Pese a que en algunas instituciones educativas de la capital del Cesar se presentaron algunas quejas por demoras en el sufragio por desconocimiento del lugar de votación o por falta del nuevo listado de los habitantes designados para algunas de las mesas, como sucedió en el colegio José Eugenio Martínez, en el barrio Casimiro Maestre, en otros transcurrieron con normalidad.

Fue el caso de los centros educativos Joaquín Ochoa Maestre, ubicado en el barrio Mareigua, y el Enrique Pupo Martínez, donde solo hubo quejas de votantes hablando por teléfono en el momento de ejercer su derecho como demócrata.

En cuanto a la institución educativa Milciades Cantillo Costa, se puede concluir que la comunidad mejoró su cultura ciudadana en cuanto a las elecciones. En este sector ubicado en la calle 44 entre carreras 25 y 26, hubo normalidad en la actividad, buen comportamiento y tranquilidad en referencia a la congestión vehicular que se presentó en las afueras de este lugar.

Uno de los sectores con mayor acogida por parte de los ciudadanos fueron los colegios José Eugenio Martínez, donde habían 42 mesas disponibles para los votantes y la Institución Educativa Upar, en donde las primeras en votar fueron las damas, quienes desde muy temprano llegaron a esta zona del barrio Los Fundadores para depositar su voto.

Una hora más tarde, el ejercicio ciudadano en este centro educativo fue liderado por los hombres y adultos mayores.
Mientras tanto, en la Institución Educativa Consuelo Araújo Noguera, donde se creyó que habría disturbios, por el sector donde está ubicado, dio ejemplo de respeto y democracia.

Arturo Calderón, votó de corazón
El candidato a la gobernación del Cesar, Arturo Calderón, llegó a la 1:00 de la tarde de ayer a depositar su voto en el colegio Enrique Pupo Martínez de Valledupar, donde fue bien recibido por quienes se encontraban en el lugar.

En entrevista, el candidato aseguró que su agenda para hoy sería dormir. “Sería un gran descanso después de esta jornada extenuante donde hemos caminado todo el departamento del Cesar, y es un descanso merecido”.

Por Merlin Duarte García/EL PILÓN
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