El cierre del matadero del municipio de La Paz, al que el Invima le hizo recomendaciones para el mejoramiento sanitario, pero no cumplieron, es uno de los tantos casos que hacen llamar la atención de las autoridades municipales para que hagan un verdadero control sanitario en los sitios donde sacrifican ganado para luego llevar al […]
El cierre del matadero del municipio de La Paz, al que el Invima le hizo recomendaciones para el mejoramiento sanitario, pero no cumplieron, es uno de los tantos casos que hacen llamar la atención de las autoridades municipales para que hagan un verdadero control sanitario en los sitios donde sacrifican ganado para luego llevar al mercado, muchas veces de manera clandestina.
El expendio de carne en Valledupar se ha vuelto una clase de mercado persa, en el que todos venden, pero nadie controla. Los supermercados de grandes cadenas comerciales, los frigoríficos certificados, como el de Coolesar, no tienen ningún problema, sino los sitios clandestinos donde sacrifican reses sin cumplir las normas básicas de sanidad.
El fin de semana la Policía y el Ejército dieron a conocer acciones en las que decomisaron carne. Por ejemplo, los 200 kilos de carne de contrabando que trataban de pasar por la vía Manaure-La Paz, ni qué decir de las capturas de hombres que roban vacas para vender sus carnes, y de las incautaciones de reses que traen desde Venezuela. ¿A dónde va a parar la carne de las reses que ingresan de contrabando?
El sacrificio del ganado sin las técnicas de salubridad es una conducta grave porque además que incumplen con la ley, ponen en riesgo la salud de los consumidores. En Colombia el Decreto 2278 reglamenta que “el sacrificio de animales de abasto público o para consumo humano y la carne en canal que se procese, transporte, comercialice o consuma en el territorio nacional, así como la que se destine para exportación, se someterá a las reglamentaciones del presente decreto y a las disposiciones complementarias que, en desarrollo del mismo o con fundamento en la Ley, dicte el Ministerio de Salud”.
Es decir, no se puede montar en cualquier rincón un matadero, porque matadero es “todo establecimiento dotado con instalaciones necesarias para el sacrificio de animales de abasto público o para consumo humano, así como para tareas complementarias de elaboración o industrialización cuando sea del caso, que de conformidad con el presente decreto haya obtenido licencia sanitaria de funcionamiento para efectuar dichas actividades”.
En los municipios es el alcalde el encargado de hacer ese control, junto con el Invima, y por ello en Valledupar a donde muchas personas quieren ingresar carne sin cumplir con las normas sanitarias, se requiere más control. Está en juego la salud de la población.
La semana pasada el Departamento Nacional de Planeación, DNP, informó en su Encuesta de Sacrificio de Ganado, con la cual proporciona información estadística sobre el número de cabezas, peso en pie y peso en canal, obtenido del sacrificio del ganado mayor y menor, que durante el primer trimestre de 2016, el sacrificio de ganado vacuno presentó una variación de -1,7%, donde se sacrificaron 938.841 cabezas de ganado. En el mismo periodo del 2015 fueron sacrificadas 955.169 cabezas. Y también informa que entre enero y marzo de 2016, las mayores participaciones en el sacrificio de vacunos por departamento se registraron en Antioquia (18,4%), Bogotá1 (15,2%), Santander (7,8%), Atlántico (6,8%) y Cundinamarca (5,9%).
El departamento del Cesar no aparece entre las regiones que más sacrifica ganado, pero se sigue consumiendo carne sin ningún control, especialmente en su capital. ¡Ojo con esto!
El cierre del matadero del municipio de La Paz, al que el Invima le hizo recomendaciones para el mejoramiento sanitario, pero no cumplieron, es uno de los tantos casos que hacen llamar la atención de las autoridades municipales para que hagan un verdadero control sanitario en los sitios donde sacrifican ganado para luego llevar al […]
El cierre del matadero del municipio de La Paz, al que el Invima le hizo recomendaciones para el mejoramiento sanitario, pero no cumplieron, es uno de los tantos casos que hacen llamar la atención de las autoridades municipales para que hagan un verdadero control sanitario en los sitios donde sacrifican ganado para luego llevar al mercado, muchas veces de manera clandestina.
El expendio de carne en Valledupar se ha vuelto una clase de mercado persa, en el que todos venden, pero nadie controla. Los supermercados de grandes cadenas comerciales, los frigoríficos certificados, como el de Coolesar, no tienen ningún problema, sino los sitios clandestinos donde sacrifican reses sin cumplir las normas básicas de sanidad.
El fin de semana la Policía y el Ejército dieron a conocer acciones en las que decomisaron carne. Por ejemplo, los 200 kilos de carne de contrabando que trataban de pasar por la vía Manaure-La Paz, ni qué decir de las capturas de hombres que roban vacas para vender sus carnes, y de las incautaciones de reses que traen desde Venezuela. ¿A dónde va a parar la carne de las reses que ingresan de contrabando?
El sacrificio del ganado sin las técnicas de salubridad es una conducta grave porque además que incumplen con la ley, ponen en riesgo la salud de los consumidores. En Colombia el Decreto 2278 reglamenta que “el sacrificio de animales de abasto público o para consumo humano y la carne en canal que se procese, transporte, comercialice o consuma en el territorio nacional, así como la que se destine para exportación, se someterá a las reglamentaciones del presente decreto y a las disposiciones complementarias que, en desarrollo del mismo o con fundamento en la Ley, dicte el Ministerio de Salud”.
Es decir, no se puede montar en cualquier rincón un matadero, porque matadero es “todo establecimiento dotado con instalaciones necesarias para el sacrificio de animales de abasto público o para consumo humano, así como para tareas complementarias de elaboración o industrialización cuando sea del caso, que de conformidad con el presente decreto haya obtenido licencia sanitaria de funcionamiento para efectuar dichas actividades”.
En los municipios es el alcalde el encargado de hacer ese control, junto con el Invima, y por ello en Valledupar a donde muchas personas quieren ingresar carne sin cumplir con las normas sanitarias, se requiere más control. Está en juego la salud de la población.
La semana pasada el Departamento Nacional de Planeación, DNP, informó en su Encuesta de Sacrificio de Ganado, con la cual proporciona información estadística sobre el número de cabezas, peso en pie y peso en canal, obtenido del sacrificio del ganado mayor y menor, que durante el primer trimestre de 2016, el sacrificio de ganado vacuno presentó una variación de -1,7%, donde se sacrificaron 938.841 cabezas de ganado. En el mismo periodo del 2015 fueron sacrificadas 955.169 cabezas. Y también informa que entre enero y marzo de 2016, las mayores participaciones en el sacrificio de vacunos por departamento se registraron en Antioquia (18,4%), Bogotá1 (15,2%), Santander (7,8%), Atlántico (6,8%) y Cundinamarca (5,9%).
El departamento del Cesar no aparece entre las regiones que más sacrifica ganado, pero se sigue consumiendo carne sin ningún control, especialmente en su capital. ¡Ojo con esto!