Recurrente el tema, es el pan de cada día, a mí me lo plantean a cada rato: la crisis de los columnistas de EL PILÓN, su estilo y los temas que tratan aburridores hasta la saciedad y monotemáticos. Lógicamente me doran la píldora algunos amigos y lectores de mi columna cuando me dicen que solamente […]
Recurrente el tema, es el pan de cada día, a mí me lo plantean a cada rato: la crisis de los columnistas de EL PILÓN, su estilo y los temas que tratan aburridores hasta la saciedad y monotemáticos. Lógicamente me doran la píldora algunos amigos y lectores de mi columna cuando me dicen que solamente compran el periódico los viernes para leerme, ¡que honor y que halago!, pero otros me dan una rejera, me ridiculizan hasta llegar al punto de manera despectiva y socarrona de llamarme “El D´artagnan vallenato”, cuando de alguna manera he tocado puntos que tangencialmente los afecta.
Que uno de ellos dicen, se extrema en zalamerías que ya producen fastidio, pues la mayoría de las veces quieren estar con Dios y con el diablo, que el otro ya tiene harto a la gente con sus odios viscerales, especialmente hacia un importante personaje de la vida nacional, aquel con sus posiciones izquierdistas radicales, que no deja títere con cabeza, uno que fue muy bueno, criticaba, opinaba y orientaba, pero que hoy en día ha tratado de convertir su columna en un pozo de donde trata de extraer todos los días un derroche de cultura cursi, unos que se parecen a Abdón, el de El Tiempo con sus temas cansones sobre datos estadísticos reservados para los seudoeconomistas de la región, los jóvenes que comenzaron muy bien, pero que ahora no son ni fu ni fa con sus temas inocuos, que nada nos enseñan, pues de eso se trata, que lo que se escriba deje una impronta y un columnista nuevo que comenzó bien, pero se ha vuelto yo no sé qué y me parece que, que, que por ahí no es la cosa, que debe retomar su estilo para deleite de sus lectores, repito, no son todos, los hay muy buenos y eso lo sabe la gente y por eso no los menciono, ¿verdad primo Julio?
En fin, concluyendo, estamos produciendo cansancio y fastidio en los lectores, que en vez de leernos con deleite, lo hacen con pereza y nos critican severamente, en perjuicio del periódico y a esto hay que ponerle remedio, presentando nuestras renuncias, para que sus directivos hagan sus evaluaciones con los sistemas técnicos que tengan y determinen quién se queda o quién se va, que abran concursos y busquen talentos nuevos, tal como lo hizo Dickson con los que ya hoy somos viejos, con muy buenos resultados. La mía está sobre el tapete.
Caso contrario, la página editorial, muy bien manejada, con temas regionales de actualidad, precisos y bien concebidos que orientan, como debe ser e ilustran al lector, lo mismo que el nuevo formato que invita a leer las noticias con ganas en las “primeras horas de la mañana”, acompañado de un delicioso y fragante tinto.
******************
El Mello Va, por la U con el número 61 a la Asamblea, pero también van Franco a la Gobernación y Jaime a la Alcaldía, acompañados de Cale al Concejo con el número 9 del partido Conservador y la edil de la Comuna 5, Edilma Aponte con el número 83 de los godos, para quienes pido a mis familiares y amigos su colaboración electoral. Ese es mi voto cantado hace tiempo y que se mantiene inalterable.
Recurrente el tema, es el pan de cada día, a mí me lo plantean a cada rato: la crisis de los columnistas de EL PILÓN, su estilo y los temas que tratan aburridores hasta la saciedad y monotemáticos. Lógicamente me doran la píldora algunos amigos y lectores de mi columna cuando me dicen que solamente […]
Recurrente el tema, es el pan de cada día, a mí me lo plantean a cada rato: la crisis de los columnistas de EL PILÓN, su estilo y los temas que tratan aburridores hasta la saciedad y monotemáticos. Lógicamente me doran la píldora algunos amigos y lectores de mi columna cuando me dicen que solamente compran el periódico los viernes para leerme, ¡que honor y que halago!, pero otros me dan una rejera, me ridiculizan hasta llegar al punto de manera despectiva y socarrona de llamarme “El D´artagnan vallenato”, cuando de alguna manera he tocado puntos que tangencialmente los afecta.
Que uno de ellos dicen, se extrema en zalamerías que ya producen fastidio, pues la mayoría de las veces quieren estar con Dios y con el diablo, que el otro ya tiene harto a la gente con sus odios viscerales, especialmente hacia un importante personaje de la vida nacional, aquel con sus posiciones izquierdistas radicales, que no deja títere con cabeza, uno que fue muy bueno, criticaba, opinaba y orientaba, pero que hoy en día ha tratado de convertir su columna en un pozo de donde trata de extraer todos los días un derroche de cultura cursi, unos que se parecen a Abdón, el de El Tiempo con sus temas cansones sobre datos estadísticos reservados para los seudoeconomistas de la región, los jóvenes que comenzaron muy bien, pero que ahora no son ni fu ni fa con sus temas inocuos, que nada nos enseñan, pues de eso se trata, que lo que se escriba deje una impronta y un columnista nuevo que comenzó bien, pero se ha vuelto yo no sé qué y me parece que, que, que por ahí no es la cosa, que debe retomar su estilo para deleite de sus lectores, repito, no son todos, los hay muy buenos y eso lo sabe la gente y por eso no los menciono, ¿verdad primo Julio?
En fin, concluyendo, estamos produciendo cansancio y fastidio en los lectores, que en vez de leernos con deleite, lo hacen con pereza y nos critican severamente, en perjuicio del periódico y a esto hay que ponerle remedio, presentando nuestras renuncias, para que sus directivos hagan sus evaluaciones con los sistemas técnicos que tengan y determinen quién se queda o quién se va, que abran concursos y busquen talentos nuevos, tal como lo hizo Dickson con los que ya hoy somos viejos, con muy buenos resultados. La mía está sobre el tapete.
Caso contrario, la página editorial, muy bien manejada, con temas regionales de actualidad, precisos y bien concebidos que orientan, como debe ser e ilustran al lector, lo mismo que el nuevo formato que invita a leer las noticias con ganas en las “primeras horas de la mañana”, acompañado de un delicioso y fragante tinto.
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El Mello Va, por la U con el número 61 a la Asamblea, pero también van Franco a la Gobernación y Jaime a la Alcaldía, acompañados de Cale al Concejo con el número 9 del partido Conservador y la edil de la Comuna 5, Edilma Aponte con el número 83 de los godos, para quienes pido a mis familiares y amigos su colaboración electoral. Ese es mi voto cantado hace tiempo y que se mantiene inalterable.