Desde hace dos años se conmemora el Día nacional de la dignidad de las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado. Otro día más que se suma a las fechas ya tradicionales del ocho de marzo (Día Internacional de la Mujer) y el 25 de noviembre (Día de No violencia contra […]
Desde hace dos años se conmemora el Día nacional de la dignidad de las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado. Otro día más que se suma a las fechas ya tradicionales del ocho de marzo (Día Internacional de la Mujer) y el 25 de noviembre (Día de No violencia contra las Mujeres), todas con el fin de llamar la atención de que algo está pasando con la mujer, son voces que muchas veces se ahogan entre el mundanal ruido de la política y la economía porque hay problemas más importantes que resolver.
Hace dos semanas se paralizó el país por el concepto que dio una abogada de la Secretaría de Gobierno de Bogotá sobre el caso de Rosa Elvira Cely, quien fue abusada y empalada por un compañero de estudio, concepto que alarmó porque sencillamente decía que “si Rosa Elvira no hubiera salido del colegio con los amigos a tomar, nada le hubiera pasado”. Por esa afirmación se volvió a recordar el tema, si no sale esa noticia en El Espectador, el caso de esta mujer seguiría ahí olvidado como sucede con muchos más de mujeres que han sido víctima de violencia, de abuso sexual y otros vejámenes.
Hoy vuelve a hablarse de la mujer porque el Decreto 1480 de 2014 institucionalizó este día como el de la dignidad de las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado.
Hoy las oficinas de Gestión Social de Valledupar y del Cesar tienen preparados eventos y jornadas para conmemorar el día, para que no se diga que no se hizo nada. ¿Pero es eso lo que necesitan las mujeres violentadas?
Hay que recordar que en Valledupar en el 2015 se registraron más de 230 casos de violencia sexual y en lo que va del 2016 se cuentan cerca de 90. La mayoría de las víctimas son entre los cinco y 17 años. Esa es la realidad y entorno a ella hay que trabajar, la legislación es clara y ha dado mandatos para que se asegure el tema en cuanto a la prevención y la atención.
Por ejemplo, en la ciudad aún falta mucho para que la ruta de atención que especifica la Ley 1257 de 2008 funcione de manera óptima. No cuenta la ciudad todavía con la Casa Refugio a donde debe ir una mujer violentada, aquella que no puede regresar a su casa porque tiene a su agresor ahí. Por lo menos las secretarias de Gestión Social, María Margarita Ustariz, y de Salud, Margarita Zuleta, anunciaron que está en su agenda esta Casa.
Aunque la fecha de hoy es para reconocer y dignificar a las mujeres que han sido víctimas de delitos contra la libertad e integridad sexual en el marco del conflicto armado, que hoy ascienden a casi 13.000 víctimas en todo el país, de las cuales el 93% son mujeres, según el registro de la Unidad para las Víctimas, no hay que olvidar lo que ocurre en términos generales con las mujeres víctimas de violencia.
Por eso bienvenida la intención, ojalá se concrete, del gobernador Francisco Ovalle, de ajustar la Política Pública de Mujer y Genero a través de una ordenanza.
Desde hace dos años se conmemora el Día nacional de la dignidad de las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado. Otro día más que se suma a las fechas ya tradicionales del ocho de marzo (Día Internacional de la Mujer) y el 25 de noviembre (Día de No violencia contra […]
Desde hace dos años se conmemora el Día nacional de la dignidad de las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado. Otro día más que se suma a las fechas ya tradicionales del ocho de marzo (Día Internacional de la Mujer) y el 25 de noviembre (Día de No violencia contra las Mujeres), todas con el fin de llamar la atención de que algo está pasando con la mujer, son voces que muchas veces se ahogan entre el mundanal ruido de la política y la economía porque hay problemas más importantes que resolver.
Hace dos semanas se paralizó el país por el concepto que dio una abogada de la Secretaría de Gobierno de Bogotá sobre el caso de Rosa Elvira Cely, quien fue abusada y empalada por un compañero de estudio, concepto que alarmó porque sencillamente decía que “si Rosa Elvira no hubiera salido del colegio con los amigos a tomar, nada le hubiera pasado”. Por esa afirmación se volvió a recordar el tema, si no sale esa noticia en El Espectador, el caso de esta mujer seguiría ahí olvidado como sucede con muchos más de mujeres que han sido víctima de violencia, de abuso sexual y otros vejámenes.
Hoy vuelve a hablarse de la mujer porque el Decreto 1480 de 2014 institucionalizó este día como el de la dignidad de las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado.
Hoy las oficinas de Gestión Social de Valledupar y del Cesar tienen preparados eventos y jornadas para conmemorar el día, para que no se diga que no se hizo nada. ¿Pero es eso lo que necesitan las mujeres violentadas?
Hay que recordar que en Valledupar en el 2015 se registraron más de 230 casos de violencia sexual y en lo que va del 2016 se cuentan cerca de 90. La mayoría de las víctimas son entre los cinco y 17 años. Esa es la realidad y entorno a ella hay que trabajar, la legislación es clara y ha dado mandatos para que se asegure el tema en cuanto a la prevención y la atención.
Por ejemplo, en la ciudad aún falta mucho para que la ruta de atención que especifica la Ley 1257 de 2008 funcione de manera óptima. No cuenta la ciudad todavía con la Casa Refugio a donde debe ir una mujer violentada, aquella que no puede regresar a su casa porque tiene a su agresor ahí. Por lo menos las secretarias de Gestión Social, María Margarita Ustariz, y de Salud, Margarita Zuleta, anunciaron que está en su agenda esta Casa.
Aunque la fecha de hoy es para reconocer y dignificar a las mujeres que han sido víctimas de delitos contra la libertad e integridad sexual en el marco del conflicto armado, que hoy ascienden a casi 13.000 víctimas en todo el país, de las cuales el 93% son mujeres, según el registro de la Unidad para las Víctimas, no hay que olvidar lo que ocurre en términos generales con las mujeres víctimas de violencia.
Por eso bienvenida la intención, ojalá se concrete, del gobernador Francisco Ovalle, de ajustar la Política Pública de Mujer y Genero a través de una ordenanza.