Casi un centenar de personas conmemoraron en Medellín los 25 años de la firma de la paz de la guerrilla maoísta del EPL, que según los asistentes es "inspirador" para las negociaciones entre el Gobierno y las FARC, que se desarrollan en La Habana.
Casi un centenar de personas conmemoraron en Medellín los 25 años de la firma de la paz de la guerrilla maoísta del EPL, que según los asistentes es “inspirador” para las negociaciones entre el Gobierno y las FARC, que se desarrollan en La Habana.
El evento “25 años Construyendo Paz”, liderado por excombatientes y por el ministro del Postconflicto, Rafael Pardo, se realizó frente al Monumento de Nacional a la Paz, construido con las armas que dejó el Ejército Popular de Liberación (EPL) en su desmovilización el 1 de marzo de 1991.
“Han sido años de muchas realizaciones y amarguras. Fue muy difícil este proceso, pero el EPL mostró que vale la pena hacer la paz”, expresó Pardo a periodistas.
Pardo, quien lideró como consejero presidencial para la Paz las negociaciones con los grupos guerrilleros M-19, EPL, PRT y el Movimiento Armado Quintín Lame, hizo durante el acto de conmemoración un recuento de las negociaciones en 1991 con el líder máximo Bernardo Gutiérrez y habló del momento “histórico” que está por vivirse con las FARC.
“Estamos a semanas de la firma de un acuerdo de paz con las FARC, para cerrar un conflicto de medio siglo”, subrayó el ministro.
Asimismo, indicó que espera que la paz “coja raíces y se asiente” en Colombia, pues el EPL demostró que si hay “voluntad” desde la vida civil se puede construir un país “integrado”.
Durante la conmemoración, Jaime Fajardo Landaeta, negociador del EPL que participó en la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución de 1991, manifestó que el acuerdo que firmó esa guerrilla para que 2.200 combatientes dejaran las armas ha sido guía en el proceso con las FARC.
“La desmovilización del EPL creó el sendero para que hoy las FARC estén negociando en Cuba”, acotó.
Fajardo sostuvo que los exmilitantes del EPL, ahora convertido en el movimiento “Esperanza, Paz y Libertad”, serán un “motor transcendental” en el postconflicto y ayudarán a “transformar” el país.
Además, enfatizó en la necesidad de que el Ejército de Liberación Nacional (ELN), actualmente la segunda guerrilla del país con 1.500 combatientes, también se “siente en la mesa” a negociar, pues considera que “ya no tiene posibilidad militar en Colombia”.
En el mismo sentido se expresó la oficial de coordinación de la ONU en Colombia, Ashild Falch, quien exaltó la celebración de los 25 años de este acuerdo para recordar en un momento “coyuntural” que es posible la “transición” de las armas a la política y la vida civil.
Esta conmemoración “demuestra que es posible soñar con una paz duradera y es inspiración para actual proceso”, apostilló Falch.
El EPL era la estructura militar del Partido Comunista Marxista Leninista Maoísta, convencido en los años 60 de que las armas ayudarían a modificar un escenario político que consideraban injusto, argumento compartido por otros grupos insurgentes de la época.
EFE
Casi un centenar de personas conmemoraron en Medellín los 25 años de la firma de la paz de la guerrilla maoísta del EPL, que según los asistentes es "inspirador" para las negociaciones entre el Gobierno y las FARC, que se desarrollan en La Habana.
Casi un centenar de personas conmemoraron en Medellín los 25 años de la firma de la paz de la guerrilla maoísta del EPL, que según los asistentes es “inspirador” para las negociaciones entre el Gobierno y las FARC, que se desarrollan en La Habana.
El evento “25 años Construyendo Paz”, liderado por excombatientes y por el ministro del Postconflicto, Rafael Pardo, se realizó frente al Monumento de Nacional a la Paz, construido con las armas que dejó el Ejército Popular de Liberación (EPL) en su desmovilización el 1 de marzo de 1991.
“Han sido años de muchas realizaciones y amarguras. Fue muy difícil este proceso, pero el EPL mostró que vale la pena hacer la paz”, expresó Pardo a periodistas.
Pardo, quien lideró como consejero presidencial para la Paz las negociaciones con los grupos guerrilleros M-19, EPL, PRT y el Movimiento Armado Quintín Lame, hizo durante el acto de conmemoración un recuento de las negociaciones en 1991 con el líder máximo Bernardo Gutiérrez y habló del momento “histórico” que está por vivirse con las FARC.
“Estamos a semanas de la firma de un acuerdo de paz con las FARC, para cerrar un conflicto de medio siglo”, subrayó el ministro.
Asimismo, indicó que espera que la paz “coja raíces y se asiente” en Colombia, pues el EPL demostró que si hay “voluntad” desde la vida civil se puede construir un país “integrado”.
Durante la conmemoración, Jaime Fajardo Landaeta, negociador del EPL que participó en la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Constitución de 1991, manifestó que el acuerdo que firmó esa guerrilla para que 2.200 combatientes dejaran las armas ha sido guía en el proceso con las FARC.
“La desmovilización del EPL creó el sendero para que hoy las FARC estén negociando en Cuba”, acotó.
Fajardo sostuvo que los exmilitantes del EPL, ahora convertido en el movimiento “Esperanza, Paz y Libertad”, serán un “motor transcendental” en el postconflicto y ayudarán a “transformar” el país.
Además, enfatizó en la necesidad de que el Ejército de Liberación Nacional (ELN), actualmente la segunda guerrilla del país con 1.500 combatientes, también se “siente en la mesa” a negociar, pues considera que “ya no tiene posibilidad militar en Colombia”.
En el mismo sentido se expresó la oficial de coordinación de la ONU en Colombia, Ashild Falch, quien exaltó la celebración de los 25 años de este acuerdo para recordar en un momento “coyuntural” que es posible la “transición” de las armas a la política y la vida civil.
Esta conmemoración “demuestra que es posible soñar con una paz duradera y es inspiración para actual proceso”, apostilló Falch.
El EPL era la estructura militar del Partido Comunista Marxista Leninista Maoísta, convencido en los años 60 de que las armas ayudarían a modificar un escenario político que consideraban injusto, argumento compartido por otros grupos insurgentes de la época.
EFE