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Columnista - 31 octubre, 2015

El hermoso Guatapurí

Quizás nuestro principal atractivo turístico es el rio Guatapurí, el cual al igual que importantes afluentes como el Cesar, Ranchería, Fundación, Don Diego, Palomino, Fundación, Aracataca, entre otros, nacen en nuestra majestuosa Sierra Nevada, cuyos glaciares según estudiosos del tema, en 30 años aproximadamente ya no existirán, algo realmente alarmante, irreversible y que lastimosamente se […]

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Quizás nuestro principal atractivo turístico es el rio Guatapurí, el cual al igual que importantes afluentes como el Cesar, Ranchería, Fundación, Don Diego, Palomino, Fundación, Aracataca, entre otros, nacen en nuestra majestuosa Sierra Nevada, cuyos glaciares según estudiosos del tema, en 30 años aproximadamente ya no existirán, algo realmente alarmante, irreversible y que lastimosamente se está dando por el tristemente célebre calentamiento global, originado por nuestro abuso contra natura. Estos ríos escurren anualmente 10.000 millones de metros cúbicos de agua e irrigan varios departamentos.

El Guatapurí nace en la laguna Curigua. A lo largo de su curso recibe, entre otros, los ríos Donachui, Curiba, Los Mangos y Mamanqueca. Su nombre viene de la lengua Chimila y significa agua fría, en Valledupar tenemos nuestro famoso balneario Hurtado, visitado por propios y extraños, por eso es considerado nuestro mayor atractivo turístico, su paisaje y entorno ha servido de musa inspiradora a grandes compositores, sus aguas cristalinas y gélidas nutren nuestro acueducto. Ir a disfrutar de un vigorizante y reconfortante baño en sus corrientes diáfanas, en verdad que resulta muy placentero, extasiarse en el paisaje de su entorno, escuchar el canto de las aves (cuando el volumen de los equipos de sonido de algunos negocios lo permiten) ver como jóvenes, niños y adultos se deleitan en sus aguas, son momentos realmente agradables.

Una de las personas que más supo deleitarlo y que fue uno de sus principales defensores, fue ese insigne vallenato ya fallecido, Aníbal Martínez Zuleta, quien fue un gran protector de este, diariamente muy temprano en la mañana caminaba por sus alrededores y se daba un refrescante baño en sus aguas, las cuales consideraba medicinales, algo en lo que estoy totalmente de acuerdo, porque son muchos los minerales que arrastra al bajar de la sierra y el Doctor Martínez dio fe de ello, pues este ilustre cañaguatero se mantuvo activo, vigoroso y con una sorprendente lucidez mental hasta muy avanzada edad.

El deshielo de la Nevada es algo inminente y avanza a pasos agigantados, al descongelarse esos páramos lógicamente paulatinamente se secarán todas las lagunas y por consiguiente los ríos también morirán.

Al acabarse el Guatapurí, muchas cosas finiquitaran con él, no disfrutaremos más de su agua pura, no habrá balneario ni turismo, las gentes que derivan su sustento de las ventas que allí tienen se quedarán sin trabajo, los aldeanos e indígenas que viven a lo largo de su cuenca y que riegan sus cultivos y sacian su sed y la de sus animalitos con el precioso liquido que él les provee, tendrán que irse a otro lugar, los poetas y compositores no podrán inspirarse más en él, arboles y animales de su entorno también desaparecerán, y su hermoso nombre solo será un recuerdo preservado por las importantes empresas y lugares, los cuales decidieron homenajearlo llevando su misma denominación y eso solo se daría si deciden mantener la homonimia una vez desaparecido nuestro célebre y bello rio.

Acá solo tomamos medidas cuando el daño está hecho y cuando lastimosamente ya nada se puede hacer, por eso hoy que aun lo tenemos, debemos cuidarlo como el verdadero tesoro que es, no debemos arrojar desechos a sus aguas y en nuestros hogares debemos promover el uso racional del agua, porque la que hoy desperdiciamos le va a hacer mucha falta a nuestra descendencia. Les extiendo una invitación a mis queridos lectores, y es que en este puente festivo se den una pasadita por el Guatapurí y lo disfruten un rato.

Columnista
31 octubre, 2015

El hermoso Guatapurí

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

Quizás nuestro principal atractivo turístico es el rio Guatapurí, el cual al igual que importantes afluentes como el Cesar, Ranchería, Fundación, Don Diego, Palomino, Fundación, Aracataca, entre otros, nacen en nuestra majestuosa Sierra Nevada, cuyos glaciares según estudiosos del tema, en 30 años aproximadamente ya no existirán, algo realmente alarmante, irreversible y que lastimosamente se […]


Quizás nuestro principal atractivo turístico es el rio Guatapurí, el cual al igual que importantes afluentes como el Cesar, Ranchería, Fundación, Don Diego, Palomino, Fundación, Aracataca, entre otros, nacen en nuestra majestuosa Sierra Nevada, cuyos glaciares según estudiosos del tema, en 30 años aproximadamente ya no existirán, algo realmente alarmante, irreversible y que lastimosamente se está dando por el tristemente célebre calentamiento global, originado por nuestro abuso contra natura. Estos ríos escurren anualmente 10.000 millones de metros cúbicos de agua e irrigan varios departamentos.

El Guatapurí nace en la laguna Curigua. A lo largo de su curso recibe, entre otros, los ríos Donachui, Curiba, Los Mangos y Mamanqueca. Su nombre viene de la lengua Chimila y significa agua fría, en Valledupar tenemos nuestro famoso balneario Hurtado, visitado por propios y extraños, por eso es considerado nuestro mayor atractivo turístico, su paisaje y entorno ha servido de musa inspiradora a grandes compositores, sus aguas cristalinas y gélidas nutren nuestro acueducto. Ir a disfrutar de un vigorizante y reconfortante baño en sus corrientes diáfanas, en verdad que resulta muy placentero, extasiarse en el paisaje de su entorno, escuchar el canto de las aves (cuando el volumen de los equipos de sonido de algunos negocios lo permiten) ver como jóvenes, niños y adultos se deleitan en sus aguas, son momentos realmente agradables.

Una de las personas que más supo deleitarlo y que fue uno de sus principales defensores, fue ese insigne vallenato ya fallecido, Aníbal Martínez Zuleta, quien fue un gran protector de este, diariamente muy temprano en la mañana caminaba por sus alrededores y se daba un refrescante baño en sus aguas, las cuales consideraba medicinales, algo en lo que estoy totalmente de acuerdo, porque son muchos los minerales que arrastra al bajar de la sierra y el Doctor Martínez dio fe de ello, pues este ilustre cañaguatero se mantuvo activo, vigoroso y con una sorprendente lucidez mental hasta muy avanzada edad.

El deshielo de la Nevada es algo inminente y avanza a pasos agigantados, al descongelarse esos páramos lógicamente paulatinamente se secarán todas las lagunas y por consiguiente los ríos también morirán.

Al acabarse el Guatapurí, muchas cosas finiquitaran con él, no disfrutaremos más de su agua pura, no habrá balneario ni turismo, las gentes que derivan su sustento de las ventas que allí tienen se quedarán sin trabajo, los aldeanos e indígenas que viven a lo largo de su cuenca y que riegan sus cultivos y sacian su sed y la de sus animalitos con el precioso liquido que él les provee, tendrán que irse a otro lugar, los poetas y compositores no podrán inspirarse más en él, arboles y animales de su entorno también desaparecerán, y su hermoso nombre solo será un recuerdo preservado por las importantes empresas y lugares, los cuales decidieron homenajearlo llevando su misma denominación y eso solo se daría si deciden mantener la homonimia una vez desaparecido nuestro célebre y bello rio.

Acá solo tomamos medidas cuando el daño está hecho y cuando lastimosamente ya nada se puede hacer, por eso hoy que aun lo tenemos, debemos cuidarlo como el verdadero tesoro que es, no debemos arrojar desechos a sus aguas y en nuestros hogares debemos promover el uso racional del agua, porque la que hoy desperdiciamos le va a hacer mucha falta a nuestra descendencia. Les extiendo una invitación a mis queridos lectores, y es que en este puente festivo se den una pasadita por el Guatapurí y lo disfruten un rato.