Durante casi una década y media, una mujer vallenata permaneció muerta sin darse cuenta. Este año fue resucitada por una juez.
¡Usted está muerta! Fueron las palabras que sorprendieron a Carmen Rosa Flórez Martínez el 5 de marzo de 2015, cuando en medio de una solicitud médica, un funcionario de la Nueva EPS S.A. en Valledupar confirmó que en la base de datos de la empresa aparecía como fallecida, por tal motivo no podía acceder a los servicios médicos.
“El que estaba en observación me dijo: si te atendemos tienes que abonar 200 mil pesos, no accedí. Cuando salí de ahí me fui para la Registraduría y me dijeron que tenía que ir a la Notaría Tercera donde estaba un acta de defunción, me dieron el serial y allá constaté que sí aparecía muerta”, dijo la anonadada mujer.
El supuesto fallecimiento no solo le impidió a Carmen Rosa el acceso a los servicios de salud sino también a sus cuentas bancarias y a otros derechos como ciudadana. Estos inconvenientes se sumaron a su estado emocional, pues para ella era casi que imposible creer lo que sucedía en medio de su entorno.
Esta vallenata de 53 años, al parecer, fue declarada muerta el 5 de noviembre del año 2000 a las 8:45 de la noche por el médico Óscar De Arco Cáceres, del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), quien expidió el certificado de defunción N° A2473298.
Tiempo después, el 28 de enero del 2008 el inspector de Policía de Turno de la Permanente Central de Policía de Valledupar, Manuel Mercado Mieles, ofició a la Notaría Tercera de Valledupar con el fin de que se inscribiera el fallecimiento de Carmen Rosa, identificada con la cédula 49.733.452 de Valledupar.
“Menos mal que no me morí hace 15 años, porque me hubiesen enterrado como N.N.” indicó Flórez Martínez, quien se vio privada de sus derechos como ciudadana durante dicho tiempo.
El día que Carmen Rosa constató su declaratoria de muerte, regresó a la Registraduría y allí le respondieron que ese caso no le correspondía a la entidad sino que tenía que buscarse un abogado puesto que ese era un problema jurídico.
Fue así como Carmen Rosa contrató los servicios profesionales de Margarita Rosa Martínez Pérez, quien presentó la demanda de Jurisdicción Voluntaria ante los juzgados de familia de Valledupar, con el fin de que se cancelara el Registro Civil de defunción en la Notaría Tercera de esta ciudad.
El reparto le correspondió a la juez segunda de familia, Yadira Solano Clever, quien después del análisis probatorio y el cotejo de las huellas de la afectada, que hizo la Fiscalía General de la Nación, resolvió acceder a las pretensiones de la demanda en consecuencia cancelar el registro civil de defunción correspondiente a la señora Carmen Rosa Flórez Martínez.
De esta manera, el Juzgado Segundo de Familia, a través de la sentencia general N° 0228, solicitó el 10 de julio de 2015 la cancelación del registro civil de defunción N° 0001, como consecuencia a lo anterior le sean restablecidos los derechos civiles y políticos a la señora Carmen Rosa Flórez Martínez.
“A partir de la sentencia yo volvía a vivir. La verdad me hizo libre. Ahora puedo vender, puedo comprar sin inconveniente”, dijo emocionada esta comerciante, quien destacó que su abogada merece un premio y a pesar de todo aseguró que “no hay mal que por mal no venga”.
Fernando Flórez Martínez especificó que lo que le sucedió a su hermana fue insólito. Hasta el momento se desconoce qué hubo detrás de todo ese proceso.
Los muertos sí votan
Pese a que Carmen Rosa no podía ser atendida por las diferentes entidades prestadoras del servicio de salud, por la cancelación de su cédula, aseguró que durante los 14 años y nueves meses que al parecer duró muerta, pudo ejercer el voto democrático.
“Yo votaba normalmente y en el 2008 renové mi cédula y tampoco me di cuenta de que estaba muerta, porque a mí me mataron en el 2000. Hace dos años también vendí propiedades así difunta”, aseguró.
Así como Carmen Rosa pudo votar sin inconvenientes, de esta manera se puede evidenciar que quizás es cierto de que las personas que realmente están muertas sí votan, al ser utilizadas sus cédulas para este ejercicio democrático, sin control alguno.
Qué hacer cuando una persona tiene la cédula cancelada por muerte
En la sentencia que favorece a Carmen Rosa Martínez se especifica que a partir de la circular 068 de 2008, cuando una persona se da cuenta que tiene la cédula cancelada por muerte, puede acudir a cualquier registraduría del país.
El registrador toma las impresiones decadactilares y las remite a la Coordinación de Novedades en Bogotá, donde se cotejan las huellas con la tarjeta decadactilar con la cual se expidió la cédula por primera vez. Si se logra la plena individualización y se comprueba que el ciudadano es quien dice ser, se expide la resolución que restablece la cédula de ciudadanía. Trámite que, según el documento, demora alrededor de una semana.
“No sabía que desde el 2000 estaba difunta”: Carmen Rosa Flórez Martínez.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]
Durante casi una década y media, una mujer vallenata permaneció muerta sin darse cuenta. Este año fue resucitada por una juez.
¡Usted está muerta! Fueron las palabras que sorprendieron a Carmen Rosa Flórez Martínez el 5 de marzo de 2015, cuando en medio de una solicitud médica, un funcionario de la Nueva EPS S.A. en Valledupar confirmó que en la base de datos de la empresa aparecía como fallecida, por tal motivo no podía acceder a los servicios médicos.
“El que estaba en observación me dijo: si te atendemos tienes que abonar 200 mil pesos, no accedí. Cuando salí de ahí me fui para la Registraduría y me dijeron que tenía que ir a la Notaría Tercera donde estaba un acta de defunción, me dieron el serial y allá constaté que sí aparecía muerta”, dijo la anonadada mujer.
El supuesto fallecimiento no solo le impidió a Carmen Rosa el acceso a los servicios de salud sino también a sus cuentas bancarias y a otros derechos como ciudadana. Estos inconvenientes se sumaron a su estado emocional, pues para ella era casi que imposible creer lo que sucedía en medio de su entorno.
Esta vallenata de 53 años, al parecer, fue declarada muerta el 5 de noviembre del año 2000 a las 8:45 de la noche por el médico Óscar De Arco Cáceres, del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), quien expidió el certificado de defunción N° A2473298.
Tiempo después, el 28 de enero del 2008 el inspector de Policía de Turno de la Permanente Central de Policía de Valledupar, Manuel Mercado Mieles, ofició a la Notaría Tercera de Valledupar con el fin de que se inscribiera el fallecimiento de Carmen Rosa, identificada con la cédula 49.733.452 de Valledupar.
“Menos mal que no me morí hace 15 años, porque me hubiesen enterrado como N.N.” indicó Flórez Martínez, quien se vio privada de sus derechos como ciudadana durante dicho tiempo.
El día que Carmen Rosa constató su declaratoria de muerte, regresó a la Registraduría y allí le respondieron que ese caso no le correspondía a la entidad sino que tenía que buscarse un abogado puesto que ese era un problema jurídico.
Fue así como Carmen Rosa contrató los servicios profesionales de Margarita Rosa Martínez Pérez, quien presentó la demanda de Jurisdicción Voluntaria ante los juzgados de familia de Valledupar, con el fin de que se cancelara el Registro Civil de defunción en la Notaría Tercera de esta ciudad.
El reparto le correspondió a la juez segunda de familia, Yadira Solano Clever, quien después del análisis probatorio y el cotejo de las huellas de la afectada, que hizo la Fiscalía General de la Nación, resolvió acceder a las pretensiones de la demanda en consecuencia cancelar el registro civil de defunción correspondiente a la señora Carmen Rosa Flórez Martínez.
De esta manera, el Juzgado Segundo de Familia, a través de la sentencia general N° 0228, solicitó el 10 de julio de 2015 la cancelación del registro civil de defunción N° 0001, como consecuencia a lo anterior le sean restablecidos los derechos civiles y políticos a la señora Carmen Rosa Flórez Martínez.
“A partir de la sentencia yo volvía a vivir. La verdad me hizo libre. Ahora puedo vender, puedo comprar sin inconveniente”, dijo emocionada esta comerciante, quien destacó que su abogada merece un premio y a pesar de todo aseguró que “no hay mal que por mal no venga”.
Fernando Flórez Martínez especificó que lo que le sucedió a su hermana fue insólito. Hasta el momento se desconoce qué hubo detrás de todo ese proceso.
Los muertos sí votan
Pese a que Carmen Rosa no podía ser atendida por las diferentes entidades prestadoras del servicio de salud, por la cancelación de su cédula, aseguró que durante los 14 años y nueves meses que al parecer duró muerta, pudo ejercer el voto democrático.
“Yo votaba normalmente y en el 2008 renové mi cédula y tampoco me di cuenta de que estaba muerta, porque a mí me mataron en el 2000. Hace dos años también vendí propiedades así difunta”, aseguró.
Así como Carmen Rosa pudo votar sin inconvenientes, de esta manera se puede evidenciar que quizás es cierto de que las personas que realmente están muertas sí votan, al ser utilizadas sus cédulas para este ejercicio democrático, sin control alguno.
Qué hacer cuando una persona tiene la cédula cancelada por muerte
En la sentencia que favorece a Carmen Rosa Martínez se especifica que a partir de la circular 068 de 2008, cuando una persona se da cuenta que tiene la cédula cancelada por muerte, puede acudir a cualquier registraduría del país.
El registrador toma las impresiones decadactilares y las remite a la Coordinación de Novedades en Bogotá, donde se cotejan las huellas con la tarjeta decadactilar con la cual se expidió la cédula por primera vez. Si se logra la plena individualización y se comprueba que el ciudadano es quien dice ser, se expide la resolución que restablece la cédula de ciudadanía. Trámite que, según el documento, demora alrededor de una semana.
“No sabía que desde el 2000 estaba difunta”: Carmen Rosa Flórez Martínez.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
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