El exgobernador del Meta, Alan Jara, secuestrado por las Farc, y ahora director de la Unidad de Víctimas, dijo en el foro ‘Hacia el fin del conflicto’ que existe una mejor disposición de reconciliación y perdón de parte de las víctimas que de las personas que no lo son.
El exgobernador del Meta, Alan Jara, secuestrado por las Farc, y ahora director de la Unidad de Víctimas, dijo en el foro ‘Hacia el fin del conflicto’ que existe una mejor disposición de reconciliación y perdón de parte de las víctimas que de las personas que no lo son.
“¿Por qué? Porque uno no quiere que a nadie le pase, lo que a uno le pasó”. Esas palabras provocaron que el auditorio en el Club Valledupar lo aplaudieran de manera vehemente.
Para darle una mayor dimensión a sus palabras, invitó al auditorio a imaginarse esta noche con una cadena al cuello, pegado al poste en la puerta de su casa. “Yo estuve 2.700 noches con una cadena y no se lo deseo a nadie. Lo que deseo es que eso no le pase a nadie. A mi me arregla la vida no que el que me secuestró se pudra en una cárcel, sino que no haya más secuestros. Esa es la esencia de los acuerdos. Eso es lo que uno como víctima quiere”.
Resaltó que las víctimas en general quieren que haya perdón, reconciliación y garantías de no repetición.
El exgobernador del Meta, Alan Jara, secuestrado por las Farc, y ahora director de la Unidad de Víctimas, dijo en el foro ‘Hacia el fin del conflicto’ que existe una mejor disposición de reconciliación y perdón de parte de las víctimas que de las personas que no lo son.
El exgobernador del Meta, Alan Jara, secuestrado por las Farc, y ahora director de la Unidad de Víctimas, dijo en el foro ‘Hacia el fin del conflicto’ que existe una mejor disposición de reconciliación y perdón de parte de las víctimas que de las personas que no lo son.
“¿Por qué? Porque uno no quiere que a nadie le pase, lo que a uno le pasó”. Esas palabras provocaron que el auditorio en el Club Valledupar lo aplaudieran de manera vehemente.
Para darle una mayor dimensión a sus palabras, invitó al auditorio a imaginarse esta noche con una cadena al cuello, pegado al poste en la puerta de su casa. “Yo estuve 2.700 noches con una cadena y no se lo deseo a nadie. Lo que deseo es que eso no le pase a nadie. A mi me arregla la vida no que el que me secuestró se pudra en una cárcel, sino que no haya más secuestros. Esa es la esencia de los acuerdos. Eso es lo que uno como víctima quiere”.
Resaltó que las víctimas en general quieren que haya perdón, reconciliación y garantías de no repetición.