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Columnista - 21 abril, 2016

Ahorremos agua

El agua es vida, pero también es un recurso natural finito. Parece abundante e infinita al ver que las tres cuartas partes del mundo están cubiertas de ella en un estado u otro, pero de los 1.386.000.000 km3 de agua que hay en el mundo solo 1,5 % es agua dulce, y el 99% de […]

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El agua es vida, pero también es un recurso natural finito. Parece abundante e infinita al ver que las tres cuartas partes del mundo están cubiertas de ella en un estado u otro, pero de los 1.386.000.000 km3 de agua que hay en el mundo solo 1,5 % es agua dulce, y el 99% de ella está atrapada en los glaciares o en el subsuelo. Este bien escaso también está amenazado por la contaminación de sustancias como los pesticidas, los residuos químicos, la destrucción de los filtros naturales, como los humedales, la acidificación del pH por la contaminación, y trastornos climáticos como las sequias e inundaciones debidas al cambio climático.

Hoy ya empezamos a sentir el estrés de las sequías y la escasez del agua, cada vez hay menos agua y menos precipitaciones, por eso ya tenemos inconvenientes con los embalses. Ya notamos en casi todas las partes del mundo que las fuentes del subsuelo se agotan o se contaminan, y la depuración y la desalación resultan muy costosas. Debemos tener en cuenta que el agua es fundamental para la económica, la agricultura, la industria y, sobre todo, la salud de todos depende totalmente de ella. Ahorrar lo más posible en agua, es la responsabilidad que tenemos con la generación futura.

El anterior planteamiento, debemos reflexionar y decirnos ¿cuál es la solución? Como quiera que todos utilizamos el agua, todos debemos conservarla y protegerla. Todos debemos ser conscientes sobre cuándo y cómo utilizamos el agua. En el baño por ejemplo, es el lugar donde se gasta el 80 % del consumo del hogar y donde más podemos conservarla; desde el cepillado de dientes hasta el uso del pulsador del inodoro, cada gota cuenta. En la cocina utilizamos el agua para preparar la comida y lavar platos, y aquí también tenemos que pensar en la cantidad de agua que consumimos y tomar medidas para preservar las fuentes naturales. Es verdad que la mayoría de las medidas que podemos tomar para ahorrar no parecen grandes, pero muchas veces son los pequeños esfuerzos los que más cuentan.

Entre los esfuerzos y precauciones que podemos hacer o aplicar tenemos entre otros:
* Una llave que gotea puede ocasionar la perdida de 200 litros de agua al día, por tanto, repara los grifos que goteen o reemplazarlos.
* Cierra la llave cuando te cepilles los dientes, y pon el tapón en el lavamanos cuando te afeites y así ahorras cerca de 12 litros por minuto.
* Abre la llave a medias cuando te laves las manos y la cara, no hace falta un chorro fuerte de agua.
* Baña a los niños pequeños juntos.
* Instala reductores de caudal, los también llamados economizadores en todas las llaves y ahorras hasta un 50 % de agua sin perder presión.
* Utiliza la lavadora solo cuando esté llena.

Dicho lo anterior, los beneficios que tenemos para nosotros, es ahorro económico y para el planeta ahorro de recursos naturales.

NOTA: Recomendamos a los señores alcaldes que ojalá prioricen dentro de sus planes de desarrollo un eje temático concerniente al medio ambiente.

Columnista
21 abril, 2016

Ahorremos agua

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

El agua es vida, pero también es un recurso natural finito. Parece abundante e infinita al ver que las tres cuartas partes del mundo están cubiertas de ella en un estado u otro, pero de los 1.386.000.000 km3 de agua que hay en el mundo solo 1,5 % es agua dulce, y el 99% de […]


El agua es vida, pero también es un recurso natural finito. Parece abundante e infinita al ver que las tres cuartas partes del mundo están cubiertas de ella en un estado u otro, pero de los 1.386.000.000 km3 de agua que hay en el mundo solo 1,5 % es agua dulce, y el 99% de ella está atrapada en los glaciares o en el subsuelo. Este bien escaso también está amenazado por la contaminación de sustancias como los pesticidas, los residuos químicos, la destrucción de los filtros naturales, como los humedales, la acidificación del pH por la contaminación, y trastornos climáticos como las sequias e inundaciones debidas al cambio climático.

Hoy ya empezamos a sentir el estrés de las sequías y la escasez del agua, cada vez hay menos agua y menos precipitaciones, por eso ya tenemos inconvenientes con los embalses. Ya notamos en casi todas las partes del mundo que las fuentes del subsuelo se agotan o se contaminan, y la depuración y la desalación resultan muy costosas. Debemos tener en cuenta que el agua es fundamental para la económica, la agricultura, la industria y, sobre todo, la salud de todos depende totalmente de ella. Ahorrar lo más posible en agua, es la responsabilidad que tenemos con la generación futura.

El anterior planteamiento, debemos reflexionar y decirnos ¿cuál es la solución? Como quiera que todos utilizamos el agua, todos debemos conservarla y protegerla. Todos debemos ser conscientes sobre cuándo y cómo utilizamos el agua. En el baño por ejemplo, es el lugar donde se gasta el 80 % del consumo del hogar y donde más podemos conservarla; desde el cepillado de dientes hasta el uso del pulsador del inodoro, cada gota cuenta. En la cocina utilizamos el agua para preparar la comida y lavar platos, y aquí también tenemos que pensar en la cantidad de agua que consumimos y tomar medidas para preservar las fuentes naturales. Es verdad que la mayoría de las medidas que podemos tomar para ahorrar no parecen grandes, pero muchas veces son los pequeños esfuerzos los que más cuentan.

Entre los esfuerzos y precauciones que podemos hacer o aplicar tenemos entre otros:
* Una llave que gotea puede ocasionar la perdida de 200 litros de agua al día, por tanto, repara los grifos que goteen o reemplazarlos.
* Cierra la llave cuando te cepilles los dientes, y pon el tapón en el lavamanos cuando te afeites y así ahorras cerca de 12 litros por minuto.
* Abre la llave a medias cuando te laves las manos y la cara, no hace falta un chorro fuerte de agua.
* Baña a los niños pequeños juntos.
* Instala reductores de caudal, los también llamados economizadores en todas las llaves y ahorras hasta un 50 % de agua sin perder presión.
* Utiliza la lavadora solo cuando esté llena.

Dicho lo anterior, los beneficios que tenemos para nosotros, es ahorro económico y para el planeta ahorro de recursos naturales.

NOTA: Recomendamos a los señores alcaldes que ojalá prioricen dentro de sus planes de desarrollo un eje temático concerniente al medio ambiente.