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Columnista - 1 junio, 2016

Valledupar, entre fotos del alcalde y la delincuencia

Entre los graves problemas que tenemos en Valledupar, el más delicado es la sensación de inseguridad, hablo de sensación porque al conocer de actos vandálicos inmediatamente todos nos sentimos vulnerables; claro que no podemos culpar al alcalde, el simplemente heredó el problema, aunque si debemos exigirle estrategias contundentes para combatir todas esas bandas dedicadas al […]

Boton Wpp

Entre los graves problemas que tenemos en Valledupar, el más delicado es la sensación de inseguridad, hablo de sensación porque al conocer de actos vandálicos inmediatamente todos nos sentimos vulnerables; claro que no podemos culpar al alcalde, el simplemente heredó el problema, aunque si debemos exigirle estrategias contundentes para combatir todas esas bandas dedicadas al hurto, microtráfico y demás expresiones delictivas en la ciudad; sin embargo, nuestro alcalde no puede hacer dos cosas al mismo tiempo: gobernar y posar para tanta foto, así que esperemos que se desocupe de lo segundo que es su delirio.

En Bogotá se empezó un proceso de recuperación del Bronx, una temida zona donde reinan estructuras criminales, donde vive una sociedad dependiente de las drogas y en el que la autoridad la ejercen capos urbanos miembros de una cadena que conforma el crimen organizado y se establecen en lugares donde solo imperan sus reglas. En Valledupar es común escuchar a taxistas y conductores de bus que no pueden ingresar a ciertos barrios por el riesgo de no regresar a sus casas.

Se debería pensar en copiar en Valledupar el mismo operativo realizado en el Bronx de Bogotá, identificar esos sitios nidos de delincuentes donde se planean golpes que amenazan la vida de todos nosotros. Cada cambio de gobierno pretenden meternos los dedos en la boca con viajes a otros países con el cuento de observar otros modelos de ciudad y viajan a Curitiba, Brasil, con una exagerada comitiva, incluidos agraciados locutores que utilizan sus medios para sórdidos propósitos. En lugar de hacer esos innecesarios viajes, deberían aplicar los ejemplos de otras partes de Colombia que abundan ó mejor, crear nuestro auténtico modelo de ciudad.

Este mes fui testigo de dos episodios que me generaron una percepción de inseguridad como lo llama nuestro mandatario; la primera cerca del colegio Santafé, iba acompañado de mi esposa y vimos como un indefenso señor fue atracado por dos hombres en moto y el sábado 28 de mayo por el Club Valledupar, también en compañía de mi esposa, vimos como un ciudadano logró capturar a un ladrón en medio del bullicio de la implacable turba que protestaba impotente por esta inseguridad; confieso que en ese momento pensé o estoy viendo mucho atraco ó estoy saliendo mucho con mi esposa.

Señor alcalde, si después de tanta foto le queda tiempo para algo, ocúpese de establecer planes de seguridad para la ciudad, pero que no se limite en retratarse con el coronel de la policía en amena tertulia, que de allí surja un plan contundente con el objetivo de ir por las bandas en los sitios donde se encuentran para desmontarlas y someterlas, con ello si cambiará la percepción de inseguridad por percepción de seguridad.

Columnista
1 junio, 2016

Valledupar, entre fotos del alcalde y la delincuencia

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Andrés Añez Maestre

Entre los graves problemas que tenemos en Valledupar, el más delicado es la sensación de inseguridad, hablo de sensación porque al conocer de actos vandálicos inmediatamente todos nos sentimos vulnerables; claro que no podemos culpar al alcalde, el simplemente heredó el problema, aunque si debemos exigirle estrategias contundentes para combatir todas esas bandas dedicadas al […]


Entre los graves problemas que tenemos en Valledupar, el más delicado es la sensación de inseguridad, hablo de sensación porque al conocer de actos vandálicos inmediatamente todos nos sentimos vulnerables; claro que no podemos culpar al alcalde, el simplemente heredó el problema, aunque si debemos exigirle estrategias contundentes para combatir todas esas bandas dedicadas al hurto, microtráfico y demás expresiones delictivas en la ciudad; sin embargo, nuestro alcalde no puede hacer dos cosas al mismo tiempo: gobernar y posar para tanta foto, así que esperemos que se desocupe de lo segundo que es su delirio.

En Bogotá se empezó un proceso de recuperación del Bronx, una temida zona donde reinan estructuras criminales, donde vive una sociedad dependiente de las drogas y en el que la autoridad la ejercen capos urbanos miembros de una cadena que conforma el crimen organizado y se establecen en lugares donde solo imperan sus reglas. En Valledupar es común escuchar a taxistas y conductores de bus que no pueden ingresar a ciertos barrios por el riesgo de no regresar a sus casas.

Se debería pensar en copiar en Valledupar el mismo operativo realizado en el Bronx de Bogotá, identificar esos sitios nidos de delincuentes donde se planean golpes que amenazan la vida de todos nosotros. Cada cambio de gobierno pretenden meternos los dedos en la boca con viajes a otros países con el cuento de observar otros modelos de ciudad y viajan a Curitiba, Brasil, con una exagerada comitiva, incluidos agraciados locutores que utilizan sus medios para sórdidos propósitos. En lugar de hacer esos innecesarios viajes, deberían aplicar los ejemplos de otras partes de Colombia que abundan ó mejor, crear nuestro auténtico modelo de ciudad.

Este mes fui testigo de dos episodios que me generaron una percepción de inseguridad como lo llama nuestro mandatario; la primera cerca del colegio Santafé, iba acompañado de mi esposa y vimos como un indefenso señor fue atracado por dos hombres en moto y el sábado 28 de mayo por el Club Valledupar, también en compañía de mi esposa, vimos como un ciudadano logró capturar a un ladrón en medio del bullicio de la implacable turba que protestaba impotente por esta inseguridad; confieso que en ese momento pensé o estoy viendo mucho atraco ó estoy saliendo mucho con mi esposa.

Señor alcalde, si después de tanta foto le queda tiempo para algo, ocúpese de establecer planes de seguridad para la ciudad, pero que no se limite en retratarse con el coronel de la policía en amena tertulia, que de allí surja un plan contundente con el objetivo de ir por las bandas en los sitios donde se encuentran para desmontarlas y someterlas, con ello si cambiará la percepción de inseguridad por percepción de seguridad.