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Editorial - 4 abril, 2016

Curumaní necesita gobernabilidad

Una buena tarea tiene el alcalde elegido ayer en el municipio de Curumaní, centro del Cesar. A Jorge Celis, quien obtuvo 6.139 votos, le corresponde sacar a la administración municipal del letargo a que se vio sometida desde que el anterior alcalde Henry Chacón Amaya, elegido por elección popular en el 2011, se diera a […]

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Una buena tarea tiene el alcalde elegido ayer en el municipio de Curumaní, centro del Cesar. A Jorge Celis, quien obtuvo 6.139 votos, le corresponde sacar a la administración municipal del letargo a que se vio sometida desde que el anterior alcalde Henry Chacón Amaya, elegido por elección popular en el 2011, se diera a la huida luego de una orden de captura que pesa en su contra por ser el presunto autor intelectual, junto con el excongresista Miguel Durán, del homicidio de la exconcejala Ana Cristina López de Moreno, asesinada el 26 de noviembre de 2003.

Curumaní no ha contado con suerte en el tema político y administrativo, debido a que en la población existen liderazgos de diferentes corrientes que se han trenzado en una disputa política por el poder que nada bien le ha hecho a la comunidad, la que finalmente se perjudica por el desgobierno a que es sometido el pueblo.

A la fecha el exalcalde Chacón no se ha entregado a la justicia para responder por las sindicaciones que le hace la Fiscalía, y fue su misma esposa la que salió elegida en octubre pasado en las elecciones regionales como la nueva alcaldesa, elección que se cayó porque el Tribunal Administrativo del Cesar la destituyó del cargo para el periodo 2016-2019, porque existía un vínculo marital con Henry Chacón Amaya, quien doce meses antes de su inscripción aún seguía, en papel, ejerciendo como alcalde.

Por eso los curumanilenses tuvieron que ir a nuevas elecciones ayer, domingo, en una jornada atípica, en la que 13.325 salieron a votar por su candidato predilecto, de los tres aspirantes que se inscribieron.

Si Celis, el nuevo alcalde que fue elegido con más de 6.120 votos, cumple lo que prometió en su discurso de campaña, que hacía referencia al respeto por la legalidad, lo público, las instituciones y el medio ambiente, así como el fortalecimiento del sistema de salud para hacerlo oportuno y humano, las cosas podrían cambiar en esta población.

Los otros dos aspirantes, Celenia Acosta y Gonzalo Cervantes, deben aceptar su derrota, sumarse a este propósito y no continuar con más pujas políticas que en nada favorecen a la comunidad.

Curumaní tiene muchos problemas por resolver, pues la interinidad de los últimos años la han llevado a la desidia y al atraso. Si los congresistas que estuvieron atentos y activos en esta corta campaña política también lo hicieran para sacar al municipio adelante, los avances en inversiones en los diferentes sectores sería una realidad. Hoy la escasez de agua es un problema que deben resolver, así como las vías rurales, la atención a víctimas y la preparación de la comunidad con miras a unos diálogos de paz con el Eln, guerrilla que tiene una alta injerencia en esta población.

Editorial
4 abril, 2016

Curumaní necesita gobernabilidad

Una buena tarea tiene el alcalde elegido ayer en el municipio de Curumaní, centro del Cesar. A Jorge Celis, quien obtuvo 6.139 votos, le corresponde sacar a la administración municipal del letargo a que se vio sometida desde que el anterior alcalde Henry Chacón Amaya, elegido por elección popular en el 2011, se diera a […]


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Una buena tarea tiene el alcalde elegido ayer en el municipio de Curumaní, centro del Cesar. A Jorge Celis, quien obtuvo 6.139 votos, le corresponde sacar a la administración municipal del letargo a que se vio sometida desde que el anterior alcalde Henry Chacón Amaya, elegido por elección popular en el 2011, se diera a la huida luego de una orden de captura que pesa en su contra por ser el presunto autor intelectual, junto con el excongresista Miguel Durán, del homicidio de la exconcejala Ana Cristina López de Moreno, asesinada el 26 de noviembre de 2003.

Curumaní no ha contado con suerte en el tema político y administrativo, debido a que en la población existen liderazgos de diferentes corrientes que se han trenzado en una disputa política por el poder que nada bien le ha hecho a la comunidad, la que finalmente se perjudica por el desgobierno a que es sometido el pueblo.

A la fecha el exalcalde Chacón no se ha entregado a la justicia para responder por las sindicaciones que le hace la Fiscalía, y fue su misma esposa la que salió elegida en octubre pasado en las elecciones regionales como la nueva alcaldesa, elección que se cayó porque el Tribunal Administrativo del Cesar la destituyó del cargo para el periodo 2016-2019, porque existía un vínculo marital con Henry Chacón Amaya, quien doce meses antes de su inscripción aún seguía, en papel, ejerciendo como alcalde.

Por eso los curumanilenses tuvieron que ir a nuevas elecciones ayer, domingo, en una jornada atípica, en la que 13.325 salieron a votar por su candidato predilecto, de los tres aspirantes que se inscribieron.

Si Celis, el nuevo alcalde que fue elegido con más de 6.120 votos, cumple lo que prometió en su discurso de campaña, que hacía referencia al respeto por la legalidad, lo público, las instituciones y el medio ambiente, así como el fortalecimiento del sistema de salud para hacerlo oportuno y humano, las cosas podrían cambiar en esta población.

Los otros dos aspirantes, Celenia Acosta y Gonzalo Cervantes, deben aceptar su derrota, sumarse a este propósito y no continuar con más pujas políticas que en nada favorecen a la comunidad.

Curumaní tiene muchos problemas por resolver, pues la interinidad de los últimos años la han llevado a la desidia y al atraso. Si los congresistas que estuvieron atentos y activos en esta corta campaña política también lo hicieran para sacar al municipio adelante, los avances en inversiones en los diferentes sectores sería una realidad. Hoy la escasez de agua es un problema que deben resolver, así como las vías rurales, la atención a víctimas y la preparación de la comunidad con miras a unos diálogos de paz con el Eln, guerrilla que tiene una alta injerencia en esta población.