Contestó el león
En su cuenta de twiter el excandidato a la Gobernación del Cesar, Arturo Calderón, publicó el siguiente mensaje “ante palabras necias de algunos diputados he de decirles. Un león no voltea cuando un perro ladra”. Aunque no precisa a quien va dirigida la expresión, todos saben que se trata del diputado Camilo Lacouture, quien manifestó que Arturo debía aceptar su derrota en las elecciones pasadas y pidió que tanto él como sus áulicos dejaran trabajar al gobernador Francisco Ovalle Angarita. Le voy al pinto.
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Trancón en el Tránsito
Bastante mal la están pasando los funcionarios del tránsito de Valledupar movidos de sus de sus cargos porque literalmente los encontraron mal parqueados y cometiendo infracciones que rayan en la corrupción y tenían casi que una secretaría alterna a la que legalmente existe. Es decir, se creían los dueños de la vía, hasta que cayeron. Dicen que hicieron su agosto en pleno Festival, inmovilizando y desinmovilizando vehículos a su antojo. Si alguien salía positivo en la prueba de alcoholemia, ellos le quitaban hasta el guayabo. Como diría un reconocido dirigente de antaño “sabroso así”.
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Vaca en el Concejo
En medio de las discusiones del proyecto para adicionar 48 mil millones de pesos al presupuesto del Municipio, el viernes anterior, los concejales de Valledupar sacaron tiempo para hacer la “vaca” y asegurar los recursos destinados a la celebración del cumpleaños del conservador Eudes Orozco. Unos más, otros menos pero se sabe que todos hicieron su aporte al festejo, donde hubo francachela y mucha comilona. Se conoció que al final los concejales por unanimidad decidieron no invitar al contralor Álvaro Castilla, para evitar más dolores de cabeza.
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Pura fachada
Así está el edificio de la Gobernación del Cesar. Bien luce la Plaza de Banderas, los jardines tropicales, su moderna cafetería y en general la fachada, pero qué decir de las oficinas del palacio de gobierno, donde reina el hacinamiento y la incomodidad. Hace rato que no le invierten un peso a la remodelación interna del edificio, salvo el auditorio Luís Rodríguez Valera. Los empleados no se sienten a gusto trabajando en el vetusto edificio y piden a gritos una intervención del gobierno de Franco Ovalle.
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