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Columnista - 9 noviembre, 2015

Franco y Tuto, ojo con la cultura

Cada vez que inicia una administración, se generan expectativas, más aun, en el sector de la cultura que por años ha estado abandonado, a pesar de que siempre que queremos sacar pecho, acudimos a la cultura como nuestra mayor fortaleza. Los presupuestos en cada gobierno han venido disminuyendo y nadie dice nada. En el gobierno […]

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Cada vez que inicia una administración, se generan expectativas, más aun, en el sector de la cultura que por años ha estado abandonado, a pesar de que siempre que queremos sacar pecho, acudimos a la cultura como nuestra mayor fortaleza. Los presupuestos en cada gobierno han venido disminuyendo y nadie dice nada. En el gobierno de Fredys Socarrás hay que destacar el proceso que se vivió con los juglares, pero no se consolidó un verdadero proyecto cultural como se esperaba. En la administración Monsalvo, el asunto fue peor, desfiles de coordinadores que llegaron a improvisar, encargos y más encargos y preferencias como ocurrió con la Fundación Caribe de un tal Wilfrido Rodríguez, que llevó casi toda la contratación, convirtiéndose en un cáncer.

La apuesta cultural exige apoyo para los artistas, que amplíen el concepto, visitar ferias de arte, museos, adquirir formación, que no se consigue en nuestra parroquia, nacional e internacional. Valledupar necesita el Museo de Arte Contemporáneo que promueve el maestro Francisco Ruiz, con El Grito. También hay que respaldar a Julio Oñate, quien tiene una colección de 50 acordeones antiguas, documentales, discos de todas las épocas, entrevistas, etc. dignas de ser preservadas en un museo en el centro histórico, ojalá promovido por la alcaldía.

Es esencial terminar el Centro Cultural de la Música Vallenata y profundizar más en la investigación porque hasta ahora solo han pensado en el edificio. Impulsar aún más el Museo del Acordeón de Beto Murgas, que demanda con premura un convenio para subsistir. Llegó el momento de pensar en más infraestructura cultural: Los artistas plásticos y fotógrafos de la región requieren un lugar donde exponer sus obras, ya que Monsalvo lo cambió por un café internet; desarrollar una feria del libro; una feria gastronómica de talla; un teatro con todas las especificaciones; crear los distritos de arte aledaños al centro para hacer recorridos y que sirvan de fortaleza turística, las grandes ciudades se desarrollan pensando en la cultura, Paris es solo un ejemplo, orienta todas sus prácticas en torno a al arte: Los programas de cultura ciudadana deben estar enfocados con modelos creativos que partan del arte como elemento persuasivo, máxime, cuando se busca la paz y se acerca el posconflicto.

Ojalá Tuto, quien antes de ser político fue artista, haga algo por el sector; lo mismo Franco con quien, antes de ser Gobernador, recorrí la Feria ARBO en Bogotá y se dio cuenta lo que el arte puede representar, por cierto por ahí me enviaron una razón de que estaba vetado en su administración porque no había hecho política a su favor y además, me había portado muy mal con Monsalvo, esperemos que no sea cierto, porque esto hablaría muy mal del nuevo gobernador, la cultura debe estar por fuera de todo elemento político, pero como aquí campea lo absurdo e inverosímil, amanecerá y veremos. Lo apremiante y verdaderamente importante, es que a la cultura se le dé un mejor trato, ojalá los nuevos gobernantes lo entiendan.
çEstocada: Felicito al Gobernador Monsalvo por el Complejo de Tenis, sé que fue su obsesión y hoy es una realidad que le servirá mucho a Valledupar para desarrollar esta práctica, si sale un gran tenista se lo debemos en parte a Monsalvo.

Columnista
9 noviembre, 2015

Franco y Tuto, ojo con la cultura

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Cada vez que inicia una administración, se generan expectativas, más aun, en el sector de la cultura que por años ha estado abandonado, a pesar de que siempre que queremos sacar pecho, acudimos a la cultura como nuestra mayor fortaleza. Los presupuestos en cada gobierno han venido disminuyendo y nadie dice nada. En el gobierno […]


Cada vez que inicia una administración, se generan expectativas, más aun, en el sector de la cultura que por años ha estado abandonado, a pesar de que siempre que queremos sacar pecho, acudimos a la cultura como nuestra mayor fortaleza. Los presupuestos en cada gobierno han venido disminuyendo y nadie dice nada. En el gobierno de Fredys Socarrás hay que destacar el proceso que se vivió con los juglares, pero no se consolidó un verdadero proyecto cultural como se esperaba. En la administración Monsalvo, el asunto fue peor, desfiles de coordinadores que llegaron a improvisar, encargos y más encargos y preferencias como ocurrió con la Fundación Caribe de un tal Wilfrido Rodríguez, que llevó casi toda la contratación, convirtiéndose en un cáncer.

La apuesta cultural exige apoyo para los artistas, que amplíen el concepto, visitar ferias de arte, museos, adquirir formación, que no se consigue en nuestra parroquia, nacional e internacional. Valledupar necesita el Museo de Arte Contemporáneo que promueve el maestro Francisco Ruiz, con El Grito. También hay que respaldar a Julio Oñate, quien tiene una colección de 50 acordeones antiguas, documentales, discos de todas las épocas, entrevistas, etc. dignas de ser preservadas en un museo en el centro histórico, ojalá promovido por la alcaldía.

Es esencial terminar el Centro Cultural de la Música Vallenata y profundizar más en la investigación porque hasta ahora solo han pensado en el edificio. Impulsar aún más el Museo del Acordeón de Beto Murgas, que demanda con premura un convenio para subsistir. Llegó el momento de pensar en más infraestructura cultural: Los artistas plásticos y fotógrafos de la región requieren un lugar donde exponer sus obras, ya que Monsalvo lo cambió por un café internet; desarrollar una feria del libro; una feria gastronómica de talla; un teatro con todas las especificaciones; crear los distritos de arte aledaños al centro para hacer recorridos y que sirvan de fortaleza turística, las grandes ciudades se desarrollan pensando en la cultura, Paris es solo un ejemplo, orienta todas sus prácticas en torno a al arte: Los programas de cultura ciudadana deben estar enfocados con modelos creativos que partan del arte como elemento persuasivo, máxime, cuando se busca la paz y se acerca el posconflicto.

Ojalá Tuto, quien antes de ser político fue artista, haga algo por el sector; lo mismo Franco con quien, antes de ser Gobernador, recorrí la Feria ARBO en Bogotá y se dio cuenta lo que el arte puede representar, por cierto por ahí me enviaron una razón de que estaba vetado en su administración porque no había hecho política a su favor y además, me había portado muy mal con Monsalvo, esperemos que no sea cierto, porque esto hablaría muy mal del nuevo gobernador, la cultura debe estar por fuera de todo elemento político, pero como aquí campea lo absurdo e inverosímil, amanecerá y veremos. Lo apremiante y verdaderamente importante, es que a la cultura se le dé un mejor trato, ojalá los nuevos gobernantes lo entiendan.
çEstocada: Felicito al Gobernador Monsalvo por el Complejo de Tenis, sé que fue su obsesión y hoy es una realidad que le servirá mucho a Valledupar para desarrollar esta práctica, si sale un gran tenista se lo debemos en parte a Monsalvo.