamos de los mercados, las empresas y las familias, fundamentalmente. El gobierno fija unas reglas de juego, arbitra la economía, pero no la puede manejar a su antojo.
Y en ese orden de ideas, esa agenda muestra  un panorama bastante gris en materia económica: restricción en materia fiscal, poco espacio para aumentar el gasto público y estimular el crecimiento económico para contribuir a la generación de empleo, un contexto internacional turbulento, entre otros factores.
Una de las coincidencias que tienen Santos y Mockus es la prioridad que le dan al problema del desempleo, que hoy afecta a más de dos millones seiscientos mil colombianos, en términos absolutos. La tasa promedio de desempleo abierto en el país hoy es superior al 12 por ciento, y a la misma contribuyen varias causas, como lo han advertido distintos especialistas.
Sin lugar a dudas, hay un problema estructural, es decir de fondo, en el tema del desempleo en Colombia; mientras el sector educativo está formando y capacitando un tipo de personas (esta es la oferta que llega al mercado laboral), el sector productivo está demandando otro tipo de personas, con una mayor formación en nuevas tecnologías, en sistemas, en inglés, etc, que les permita a nuestras empresas poder participar de manera exitosa en unos mercados internacionales cada vez más difíciles y competitivos.
En este sentido, sería bueno que el próximo gobierno convocara una comisión de alto nivel para estudiar a fondo el problema del desempleo en Colombia, para indagar sobre sus causas profundas, desde el punto de vista económico y de formación del capital humano, entre otros aspectos, con el fin de realizar un diagnóstico adecuado y que mire soluciones al problema a mediano y largo plazo. Este no es un tema fácil y así hay que explicárselo al país.
Hay que reconocer el gran servicio que la ha prestado al país el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), en materia de formación, capacitación y entrenamiento del recurso humano. La entidad que hace algunos años tenía un problema de burocratismo y politiquería, pudo superar a tiempo estos problemas y hoy se puede mostrar como una institución en proceso de modernización y muy valorada por los empresarios y trabajadores.
Hace algunos años, existía el Servicio Nacional de Empleo (Senalde), que era la entidad encargada de realizar el proceso de intermediación del empleo, es decir hacer de canal de comunicación entre las empresas, que requieren el personal, y la gente que está buscando empleo. Hoy esa función, se supone que la tiene el Sena, pero la ha relegado a un segundo plano.
En ese orden de ideas, y ante el grave problema del desempleo consideramos que sería conveniente para el país que se fortaleciera esa función de intermediación del empleo, rescatándola del Sena y devolviéndola al Ministerio de Trabajo que debería volver a crearse, dividiéndolo del Ministerio de Salud, como lo ha propuesto uno de los dos candidatos a la Presidencia de la República.
La creación de una comisión de alto nivel para estudiar el problema del desempleo, con la representación de empresarios, gobierno, trabajadores y expertos en el tema, podría dar luces a la solución de este flagelo que tiene duras consecuencias económicas y sociales. Pero, adicionalmente, consideramos conveniente fortalecer la función de intermediación del empleo, a cargo de una institución del estado que podría ser, reiteramos, el Ministerio del Trabajo.