Nos encontramos en un tiempo en el cual la tecnología, el marketing, la ciencia y la globalización rigen gran parte de nuestras vidas, por no decir que la vasta mayoría de estas. En este tiempo también, la salud, influenciada grandemente por las nuevas tecnologías y la globalización, se ha transmutado en un negocio mundial, en […]
Nos encontramos en un tiempo en el cual la tecnología, el marketing, la ciencia y la globalización rigen gran parte de nuestras vidas, por no decir que la vasta mayoría de estas. En este tiempo también, la salud, influenciada grandemente por las nuevas tecnologías y la globalización, se ha transmutado en un negocio mundial, en donde las grandes compañías farmacéuticas controlan los mercados gracias a sus multimillonarias cuentas bancarias.
Estas grandes compañías farmacéuticas, centros de inteligencia, ciencia y tecnología, encargadas de la investigación y el desarrollo de nuevas alternativas para combatir las enfermedades que nos agobian, tienen como eje principal la creación de nuevos y más avanzados medicamentos.
El desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas o medicamentos, requiere de tiempo, esfuerzo, dedicación y, sobretodo, de una gran inversión por parte de las casas farmacéuticas investigadoras. Toda esa inversión se ve retribuida en una patente. La patente de un nuevo medicamento le da a la compañía productora el derecho exclusivo de venderlo por un tiempo estimado de 10 a 14 años, tiempo en el que mediante precios elevados, la farmacéutica propietaria de la patente espera generar una ganancia antes de que otras compañías del mercado puedan producir otros medicamentos con la misma fórmula patentada (medicamentos genéricos).
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), un medicamento genérico es aquel vendido bajo la denominación del principio activo que incorpora, siendo bioequivalente a la marca original, es decir, es una copia del medicamento original y posee la misma composición y forma farmacéutica que los medicamentos comerciales.
Sí. Por ley y regulación nacional, todos los medicamentos genéricos deben tener los mismos principios activos que los medicamentos de marca que copian. Deben tener la misma concentración y actuar de la misma manera que el medicamento de marca. Tienen el mismo uso, se toman de la misma manera y tienen la misma calidad.
“Los medicamentos genéricos tienen las mismas condiciones que los de marca. Los están haciendo con calidad”, comentó la ex directora del INVIMA, Blanca Cajigas, en una entrevista con la W Radio.
En cuanto composición sin iguales. La gran diferencia entre ambos medicamentos, se centra en que, por lo general, los genéricos tienen menor valor que los medicamentos de marca. Existen otras diferencias como el color, la forma, el tamaño o el sabor, pero estas no afectan la calidad del medicamento. Los genéricos tienen nombres diferentes y se comercializan con el nombre de su principio activo, es decir, por su principal componente.
Las leyes de la marca registrada no permiten que los medicamentos genéricos sean exactamente iguales a los originales; por ello, colores, sabores y ciertas características pueden variar según la farmacéutica. Sin embargo, comerciales y genéricos tienen los mismos principios activos.
No. Todas las fábricas deben cumplir con los mismos estándares de calidad. Si las farmacéuticas no cumplen con ciertos estándares, el INVIMA no permite la realización y comercialización de estos medicamentos. Tanto a nivel nacional como internacional existen diferentes entes controladores que vigilan la producción y calidad de todos los productos farmacéuticos que se comercializan a nivel mundial.
Los medicamentos genéricos cuestan menos que los de marca. Según investigaciones del centro de servicios de Medicare y Medicaid de los Estados Unidos, se concluye que si las personas toman medicamentos genéricos pueden ahorrar al menos el 59 % en el costo de sus medicamentos.
La fundamentación de los medicamentos genéricos se basa en ser productos manufacturados a partir de una formula patentada con anterioridad por una farmacéutica, que se tomó el trabajo, tiempo y recursos para lanzar al mercado un nuevo medicamento. Ambos productos, tanto comerciales como genéricos, poseen las mismas cualidades farmacéuticas, los mismos componentes y cumplen las mismas funciones dentro del organismo. Sin embargo, al ser un producto elaborado a partir de una fórmula ajena, el medicamento genérico tiene un precio menor al original.
El escepticismo por parte de la comunidad en general hacia los medicamentos genéricos aun es alto, sin embargo, estos últimos brindan una oportunidad para reducir gastos en tiempos en los que el costo de vida es elevado.
¨Los medicamentos genéricos son baratos y de mala calidad. Son como de harina, por eso los dan las EPS. Por eso son mejores los comerciales.¨ – Ángela Becerra, servicios generales.
¨Los genéricos se demoran más en actuar que los comerciales, pero tienen la misma eficacia.¨ – Jáider Rangel, conductor.
¨Los medicamentos genéricos son buenos. Tal vez agregarle la palabra comercial tiene un efecto placebo y hace que el paciente responda mejor al medicamento.¨ – José Ballesteros, médico general.
¨Ambos medicamentos funcionan igual. Sin embargo, la gente cree que por ser más caros, los comerciales son mejores. Desconocen que ambos son igual de eficaces.¨ – Héimer Beltrán, médico general.
¨Los medicamentos genéricos poseen el mismo principio activo que los comerciales, y deben ser equiparables en seguridad, eficacia y calidad. En términos de eficacia, son iguales.¨ – Marie Buendía, pediatra.
Por: Iván Castro López MD
Correo: ivanjo0618otmail.com
Nos encontramos en un tiempo en el cual la tecnología, el marketing, la ciencia y la globalización rigen gran parte de nuestras vidas, por no decir que la vasta mayoría de estas. En este tiempo también, la salud, influenciada grandemente por las nuevas tecnologías y la globalización, se ha transmutado en un negocio mundial, en […]
Nos encontramos en un tiempo en el cual la tecnología, el marketing, la ciencia y la globalización rigen gran parte de nuestras vidas, por no decir que la vasta mayoría de estas. En este tiempo también, la salud, influenciada grandemente por las nuevas tecnologías y la globalización, se ha transmutado en un negocio mundial, en donde las grandes compañías farmacéuticas controlan los mercados gracias a sus multimillonarias cuentas bancarias.
Estas grandes compañías farmacéuticas, centros de inteligencia, ciencia y tecnología, encargadas de la investigación y el desarrollo de nuevas alternativas para combatir las enfermedades que nos agobian, tienen como eje principal la creación de nuevos y más avanzados medicamentos.
El desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas o medicamentos, requiere de tiempo, esfuerzo, dedicación y, sobretodo, de una gran inversión por parte de las casas farmacéuticas investigadoras. Toda esa inversión se ve retribuida en una patente. La patente de un nuevo medicamento le da a la compañía productora el derecho exclusivo de venderlo por un tiempo estimado de 10 a 14 años, tiempo en el que mediante precios elevados, la farmacéutica propietaria de la patente espera generar una ganancia antes de que otras compañías del mercado puedan producir otros medicamentos con la misma fórmula patentada (medicamentos genéricos).
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), un medicamento genérico es aquel vendido bajo la denominación del principio activo que incorpora, siendo bioequivalente a la marca original, es decir, es una copia del medicamento original y posee la misma composición y forma farmacéutica que los medicamentos comerciales.
Sí. Por ley y regulación nacional, todos los medicamentos genéricos deben tener los mismos principios activos que los medicamentos de marca que copian. Deben tener la misma concentración y actuar de la misma manera que el medicamento de marca. Tienen el mismo uso, se toman de la misma manera y tienen la misma calidad.
“Los medicamentos genéricos tienen las mismas condiciones que los de marca. Los están haciendo con calidad”, comentó la ex directora del INVIMA, Blanca Cajigas, en una entrevista con la W Radio.
En cuanto composición sin iguales. La gran diferencia entre ambos medicamentos, se centra en que, por lo general, los genéricos tienen menor valor que los medicamentos de marca. Existen otras diferencias como el color, la forma, el tamaño o el sabor, pero estas no afectan la calidad del medicamento. Los genéricos tienen nombres diferentes y se comercializan con el nombre de su principio activo, es decir, por su principal componente.
Las leyes de la marca registrada no permiten que los medicamentos genéricos sean exactamente iguales a los originales; por ello, colores, sabores y ciertas características pueden variar según la farmacéutica. Sin embargo, comerciales y genéricos tienen los mismos principios activos.
No. Todas las fábricas deben cumplir con los mismos estándares de calidad. Si las farmacéuticas no cumplen con ciertos estándares, el INVIMA no permite la realización y comercialización de estos medicamentos. Tanto a nivel nacional como internacional existen diferentes entes controladores que vigilan la producción y calidad de todos los productos farmacéuticos que se comercializan a nivel mundial.
Los medicamentos genéricos cuestan menos que los de marca. Según investigaciones del centro de servicios de Medicare y Medicaid de los Estados Unidos, se concluye que si las personas toman medicamentos genéricos pueden ahorrar al menos el 59 % en el costo de sus medicamentos.
La fundamentación de los medicamentos genéricos se basa en ser productos manufacturados a partir de una formula patentada con anterioridad por una farmacéutica, que se tomó el trabajo, tiempo y recursos para lanzar al mercado un nuevo medicamento. Ambos productos, tanto comerciales como genéricos, poseen las mismas cualidades farmacéuticas, los mismos componentes y cumplen las mismas funciones dentro del organismo. Sin embargo, al ser un producto elaborado a partir de una fórmula ajena, el medicamento genérico tiene un precio menor al original.
El escepticismo por parte de la comunidad en general hacia los medicamentos genéricos aun es alto, sin embargo, estos últimos brindan una oportunidad para reducir gastos en tiempos en los que el costo de vida es elevado.
¨Los medicamentos genéricos son baratos y de mala calidad. Son como de harina, por eso los dan las EPS. Por eso son mejores los comerciales.¨ – Ángela Becerra, servicios generales.
¨Los genéricos se demoran más en actuar que los comerciales, pero tienen la misma eficacia.¨ – Jáider Rangel, conductor.
¨Los medicamentos genéricos son buenos. Tal vez agregarle la palabra comercial tiene un efecto placebo y hace que el paciente responda mejor al medicamento.¨ – José Ballesteros, médico general.
¨Ambos medicamentos funcionan igual. Sin embargo, la gente cree que por ser más caros, los comerciales son mejores. Desconocen que ambos son igual de eficaces.¨ – Héimer Beltrán, médico general.
¨Los medicamentos genéricos poseen el mismo principio activo que los comerciales, y deben ser equiparables en seguridad, eficacia y calidad. En términos de eficacia, son iguales.¨ – Marie Buendía, pediatra.
Por: Iván Castro López MD
Correo: ivanjo0618otmail.com