Por: José M. Aponte Martínez

Ayer en las primeras horas de la noche, como ya es costumbre en el famoso tertuliadero  de Blanca Cabello, llegué con el fin de analizar e intercambiar ideas respecto a los últimos acontecimientos; pues bien, me tocó de espectador, porque preferí guardar silencio sobre el tema que se trataban y sabía que de intervenir eso iba a terminar en una acalorada discusión y traté de evitarla, pero no me tapé los oídos y pude oír, pero mudo.

Que banquete, uno de ellos decía que a Santos había que derrotarlo y conseguido esto a Uribe crucificarlo, encarcelarlo o extraditarlo, vomitó todo el odio que tenía contra en el Presidente y yo ya fastidiado me despedí diciéndoles que me iba estresado, derrotado y muy preocupado, pues si ese era el pensamiento de todos los mocosos (pensé y no lo dije), de llegar a ganar, pobre del peor presidente que ha tenido Colombia en toda su historia y que iba a buscar alguna reunión donde hubiera santistas para reconfortarme,  pero no lo conseguí, porque aquí en Valledupar y creo que en todo el Cesar, parece que esa campaña no tiene director ni directrices y que como vamos nos va a pasar peor que Arturo y a Jaime, en manos de Cristian.
No  se consigue una calcomanía y solo se ven en lujosos carros, de ricos o de los que presumen serlo sin ser;  no hay quien convoque a la gente pensante ni invite a las clases populares a votar por Santos, diferente a la ola verde que en todos los barrios se ve; como estamos, estamos jodidos, pues ésta, la de Santos, es una campaña acéfala y quienes tratan de dirigirla, por el solo hecho de ser capitalistas, pero bastante, creen que con la plata se hace todo y están equivocados y ahora porque crítico, van a decir que estoy con Petro de quien me gustan sus ideas porque tienen sal y pimienta de pueblo, pero no, sigo siendo santista, porque como lo he dicho en todas partes lo admiro y además con él defiendo al Presidente Uribe.

Tanto insistió la oposición en desprestigiar el mejor gobierno que he visto en mi vida, que logró convencer al pueblo colombiano, creen ellos, que ha sido el peor que ha tenido Colombia en su historia y que los mejores fueron los de Gaviria, Samper y Pastrana.

El gobierno inventó la recompensa y la oposición los falsos positivos y creaban uno todos los días hasta tal punto que en estos 8 años nunca se ha dado de baja a un guerrillero o paraco, y todos los abatidos, son unos inmejorables hijos para sus padres, magníficos esposos para las viudas, inmejorables amigos para sus compañeros y – en fin-  todos eran las palomas de la paz.
Hubo equivocaciones, tenemos que reconocerlo, pero no del gobierno en cabeza de Álvaro Uribe Vélez, sino de algunos de sus miembros y ellos están siendo procesados por la Justicia y si son culpables serán condenados, pero si son inocentes deben de ser absueltos.

Según la oposición, en estos 8 años Colombia ha sido el escenario de la masacre más grande que ha tenido la humanidad y nada se ha conseguido en seguridad, los secuestros se han intensificado, las pescas milagrosas no paran y se duplican y no podemos salir a ninguna parte porque la guerrilla se pasea feliz por nuestros pueblos y barrios de esta ciudad, y nos tienen acoquinados y por ello debemos de descuartizar al inútil, débil y corrupto de Álvaro Uribe Vélez, ¡Que desfachatez y que horror! Y pensar que hay incautos que se comen este cuento.

Le he preguntado a varios dirigentes políticos, económicos y gremiales que con quién están y me han dicho que con Santos, pero que ni siquiera les han llamado para preguntarles, para pedirles ayuda y menos para darles instrucciones, por lo que se creen marginados y me han agregado que si no los buscan no van.

Señores directores de la campaña de Santos, todavía hay tiempo de corregir, visiten Galerías, el Mercado Público, CORABASTOS, 5 Esquinas, barrios populares y corregimientos, distribúyanle calcomanías a todo el mundo, repartan camisetas, contraten a cientos de jóvenes que están dispuestos a hacer campaña, pero no con el estómago vacío, bájense de las nubes y el resultado será bueno.