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Deportes - 29 diciembre, 2015

César y Diego Amaya en Valledupar

Los hermanos futbolistas estuvieron en la cancha Los Cortijos acompañando a los niños de Alianza Vallenata y EL PILÓN habló sobre el año que pasó y el que viene.

JOAQUÍN RAMIREZ/EL PILÓN
Con los niños categoría 2008 de Alianza Vallenata, Diego y César posaron para la foto de fin de año.
Los hermanos Amaya esperan seguir generando noticias este 2016 que viene.
JOAQUÍN RAMIREZ/EL PILÓN Con los niños categoría 2008 de Alianza Vallenata, Diego y César posaron para la foto de fin de año. Los hermanos Amaya esperan seguir generando noticias este 2016 que viene.
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La sencillez que caracteriza a la familia Amaya Solano se detecta entre sus miembros. César, que viene de ascender con el Atlético Bucaramanga, y que recientemente fue oficializado como jugador del Deportivo Cali se movía de lado a lado en la cancha de Los Cortijos recibiendo el cariño de los niños, y su hermano Diego, que ahora vestirá con la camiseta de los ‘Leopardos’ mostró de inmediato su sonrisa al ver un partido de fútbol entre pequeños categoría 2008, que llamaron su atención y lo llevaron por unos minutos a recordar cuando apenas estaba dando sus ‘pininos’ en la cancha del Instpecam. EL PILÓN acompañó a ambos deportistas, al buen gesto que tuvieron de saludar a los niños y de paso, se refirieron al balance del 2015 y lo que viene en sus carreras.

“Gracias a Dios fue un año muy positivo, se cumplieron los objetivos que se trazaron y que bueno que salieron las cosas bien. Ahora este año que viene, hay que ratificarlo”, dijo César Amaya.

El jugador que en 2016 jugará con el Deportivo Cali, manifestó que ya todo está definido con el cuadro ‘azucarero’ con el que llegó a un acuerdo y que sus principales objetivos están centrados en no quedarse en la banca.

“Es un año de mucha competencia, se viene un torneo importante con la Libertadores, no va a hacer fácil pero se está armando un buen grupo. Uno siempre quiere jugar, por eso se trabaja, para ganarse un puesto y esperamos que sea así”, manifestó.

Mientras miraba hacia arriba y giraba sus dedos pulgar e índice de la mano derecha, César reflexionaba sobre la familia, su polo a tierra. Su llegada a Valledupar fue en compañía de sus dos hijas y su esposa con quien siempre festeja triunfos y derrotas: “Mi familia siempre está en las buenas y las malas, siempre me reciben de la misma manera, pero me da alegría saber que están contentos por el año que se hizo, por lo que se consiguió y porque mi carrera va en ascenso”.

Al mirar a su alrededor, César Amaya confesó que le encanta volver a su tierra, que cada vez que tiene a oportunidad de volver la ve “más bonita más hermosa”, y que extraña todo de ella cuando está por fuera, incluso la brisa que en ese momento sentía en su cuerpo. Es un loco enamorado de la ciudad de los Santos Reyes.

“Todo me hace falta, el vallenato, la gente, yo me voy hoy y mañana me hace falta todo otra vez de Valledupar, sobre la música debo decir que me encanta Diomedes, Silvestre, ‘Churo’, Zabaleta, todo me gusta”, aseguró.

El exjugador del Atlético Bucaramanga no dejó nada por fuera del tapete este año. Pero piensa que debe luchar mucho más ahora para mantenerse y lograr un cupo en la titular del Cali.

Diego Amaya espera un buen 2016
A sus 30 años, Diego Amaya Solano sigue demostrando el gran talento que tiene en el mundo del balompié.

Su primer semestre este año fue bueno con el Atlético Huila, pero en la segunda mitad del año, las cosas se tornaron diferente, según él por varias razones: la primera, el cambio de escenario que tuvieron y la salida de jugadores claves para la institución. Pero más allá de esos resultados, Diego avisa que fue importante el hecho de tener continuidad y por ello quiere hacer mejor las cosas para este 2016 que se avecina.

“Mi hermano dejó un buen nombre en Bucaramanga, hizo buena campaña, me toca a mí ahora en la A seguir así, aunque con más presión porque hay que alejarse del descenso y meterse entre los ocho”, dijo.

El mayor de los hermanos, aseguró que el secreto de su familia para surgir en un terreno tan disputado tiene que ver con la humildad, constancia, y no decaer: “Hemos tenido lesiones graves, momentos difíciles y aun así nos hemos sabido levantar, eso nos ha llevado a mantenernos vigentes en el fútbol profesional”.

Al igual que César, Diego llegó con su esposa y su hija, la idea es compartir con la familia y pasarla en paz.

“Siempre tenemos eso en la cabeza, estas fechas son para estar en familia. Cuando vengo acá me reciben muy bien y ahora con los grupos de WhatsApp uno vive informado y se mantiene en contacto con los ‘pangapotes’, nunca se ha perdido la amistad”, dijo entre risas.

César y Diego Amaya se tomaron fotos con los niños, ayer en la cancha del barrio Los Cortijos de Valledupar.

“A los que nos ven como referentes, un saludo especial, esperamos sobresalir para que se sientan orgullosos de sus paisanos, felices fiestas”: Diego Amaya.

Por Tatiana Orozco Mazzilli
[email protected]

 

Deportes
29 diciembre, 2015

César y Diego Amaya en Valledupar

Los hermanos futbolistas estuvieron en la cancha Los Cortijos acompañando a los niños de Alianza Vallenata y EL PILÓN habló sobre el año que pasó y el que viene.


JOAQUÍN RAMIREZ/EL PILÓN
Con los niños categoría 2008 de Alianza Vallenata, Diego y César posaron para la foto de fin de año.
Los hermanos Amaya esperan seguir generando noticias este 2016 que viene.
JOAQUÍN RAMIREZ/EL PILÓN Con los niños categoría 2008 de Alianza Vallenata, Diego y César posaron para la foto de fin de año. Los hermanos Amaya esperan seguir generando noticias este 2016 que viene.
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La sencillez que caracteriza a la familia Amaya Solano se detecta entre sus miembros. César, que viene de ascender con el Atlético Bucaramanga, y que recientemente fue oficializado como jugador del Deportivo Cali se movía de lado a lado en la cancha de Los Cortijos recibiendo el cariño de los niños, y su hermano Diego, que ahora vestirá con la camiseta de los ‘Leopardos’ mostró de inmediato su sonrisa al ver un partido de fútbol entre pequeños categoría 2008, que llamaron su atención y lo llevaron por unos minutos a recordar cuando apenas estaba dando sus ‘pininos’ en la cancha del Instpecam. EL PILÓN acompañó a ambos deportistas, al buen gesto que tuvieron de saludar a los niños y de paso, se refirieron al balance del 2015 y lo que viene en sus carreras.

“Gracias a Dios fue un año muy positivo, se cumplieron los objetivos que se trazaron y que bueno que salieron las cosas bien. Ahora este año que viene, hay que ratificarlo”, dijo César Amaya.

El jugador que en 2016 jugará con el Deportivo Cali, manifestó que ya todo está definido con el cuadro ‘azucarero’ con el que llegó a un acuerdo y que sus principales objetivos están centrados en no quedarse en la banca.

“Es un año de mucha competencia, se viene un torneo importante con la Libertadores, no va a hacer fácil pero se está armando un buen grupo. Uno siempre quiere jugar, por eso se trabaja, para ganarse un puesto y esperamos que sea así”, manifestó.

Mientras miraba hacia arriba y giraba sus dedos pulgar e índice de la mano derecha, César reflexionaba sobre la familia, su polo a tierra. Su llegada a Valledupar fue en compañía de sus dos hijas y su esposa con quien siempre festeja triunfos y derrotas: “Mi familia siempre está en las buenas y las malas, siempre me reciben de la misma manera, pero me da alegría saber que están contentos por el año que se hizo, por lo que se consiguió y porque mi carrera va en ascenso”.

Al mirar a su alrededor, César Amaya confesó que le encanta volver a su tierra, que cada vez que tiene a oportunidad de volver la ve “más bonita más hermosa”, y que extraña todo de ella cuando está por fuera, incluso la brisa que en ese momento sentía en su cuerpo. Es un loco enamorado de la ciudad de los Santos Reyes.

“Todo me hace falta, el vallenato, la gente, yo me voy hoy y mañana me hace falta todo otra vez de Valledupar, sobre la música debo decir que me encanta Diomedes, Silvestre, ‘Churo’, Zabaleta, todo me gusta”, aseguró.

El exjugador del Atlético Bucaramanga no dejó nada por fuera del tapete este año. Pero piensa que debe luchar mucho más ahora para mantenerse y lograr un cupo en la titular del Cali.

Diego Amaya espera un buen 2016
A sus 30 años, Diego Amaya Solano sigue demostrando el gran talento que tiene en el mundo del balompié.

Su primer semestre este año fue bueno con el Atlético Huila, pero en la segunda mitad del año, las cosas se tornaron diferente, según él por varias razones: la primera, el cambio de escenario que tuvieron y la salida de jugadores claves para la institución. Pero más allá de esos resultados, Diego avisa que fue importante el hecho de tener continuidad y por ello quiere hacer mejor las cosas para este 2016 que se avecina.

“Mi hermano dejó un buen nombre en Bucaramanga, hizo buena campaña, me toca a mí ahora en la A seguir así, aunque con más presión porque hay que alejarse del descenso y meterse entre los ocho”, dijo.

El mayor de los hermanos, aseguró que el secreto de su familia para surgir en un terreno tan disputado tiene que ver con la humildad, constancia, y no decaer: “Hemos tenido lesiones graves, momentos difíciles y aun así nos hemos sabido levantar, eso nos ha llevado a mantenernos vigentes en el fútbol profesional”.

Al igual que César, Diego llegó con su esposa y su hija, la idea es compartir con la familia y pasarla en paz.

“Siempre tenemos eso en la cabeza, estas fechas son para estar en familia. Cuando vengo acá me reciben muy bien y ahora con los grupos de WhatsApp uno vive informado y se mantiene en contacto con los ‘pangapotes’, nunca se ha perdido la amistad”, dijo entre risas.

César y Diego Amaya se tomaron fotos con los niños, ayer en la cancha del barrio Los Cortijos de Valledupar.

“A los que nos ven como referentes, un saludo especial, esperamos sobresalir para que se sientan orgullosos de sus paisanos, felices fiestas”: Diego Amaya.

Por Tatiana Orozco Mazzilli
[email protected]