El gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita, decidió ayer en la Mesa Sectorial Agropecuaria convocada por la Secretaría de Agricultura y la Oficina Asesora de Planeación que declarará en los próximos días calamidad pública en el departamento por la crítica situación de sequía que se registra en todo el territorio cesarense. Hasta el momento 22 […]
El gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita, decidió ayer en la Mesa Sectorial Agropecuaria convocada por la Secretaría de Agricultura y la Oficina Asesora de Planeación que declarará en los próximos días calamidad pública en el departamento por la crítica situación de sequía que se registra en todo el territorio cesarense.
Hasta el momento 22 de los 25 municipios del Cesar han declarado la calamidad pública por los efectos del fenómeno del Niño, que ha dejado graves consecuencias en el sector agropecuario que ya venía golpeado por otros factores económicos.
El sector, de acuerdo con estudios hechos por la misma Secretaría de Agricultura del Cesar, ha sufrido un duro golpe, especialmente en los años 2014 y 2015, periodo en el que 45 mil productores han perdido inversiones por el orden de los 774 mil millones de pesos, lo que se traduce en la no generación de más 45 mil empleos.
Por eso en hora buena se toma la decisión de declarar la calamidad pública en el Cesar, que no es otra cosa que un salvavidas para afrontar la difícil situación de toda la población, pero especialmente del sector agropecuario, soportada en la Ley 1523 de 2012, que explica que se entiende por calamidad pública, “el resultado que se desencadena de la manifestación de uno o varios eventos naturales o antropogénicos no intencionales que al encontrar condiciones propicias de vulnerabilidad en las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de subsistencia, la prestación de servicios o los recursos ambientales, causa daños o pérdidas humanas, materiales, económicas o ambientales, generando una alteración intensa, grave y extendida en las condiciones normales de funcionamiento de la población, en el respectivo territorio, que exige al distrito, municipio, o departamento ejecutar acciones de respuesta, rehabilitación y reconstrucción”.
Esto quiere decir que el gobierno departamental tendrá en primera instancia que poner a funcionar con una buena dinámica al Consejo Departamental de Gestión de Riesgos, de la mano del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, para que pueda acceder a recursos suficientes para atender la calamidad.
El gobernador Ovalle enumeró algunas acciones en el marco de la calamidad pública, como la suscripción de convenios con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo, USAID, así como con Agrofuturo para promover el riego de cultivos mediante el uso de energías alternativas, y hará las gestiones para construir tres reservorios, uno con el apoyo de las empresas mineras asentadas en el Cesar. No dejó por fuera los temas de cartera de los ganaderos y agricultores y el impuesto predial con los municipios.
Todo sea por el bien del Cesar, que esta puerta que se abre en medio de la adversidad sea la salida para la solución de los problemas, sino de todos, por lo menos de los más urgentes.
El gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita, decidió ayer en la Mesa Sectorial Agropecuaria convocada por la Secretaría de Agricultura y la Oficina Asesora de Planeación que declarará en los próximos días calamidad pública en el departamento por la crítica situación de sequía que se registra en todo el territorio cesarense. Hasta el momento 22 […]
El gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita, decidió ayer en la Mesa Sectorial Agropecuaria convocada por la Secretaría de Agricultura y la Oficina Asesora de Planeación que declarará en los próximos días calamidad pública en el departamento por la crítica situación de sequía que se registra en todo el territorio cesarense.
Hasta el momento 22 de los 25 municipios del Cesar han declarado la calamidad pública por los efectos del fenómeno del Niño, que ha dejado graves consecuencias en el sector agropecuario que ya venía golpeado por otros factores económicos.
El sector, de acuerdo con estudios hechos por la misma Secretaría de Agricultura del Cesar, ha sufrido un duro golpe, especialmente en los años 2014 y 2015, periodo en el que 45 mil productores han perdido inversiones por el orden de los 774 mil millones de pesos, lo que se traduce en la no generación de más 45 mil empleos.
Por eso en hora buena se toma la decisión de declarar la calamidad pública en el Cesar, que no es otra cosa que un salvavidas para afrontar la difícil situación de toda la población, pero especialmente del sector agropecuario, soportada en la Ley 1523 de 2012, que explica que se entiende por calamidad pública, “el resultado que se desencadena de la manifestación de uno o varios eventos naturales o antropogénicos no intencionales que al encontrar condiciones propicias de vulnerabilidad en las personas, los bienes, la infraestructura, los medios de subsistencia, la prestación de servicios o los recursos ambientales, causa daños o pérdidas humanas, materiales, económicas o ambientales, generando una alteración intensa, grave y extendida en las condiciones normales de funcionamiento de la población, en el respectivo territorio, que exige al distrito, municipio, o departamento ejecutar acciones de respuesta, rehabilitación y reconstrucción”.
Esto quiere decir que el gobierno departamental tendrá en primera instancia que poner a funcionar con una buena dinámica al Consejo Departamental de Gestión de Riesgos, de la mano del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo, para que pueda acceder a recursos suficientes para atender la calamidad.
El gobernador Ovalle enumeró algunas acciones en el marco de la calamidad pública, como la suscripción de convenios con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo, USAID, así como con Agrofuturo para promover el riego de cultivos mediante el uso de energías alternativas, y hará las gestiones para construir tres reservorios, uno con el apoyo de las empresas mineras asentadas en el Cesar. No dejó por fuera los temas de cartera de los ganaderos y agricultores y el impuesto predial con los municipios.
Todo sea por el bien del Cesar, que esta puerta que se abre en medio de la adversidad sea la salida para la solución de los problemas, sino de todos, por lo menos de los más urgentes.