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Columnista - 29 febrero, 2016

¿Qué pasará ue pasara con el Eln?

Como se sabía el incidente de Conejo “quedó superado”, ni un tema tan grave que viola el derecho internacional humanitario, ni ninguna otra cosa, afectará el proceso de Santos en La Habana, aunque llueva, truene o relampaguee. A medida que se acerca la firma, surge una gran preocupación ¿Qué pasará con el Eln? Nos siguen […]

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Como se sabía el incidente de Conejo “quedó superado”, ni un tema tan grave que viola el derecho internacional humanitario, ni ninguna otra cosa, afectará el proceso de Santos en La Habana, aunque llueva, truene o relampaguee. A medida que se acerca la firma, surge una gran preocupación ¿Qué pasará con el Eln? Nos siguen vendiendo un país en paz que funcionará a las mil maravillas, pero con el Eln vigente, ese sueño se desvanece
Esta guerrilla demuestra cada día que está fuerte; ataques a unidades militares y policías, a la infraestructura, extorsiona, secuestra y hace paro armado, por diferentes coyunturas quedará en la escena central de la guerra y su mando está fracturado, mientras Gabino y Antonio García siguen sin tomar decisiones de fondo, prevalece la orientación militar influenciada por alias ‘Pablito’ y alias ‘Gustavo’ que no quieren dejar las armas y dominan un amplio territorio, saben que al desmovilizarse las Farc, quedarán muchos espacios por cubrir, mas gente por extorsionar y secuestrar, más áreas para cultivar y traquetear, además reforzarían sus filas con algunos frentes de las Farc narcotizados y acostumbrados al monte.

El Eln tiene una ideología aún más atrasada que las Farc y esto dificulta cualquier posibilidad de entendimiento, seguro pensaran que si a las Farc le dieron todas esas concesiones; tiempo, vitrina internacional, viajes, yates, foros y encuentros al más alto nivel para debatir la problemática del país con todos los delitos de lesa humanidad que han cometido, ellos podrían lograr réditos aún mayores en lo político, militar y económico si se mantienen en la guerra, el riesgo es que el tiempo se les agote, para ser francos, un Presidente con las bondades para negociar de Santos, no volverá en mucho tiempo, por ahora creen ellos que no les conviene sumarse al proceso con las Farc, porque serían vistos como segundones que llegaron a una fiesta donde ya todos tienen pareja, además están en espera de cómo se implementan los acuerdos de La Habana en el terreno y que pasará con el paramilitarismo.

Santos dice en un foro de la Universidad de los Andes que ya el proceso está casi listo, con ese cuento viene hace más de dos años; pero a renglón seguido, cuando le matan tres policías de manera infame y cobarde, dice que no se dejará presionar ¿Quién le cree? es una costumbre ver al presidente cambiando de opinión, pero llegó el momento de abordar el tema de frente y sin ambigüedades, ya que el Eln puede fortalecerse aún más debido a su alianza con los Úsuga y convertirse en una fábrica de violencia sólida que podría echar por la borda el sueño de paz, acompañado de una gran inversión para el posconflicto.

Columnista
29 febrero, 2016

¿Qué pasará ue pasara con el Eln?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Como se sabía el incidente de Conejo “quedó superado”, ni un tema tan grave que viola el derecho internacional humanitario, ni ninguna otra cosa, afectará el proceso de Santos en La Habana, aunque llueva, truene o relampaguee. A medida que se acerca la firma, surge una gran preocupación ¿Qué pasará con el Eln? Nos siguen […]


Como se sabía el incidente de Conejo “quedó superado”, ni un tema tan grave que viola el derecho internacional humanitario, ni ninguna otra cosa, afectará el proceso de Santos en La Habana, aunque llueva, truene o relampaguee. A medida que se acerca la firma, surge una gran preocupación ¿Qué pasará con el Eln? Nos siguen vendiendo un país en paz que funcionará a las mil maravillas, pero con el Eln vigente, ese sueño se desvanece
Esta guerrilla demuestra cada día que está fuerte; ataques a unidades militares y policías, a la infraestructura, extorsiona, secuestra y hace paro armado, por diferentes coyunturas quedará en la escena central de la guerra y su mando está fracturado, mientras Gabino y Antonio García siguen sin tomar decisiones de fondo, prevalece la orientación militar influenciada por alias ‘Pablito’ y alias ‘Gustavo’ que no quieren dejar las armas y dominan un amplio territorio, saben que al desmovilizarse las Farc, quedarán muchos espacios por cubrir, mas gente por extorsionar y secuestrar, más áreas para cultivar y traquetear, además reforzarían sus filas con algunos frentes de las Farc narcotizados y acostumbrados al monte.

El Eln tiene una ideología aún más atrasada que las Farc y esto dificulta cualquier posibilidad de entendimiento, seguro pensaran que si a las Farc le dieron todas esas concesiones; tiempo, vitrina internacional, viajes, yates, foros y encuentros al más alto nivel para debatir la problemática del país con todos los delitos de lesa humanidad que han cometido, ellos podrían lograr réditos aún mayores en lo político, militar y económico si se mantienen en la guerra, el riesgo es que el tiempo se les agote, para ser francos, un Presidente con las bondades para negociar de Santos, no volverá en mucho tiempo, por ahora creen ellos que no les conviene sumarse al proceso con las Farc, porque serían vistos como segundones que llegaron a una fiesta donde ya todos tienen pareja, además están en espera de cómo se implementan los acuerdos de La Habana en el terreno y que pasará con el paramilitarismo.

Santos dice en un foro de la Universidad de los Andes que ya el proceso está casi listo, con ese cuento viene hace más de dos años; pero a renglón seguido, cuando le matan tres policías de manera infame y cobarde, dice que no se dejará presionar ¿Quién le cree? es una costumbre ver al presidente cambiando de opinión, pero llegó el momento de abordar el tema de frente y sin ambigüedades, ya que el Eln puede fortalecerse aún más debido a su alianza con los Úsuga y convertirse en una fábrica de violencia sólida que podría echar por la borda el sueño de paz, acompañado de una gran inversión para el posconflicto.