Las mujeres  fueron las principales víctimas

De acuerdo a las denuncias interpuestas, alrededor de 200 diariamente, durante el 43º Festival de la Leyenda Vallenata, el hurto se alzó como el delito más cometido en la ciudad.  Así lo indican las acusaciones hechas en la Estación Permanente de Policía,  ubicaba en la carrera Tercera del barrio El Carmen que presta servicio las 24 horas del día.
De acuerdo a Elina Díaz Rodríguez, una de las tres secretarias que se turnan en dicha oficina, cumpliendo un horario de 24 horas, normalmente se atiende entre 100 a 150 personas al día, cifra que se incrementó para los días del Festival Vallenato en cerca de 200. De esta cantidad de denunciantes se desprende que en la mayoría de los casos, las víctimas son mujeres. “Puede ser porque son presa más fácil para los raponeros, que le jalan el bolso y saben que se defienden menos que los hombres”, dijo la funcionaria.
Después del delito de hurto, durante el desarrollo del Festival Vallenato, le siguió -en cantidad- las denuncias por perdida de documentos y los accidentes de tránsito. En ambos casos, se presenta por igual en hombres y mujeres que, según explica Díaz Rodríguez, en cuanto a estratificación, los grupos más afectados,  son  los estratos 2 y 3, mientras que las edades de las víctimas, oscilan entre los 15 y los 45 años.

Condiciones precarias

Pero, según conoció EL PILÓN,  este trabajo, realizado por tres inspectores y tres secretarias que toman turno de 24 horas,  se  cumple bajo condiciones de precariedad debido a la falta de los implementos necesarios.
Los mismos usuarios, que deben esperar largo tiempo para realizar su diligencia, manifestaron que esta situación de precariedad hace que el trabajo sea más tedioso para los funcionarios y los afecta también, debido a que ante la falta de los elementos como computadores, fotocopiadora, entre otros, el trámite es más lento.
Las instalaciones de esta oficina, también muestran gran deterioro, la humedad en el cielo raso del despacho del inspector evidencia las averías en el techo.
El baño, al parecer, el único que presta el servicio, no cuenta con agua. Los empleados de este despacho deben acarrear el indispensable líquido en baldes para el funcionamiento de éste.